Hay en cualquier vida, en todas las vidas, por distraídas o desastrosas que sean, momentos estelares que jamás se borran, impactos clamorosos que nunca se despintan. Son como sacramentos que imprimen carácter e imponen destinos.

Fernando Sánchez Dragó
El sendero de la mano izquierda, página 17

Mi idioma es la escritura. ¡Ojalá fuese todo lo demás silencio!

Fernando Sánchez Dragó
El sendero de la mano izquierda, página 21

Solo los tontos gastan saliva en demostrar lo evidente.
No busco prosélitos, no soy un apóstol, no tengo nada de lo que convencer a nadie…
… mis convicciones acerca de la sensatez no siempre coinciden con lo que el resto de la humanidad entiende por cordura.

Fernando Sánchez Dragó
El sendero de la mano izquierda, página 22-23


Si la felicidad –y no el amor, que conduce a ella y es su caldo de cultivo y la ley general del universo, pero en modo alguno la última meta de éste- constituye, como muchos creen (el dalai lama y yo, entre ellos), el propósito principal de la existencia, solo cabe considerar sabiduría, verdadera sabiduría, al conocimiento o conjunto de conocimientos que permiten alcanzarla. Lo demás es farfolla, mera información, triste erudición, simple almacenamiento de datos… o sea: agnosis.
(…)
La agnosis (el conocimiento) es fruto de la experiencia, no de la teoría. Se alcanza por el hacer y, en todo caso, por el sentir, no por el creer ni por el pensar. El código de conducta que propongo, y al que tantas veces he hecho ya referencia, es en realidad un código de buena conducta. No me importa que me llamen moralista. Lo soy.

Fernando Sánchez Dragó
El sendero de la mano izquierda, página 25


La corrección política consiste… en acatar la censura que el poder ejerce, convirtiéndonos así en súbditos del mismo, y en renunciar al ejercicio del pensamiento libre, convirtiéndonos así en cabezas de ganado. O en ganado sin cabeza.
(…)
Corrección política equivale… a incorrección oral.

Fernando Sánchez Dragó
El sendero de la mano izquierda, páginas 26-27


… el hombre de nuestros días está inmerso hasta el gollete en lo virtual (sinónimo, según el diccionario, de lo irreal… Vale decir: de la vida no vivida). Y eso sucede a causa de la dichosa corrección política. Ésta ignora el principio de realidad –como también lo ignora, y es curioso, la nueva economía- y convierte en zombis a sus usuarios. Ningún hombre que aspire a ser feliz debería caer en tan burda trampa.

Fernando Sánchez Dragó
El sendero de la mano izquierda, página 33


Quien busca la verdad no envejece.

Fernando Sánchez Dragó
El sendero de la mano izquierda, página 102


El hombre es un animal de costumbres, pero las costumbres pueden convertirnos en animales.

Fernando Sánchez Dragó
El sendero de la mano izquierda, página 104

No hay ibertad más honda que la de llegar a ser uno mismo.

Fernando Sánchez Dragó
El sendero de la mano izquierda, página 216




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