“El fracaso es un embustero con un mordaz sentido de la ironía y la malicia. Se deleita en hacernos tropezar cuando el éxito está casi a nuestro alcance.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 13
“Una buena idea es todo lo que se necesita para alcanzar el éxito.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 17
“Cuando las riquezas empiezan a aparecer, lo hacen con tanta rapidez, y en tal abundancia, que uno se pregunta dónde habían estado escondidas durante todos esos años de necesidad.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 17
“El fracaso asola a aquellos que se resignan a él con indiferencia.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 18
“A quienes nos encontramos en esta carrera hacia la riqueza debe animarnos saber que este mundo cambiante exige nuevas ideas, nuevas maneras de hacer las cosas, nuevos líderes, nuevos inventos, nuevos métodos de enseñanza, nuevos métodos de venta, nuevos libros, literatura nueva, nuevos programas de televisión, nuevas ideas para el cine. Tras toda esta demanda de cosas nuevas y mejores hay una cualidad que uno debe poseer para ganar, y es la definición del propósito, el conocimiento exacto de lo que uno quiere, y un deseo ardiente de poseerlo.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 27
“Un deseo ardiente de ser y de hacer es el punto inicial desde el que el soñador debe lanzarse. Los sueños no están hechos de indiferencia, pereza, ni falta de ambición.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 29
“Hay una diferencia entre suspirar por algo y hallarse preparado para recibirlo. Nadie se encuentra listo para nada hasta que no crea que puede adquirirlo. El estado mental debe ser la convicción, y no la mera esperanza o anhelo. La mente abierta es esencial para creer. La cerrazón de ideas no inspira fe, ni coraje, ni convicción.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 30
“Un hombre educado no es, necesariamente, alguien que tiene abundancia de conocimientos generales o especializados. Un hombre educado es el que ha cultivado las facultades de su mente de tal manera que puede adquirir cualquier cosa que se proponga, o su equivalente, sin violar los derechos de los demás.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 65
“Hay en la gente una debilidad para la que no existe remedio alguno. ¡Es la debilidad universal de la falta de ambición!”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 71
“La única limitación del hombre, en su facultad de razonamiento, es el grado de desarrollo de su imaginación y el uso que haga de ella. Todavía no ha alcanzado la cúspide del desarrollo y del uso de su facultad imaginativa. Apenas ha descubierto que la tiene, y tan sólo ha comenzado a usarla de una manera muy elemental.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 79
“Una idea es un impulso de pensamiento que incita a la acción por medio de un llamamiento a la imaginación.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 90
“Ningún hombre está vencido mientras él mismo no se rinda en su propia mente.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 93
“Con muy pocas excepciones, el hombre que no pueda estar a las órdenes de un líder de manera inteligente, nunca llegará a ser un líder eficaz. En cambio, el hombre que pueda seguir inteligentemente a un líder es quien desarrolla con mayor rapidez la capacidad para ser líder. Un seguidor inteligente tiene muchas ventajas; entre ellas, la oportunidad de adquirir conocimientos de su líder.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 95
“En la vida, uno avanza, se estanca o retrocede.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 106
“El mundo tiene la costumbre de abrir paso al hombre cuyas palabras y acciones muestran que sabe a dónde se dirige.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 127
“El temor, que es el peor de todos los enemigos, se puede curar con toda efectividad por la repetición forzada de actos de valor.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 135
