FUEGO EN EL ALMA
Cuando nuestras almas están encendidas, se pueden consumir nuestras creencias y opiniones, acercándonos más a nuestra naturaleza esencial y al corazón de la sanación. Esos momentos de ardor interior han sido llamados las noches oscuras del alma.
Pág .18
Estoy convencida de que cada herida que sufrimos y que finalmente sana es una experiencia que le proporciona al alma el potencial para despertar nuestra voluntad de participar en la sanación de nuestro mundo.
Pág. 23
He llegado a creer sinceramente que estamos eterna e inmortalmente a salvo, aun cuando el mundo temporal en el que vivimos sea a menudo peligroso, violento e impredecible. Eso es optimismo espiritual.
Pág. 24
Es importante darnos cuenta de que podemos quedar empantanados en cualquiera de estas fases. Aunque tengamos treinta, cuarenta, sesenta u ochenta años, dentro de cada uno de nosotros existe un niño interior que sigue buscando amor incondicional y protegiéndose del rechazo y del dolor. Si ese niño no es curado, recrea el dolor del pasado que contamina nuestros pensamientos adultos, sentimientos y relaciones.
Págs. 65-66
Caemos como guijarros en los estanques de las almas de los demás, y la órbita de las ondas que producimos continúan expandiéndose, interconectándose otras muchas.
Pág. 72
La necesidad frustrada de encontrar significado trascendental conduce primero a sentimientos de aburrimiento y vacío... Si no se atienden, lo más probable es que esos sentimientos empeoren o conduzcan a problemas de segundo orden, como la adicción.
Pág. 83-84
Las necesidades frustradas de encontrar significado transpersonal pueden conducir no sólo a la adicción, sino también a una depresión grave (...) Cuando las preguntas esenciales empiezan a arder en nuestras almas, podemos elegir uno de entre dos caminos. Podemos ignorarlas y sentirnos deprimidos, aburridos o convertirnos en adictos o podemos asumir el desafío de explorar nuestras almas.
Pág. 84-85
La adicción es una fuente de ansiedad y/o depresión que suele pasarse por alto, tanto por parte del adicto como de sus personas queridas.
Pág. 118
Una herida que tiene un significado resulta mucho más fácil de curar que una herida que no lo tiene o que, peor aun', es interpretada como un castigo divino o como cualquier otra prueba de falta de valor personal.
Pág. 124
Sé que no podemos controlar el universo. A pesar de nuestros mejores esfuerzos, seguirán surgiendo circunstancias difíciles. Siempre estamos aprendiendo, siempre estamos creciendo, siempre chocamos contra las paredes de nuestras jaulas, que nos fabricamos nosotros mismos, a medida que la urgencia de libertad se hincha en nuestros pechos. Y si recordamos que el poder del amor nos apoya y que ayudantes visibles e invisibles surgirán para ayudarnos cada vez que recemos para solicitar asistencia, entonces encontraremos el valor para liberarnos de los lazos del pasado.
Pág. 180
Las noches oscuras del alma nos enseñan a despertar de nuestros sueños de limitación y a alcanzar la libertad que es nuestro destino.
Joan Borysenko
Si yo tuviera los ojos de Buda y pudiese ver a través de todo, discerniría las señales de la preocupación y la pena que cada uno de nosotros deja en las huellas tras su paso, del mismo modo que el científico capaz de detectar con el microscopio a los diminutos seres vivos que hay en una gota del agua del estanque. Camine de modo que sus huellas lleven sólo las marcas de una alegría pacífica y de una Completa libertad. Para hacerlo así, tiene que aprender a dejarse ir, a desprenderse de sus lamentaciones y preocupaciones. Ese es el secreto de la meditación andante.
Nhat Hanh, Una guía hacia la meditación andante. Tomado del libro de Joan Borysenko, Fuego en el Alma, pág. 240
Algunas personas creen que preocuparse es útil porque lo confunden con la planificación. Pero la preocupación es algo muy diferente a la planificación. Planificar tiene un propósito y un objetivo, es algo informado por la creatividad, conduce a un cambio constructivo y aumenta la energía. La preocupación, en cambio, no tiene propósito constructivo, está informada por el temor y conduce a la confusión y al agotamiento. Cuando se descubra a sí mismo preocupado, piense en cómo podría cambiar de marcha hacia una planificación constructiva, o des préndase de lo que no está ocurriendo y conecte con lo que sucede.
Pág. 242
Nunca consideré a las masas como responsabilidad propia. Miro al individuo. Sólo puedo amar a una persona a la vez. Sólo puedo alimentar a una persona a la vez. Sólo a una, una, una... Así es como se empieza... Así empiezo. Elijo a una persona... Quizá si no hubiera elegido a esa persona no habría terminado por recoger a 42.000. Todo el trabajo no es más que una gota en el océano. Pero si yo no pusiera esa gota, el océano tendría una gota menos. Lo mismo puede decirse de usted, de su familia, de la Iglesia a la que acude. Sólo hay que empezar... una, una, una.
La Madre Teresa, Palabras con las que vivir. Tomado del libro de Joan Borysenko, Fuego en el alma, pág. 251