“Del griego farmakos, «farmacia» significa literalmente «medicina» y también «veneno», dependiendo de cómo se use. Según la etimología del verbo farmakao, una de sus acepciones quiere decir «tener el espíritu trastornado», así como «tener necesidad de remedios para sanarlo». De ahí pasamos a farmakeuo, cuya traducción es «preparar y administrar un brebaje mágico con sustancias naturales —el medicamento— para que el paciente purgue su alma». La verdadera «farmacia» de la vida es la Pachamama, que en quechua significa «Madre Naturaleza». Cada hierba y planta contiene una serie de propiedades curativas. La sustancia natural más poderosa se denomina ayahuasca y tiene el poder de sanar nuestra alma. Está compuesta por varias plantas de la selva amazónica, como la liana Banisteriopsis Caapi y las hojas de arbustos del género Psychotria. Tiene un sabor asqueroso y repugnante. Sólo olerlo te produce fuertes arcadas y es casi imposible no querer vomitar. Los médicos del alma de esa zona, más conocidos como chamanes, utilizan la ayahuasca en sus rituales de sanación. Actualmente, Perú es el único país en el que es legal su comercio, restringido a las etnias amazónicas. En éstas es tradición que las personas enfermas acudan al chamán, del mismo modo que en Occidente vamos al médico. Esta planta medicinal se emplea como un recurso psicoterapéutico para que los pacientes adquieran una verdadera consciencia de la raíz de los problemas y conflictos que causan los trastornos de su alma. Para muchos, la experiencia de tomar este brebaje significa un punto de inflexión en sus procesos de curación. La mayoría habla de «experiencia mística», mediante la cual se expande la conciencia y aumenta la comprensión y la sabiduría acerca de quiénes somos y cuál es el propósito de nuestras vidas.”
Clay Newman
El Prozac de Séneca, página 9
En el momento en que comprendes y aceptas una de tus carencias, se convierte en una de tus principales fortalezas.
Clay Newman
El Prozac de Séneca, página 11
Que nadie te confunda. Aunque pueda parecerte lo mismo, una cosa es el bien-tener y otra, muy distinta, el bien-estar. Sólo una de las dos sana tu alma. La otra es precisamente el parche que te ofrece el sistema. Cada día te hacen creer que tu felicidad está fuera de ti. Que es algo externo que has de conseguir, a poder ser con dinero. O peor aún: convirtiéndote en alguien que no eres para tener éxito o que los demás te quieran. Echa un rápido vistazo al estilo de vida contemporáneo. La mayoría de las personas trabajan en algo que odian para consumir cosas que no necesitan y poder así impresionar a vecinos que detestan. Y entretanto —para alejarse de su dolor—, tratan de divertirse y de evadirse todo lo que pueden, mientras pueden…
Clay Newman
El Prozac de Séneca, página 17
Me sabe mal ser yo quien te lo diga: la sociedad está enferma. Y no pretendo ofenderte, pero si no lo ves es que tú también formas parte de esa enfermedad. Te guste o no, reconocer que estás enfermo es el primer paso para poder curarte.
Clay Newman
El Prozac de Séneca, página 18
Del mismo modo que tienes descomposición cuando tu estómago se llena de comida basura, padeces de caquitas emocionales cuando tu mente se satura de ignorancia.
Clay Newman
El Prozac de Séneca, página 19
Convive con tu aburrimiento. Y si la experiencia de estar contigo se vuelve insoportable, simplemente respira y observa lo que sucede en tu interior. Acoge tus emociones, por más dolorosas que sean. Y atrévete a sentir el vacío. No lo temas, acéptalo. Es una puerta. Al otro lado te estás esperando a ti mismo.
Clay Newman
El Prozac de Séneca, página 35
¡Déjate en paz de una maldita vez! Te has convertido en un farsante que sigue la farsa por comodidad e inercia. Y también por miedo a defraudar a tu audiencia. Pero de tanto llevar una máscara puesta, te has olvidado de quién eres. De forma inconsciente has construido una personalidad falsa para convencer a la gente de que eres digno de su amor y aprobación. Eres un actor y la sociedad, tu escenario. Sin embargo, cuanto más te identificas con el disfraz, más te alejas de tu auténtica esencia: y en consecuencia, más difícil te es conocer al ser humano que verdaderamente eres. Al haberte identificado con un personaje prefabricado, en lo más profundo sientes que tu vida se ha construido sobre un engaño. ¿Cómo te tratas a ti mismo? ¿Te juzgas? ¿Te infravaloras? ¿Te preocupas? Si sueles sentir rabia, tristeza o ansiedad es que todavía estás luchando. La «distorsión» de tu verdadera esencia, la «autoexigencia» y el «maltrato mental» son un déficit de «aceptación». Se trata de una cualidad que se desarrolla en la medida en la que empiezas a dejarte en paz, dejando, a su vez, de forzarte para llegar a ser alguien que nunca serás. Aceptarte significa comprender por qué y para qué eres como eres. Paradójicamente, al aceptar tu lado oscuro éste se transforma, aflorando la luz que hay dentro de ti.
Clay Newman
El Prozac de Séneca, página 37
No ves a la gente como es, sino como eres tú. De hecho, fíjate que los demás suelen tratarte como tú te tratas a ti mismo.
Clay Newman
El Prozac de Séneca, página 41
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