“La simpatía, la comprensión y la cooperación armoniosa con los demás tienden a desarrollar la perseverancia.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 135
“La única casualidad en la que se puede confiar es aquella que uno ha sabido labrarse por sí mismo. Y eso es algo que se alcanza mediante la aplicación de la perseverancia. El punto de partida siempre es la definición del propósito.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 138
“La facultad de la imaginación creativa es el vínculo directo de unión entre la mente finita del hombre y la Inteligencia Infinita. Todas las denominadas revelaciones, a las que uno se refiere en el ámbito de la religión, y todos los descubrimientos de principios básicos o nuevos en el campo de la invención, se producen por medio de la facultad de la imaginación creativa.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 154
“Sin duda, la debilidad más común de todos los seres humanos es la costumbre de abrir sus mentes a la influencia negativa de otras personas. Esta debilidad es tanto más nociva en cuanto que la mayoría de la gente no se da cuenta de que han sido maldecidos con ella, y muchos de aquellos que la reconocen, descuidan el mal, o —se niegan a corregirlo hasta que se convierte en una parte incontrolable de sus hábitos cotidianos.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 222
“Para ayudar a quienes desean verse a sí mismos tal y como son en realidad, se ha preparado la siguiente lista de preguntas. Léalas y exprese sus respuestas en voz alta, de tal modo que pueda oír su propia voz. Eso le facilitará el ser honesto consigo mismo. Cuestionario de autoanálisis. ¿Suele quejarse de sentirse mal? En tal caso, ¿cuál es la causa? ¿Encuentra defectos en las otras personas a la menor provocación? ¿Comete con frecuencia errores en su trabajo? De ser así, ¿por qué? ¿Se muestra usted sarcástico y ofensivo en su conversación? ¿Evita deliberadamente la asociación con cualquier persona? Y, si lo hace, ¿cuál es la causa? ¿Sufre con frecuencia de indigestión? En tal caso, ¿cuál es la causa? ¿Le parece que su vida es inútil y que no tiene esperanza de futuro? ¿Le gusta el trabajo que hace? Si no es así, ¿por qué? ¿Suele compadecerse de sí mismo? En tal caso, ¿por qué? ¿Siente envidia de aquellos que sobresalen por encima de usted? ¿A qué dedica la mayor parte de su tiempo, a pensar en el éxito, o a pensar en el fracaso? A medida que los años transcurren, ¿aumenta la confianza en sí mismo o la pierde? ¿Aprende algo valioso de los errores que comete? ¿Permite que algún pariente o conocido le preocupe? En tal caso, ¿por qué? ¿Se encuentra a veces en las nubes, y en otras ocasiones en las profundidades del abatimiento? ¿Quién tiene la influencia más inspiradora sobre usted? ¿Cuál es la causa? ¿Tolera las influencias negativas o descorazonadoras que podría evitar? ¿Es descuidado con su aspecto personal? En tal caso, ¿cuándo y por qué? ¿Ha aprendido a ahogar sus problemas estando demasiado ocupado como para que éstos le perturben? ¿Se consideraría a sí mismo un débil falto de voluntad si permitiera que los demás pensasen por usted? ¿Descuida la limpieza interna de sí mismo, hasta que la autointoxicación le convierte en una persona de mal carácter e irritable? ¿Cuántas perturbaciones previsibles le molestan, y por qué las tolera? ¿Recurre al licor, a los narcóticos o a los cigarrillos para tranquilizar sus nervios? En tal caso, ¿por qué no intenta utilizar la fuerza de voluntad en su lugar? ¿Hay alguien que le fastidie? En tal caso, ¿por qué razón? ¿Tiene un gran propósito definido? ¿Cuál es y qué planes tiene para alcanzarlo? ¿Sufre usted alguno de los seis temores básicos? En tal caso, ¿cuál o cuáles? ¿Dispone de un método para protegerse contra la influencia negativa de los demás? ¿Hace uso deliberado de la autosugestión para conseguir que su mente sea positiva? ¿Qué es lo que valora más, sus posesiones materiales, o el privilegio de controlar sus propios pensamientos? ¿Se ve influido con facilidad por los demás, aun en contra de su propio juicio? ¿Ha añadido el día de hoy algo de valor a su reserva de conocimientos o a su estado mental? ¿Afronta directamente las circunstancias que le hacen desgraciado, o evita la responsabilidad? ¿Analiza todos los errores y los fracasos y trata de aprovecharlos, o quizás adopta la actitud del que piensa que eso no es responsabilidad suya? ¿Puede citar tres de sus debilidades más nocivas? ¿Qué hace para corregirlas? ¿Anima a otras personas a que le expongan sus preocupaciones por simpatía? Durante sus experiencias cotidianas, ¿elige lecciones o influencias capaces de ayudarle en su progreso personal? Por regla general, ¿tiene su presencia una influencia negativa sobre los demás? ¿Qué hábitos de las demás personas son los que más le molestan? ¿Se forma sus propias opiniones o se deja influir por otras personas? ¿Ha aprendido a crear un estado mental con el que protegerse contra todas las influencias descorazonadoras? La ocupación a la que se dedica, ¿le inspira fe y esperanza? ¿Es usted consciente de tener fuerzas espirituales de un poder suficiente como para permitirle mantener la mente libre de toda forma de temor? ¿Le ayuda su religión a mantener una mentalidad positiva? ¿Cree que es su deber compartir las preocupaciones de los demás? En tal caso, ¿por qué? Si usted cree que los pájaros de un mismo género vuelan juntos, ¿qué ha aprendido de sí mismo mediante el estudios de aquellos amigos a los que atrae? ¿Qué conexión, si hay alguna, ve usted entre la gente con la que se asocia más estrechamente y cualquier infelicidad que pueda experimentar? ¿Sería posible que alguna persona a la que considera su mejor amigo sea, en realidad, su peor enemigo, debido a la influencia negativa que ejerce sobre la mente de usted? ¿Según qué reglas juzga quién es valioso para usted y quién es nocivo? Sus asociados íntimos, ¿son mentalmente superiores a usted o inferiores? ¿Cuánto tiempo de cada 24 horas dedica usted a: a) su ocupación b) dormir c) jugar y relajarse d) adquirir conocimientos útiles e) desaprovechar el tiempo? Entre sus conocidos, ¿quién de ellos a) le estimula más b) le previene más c) le desanima más? ¿Cuál es su mayor preocupación? ¿Por qué la tolera? Cuando otros le ofrecen un consejo no solicitado, ¿lo acepta sin cuestionarlo, o analiza sus motivaciones? ¿Qué es lo que más desea, por encima de todo lo demás? ¿Tiene intención de conseguirlo? ¿Está dispuesto a subordinar el resto de sus deseos a ése? ¿Cuánto tiempo dedica al día a conseguirlo? ¿Cambia de opinión con frecuencia? En tal caso, ¿por qué? ¿Suele terminar todo aquello que empieza? ¿Se siente fácilmente impresionado por los negocios o por los títulos personales, grados académicos o riqueza de otras personas? ¿Se siente influido fácilmente por lo que otras personas piensan o dicen de usted? ¿Valora a las personas por su estatus social o financiero? ¿Quién cree que es la persona más grande que vive en la actualidad? ¿En qué aspecto considera que esa persona es superior a usted? ¿Cuánto tiempo ha dedicado a estudiar y contestar a todas estas preguntas?”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 222
“Es posible que hasta ahora usted haya tenido una excusa lógica para no verse obligado a exigirle a la vida aquello que usted mismo le ha pedido, pero esa excusa ha quedado obsoleta, porque ahora usted está en posesión de la llave maestra que abre la puerta de las cuantiosas riquezas de la vida. La llave maestra es intangible, pero muy poderosa. Otorga el privilegio de crear, en la propia mente, un ardiente deseo de alcanzar una forma definida de riqueza. No hay ningún castigo por utilizarla, pero se ha de pagar un precio por no hacerlo. Ese precio es el fracaso. Si se la utiliza, en cambio, le espera una recompensa de enormes proporciones. Se trata de la satisfacción que nos produce conquistar el yo y obligar a la vida a entregarnos aquello que se le pide. La recompensa es digna de su esfuerzo. ¿Está dispuesto a empezar y convencerse?”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 233
“Las personas que no alcanzan el éxito tienen un rasgo característico común. Conocen todas las razones que explican el fracaso, y disponen de lo que consideran que son toda clase de justificaciones para explicar su propia falta de logros. Algunas de esas justificaciones son inteligentes, y unas pocas de ellas se hallan incluso confirmadas por los hechos. Pero no se pueden utilizar excusas para no tener dinero. El mundo que nos rodea sólo quiere saber una cosa: ¿ha alcanzado usted el éxito? Un analista del carácter compiló una lista de las excusas que suelen utilizarse con mayor frecuencia. A medida que lea la lista, examínese a sí mismo con cuidado, y determine cuántas de estas excusas ha hecho suyas, si es que hay alguna. Recuerde también que la filosofía presentada en este libro hace que cada una de estas excusas haya quedado obsoleta. SI no tuviera una esposa y una familia... SI tuviera suficiente empuje... SI tuviera dinero... SI tuviera una buena educación... SI pudiera conseguir un trabajo... SI gozara de buena salud... SI dispusiera de tiempo... SI los tiempos fueran mejores... SI otras personas me comprendieran... SI las condiciones que me rodean fueran diferentes... SI pudiera volver a vivir mi vida... SI no tuviera miedo de lo que ellos dicen... SI me hubieran dado una oportunidad... SI ahora tuviera una oportunidad... SI otras personas no lo hubieran conseguido por mí... SI no sucediera nada que me detuviera... SI fuera más joven... SI pudiera hacer lo que quisiera... SI hubiera nacido rico... SI pudiera conocer a la gente adecuada... SI tuviera el talento que algunas personas tienen... SI me atreviera a imponerme... SI sólo hubiera aprovechado las oportunidades del pasado... SI la gente no me pusiera nervioso... SI no tuviera que mantener la casa y cuidar de los hijos... SI pudiera ahorrar algún dinero... SI el jefe me apreciara... SI contara con alguien que me ayudara... SI mi familia me comprendiera... SI viviera en una gran ciudad... SI sólo pudiera empezar... SI fuera libre... SI tuviera la personalidad de algunas personas... SI no fuera tan gordo... SI mi talento fuera conocido... SI pudiera abrirme paso... SI pudiera librarme de deudas... SI no hubiera fracasado... SI supiera cómo... SI nadie se me opusiera... SI no tuviera tantas preocupaciones... SI pudiera casarme con la persona adecuada... SI la gente no fuera tan insensible... SI mi familia no fuera tan extravagante... SI estuviera seguro de mí mismo... SI no tuviera la suerte en contra... SI hubiera nacido bajo otro signo... SI no fuera cierto que lo que tiene que ser, será... SI no tuviera que trabajar tanto... SI no hubiera perdido mi dinero... SI viviera en un barrio diferente... SI no tuviera un pasado... SI tuviera una empresa propia... SI los demás me escucharan... SI..., y éste es el mayor de todos ellos, si yo tuviera el valor de verme tal y como soy en realidad, descubriría qué es lo que pasa conmigo, y lo corregiría. Entonces tendría la oportunidad de aprovechar mis propios errores y aprender algo de la experiencia de los demás, pues sé que me ocurre algo que no está del todo bien porque estaría donde debería estar si me hubiese pasado más tiempo analizando mis debilidades, y menos buscando excusas que las justificaran. Encontrar excusas con las que explicar el fracaso es un pasatiempo nacional. El hábito es tan viejo como el ser humano, ¡y fatal para el éxito! ¿Por qué la gente se aferra a sus mezquinas excusas? La respuesta es evidente. Defienden sus excusas porque ellos mismos las crean. Toda excusa es hija de la propia imaginación. Y está en la naturaleza del hombre defender lo que es producto del propio cerebro. Encontrar excusas es un hábito profundamente arraigado. Los hábitos son difíciles de romper, sobre todo cuando ofrecen una justificación para algo que hemos hecho.”
Napoleon Hill
Piense y hágase rico, pág. 229
No hay comentarios:
Publicar un comentario