—¿Juras solemnemente por tu honor, sin estar influenciado por motivo mercenario o indigno alguno, que libre y voluntariamente te presentas candidato a los misterios y privilegios de la hermandad? —Lo juro —había mentido el iniciado. —Que te remuerda, pues, la conciencia —le advirtió el maestro—, y te sobrevenga una muerte inmediata si traicionas alguna vez los secretos que te serán revelados. En aquel momento, el iniciado no sintió miedo alguno. «Nunca descubrirán cuál es mi auténtico propósito aquí».

Dan Brown
El símbolo perdido, página 5


A veces una leyenda que perdura durante siglos… lo hace por una razón.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 29


—Lo siento, pero por mucho que evoque imágenes de cultos satánicos, la palabra «ocultista» en realidad significa «oculto» u «oscurecido». En tiempos de opresión religiosa, el saber contradoctrinal se tenía que mantener escondido u «oculto», y como la Iglesia se sentía amenazada, redefinió «oculto» como algo maligno, un prejuicio que ha sobrevivido hasta nuestros días.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 33


Amigos míos, la masonería no es una sociedad secreta…, es una sociedad con secretos.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 28




En la antigüedad, la mano de los misterios representaba la más codiciada invitación. Recibir ese icono era una convocatoria sagrada para unirse a un grupo de élite: aquellos que custodiaban el saber secreto de todas las épocas. La invitación no era sólo un gran honor, significaba asimismo que un maestro lo creía a uno merecedor de ese saber oculto. «La mano del maestro tendida al iniciado».

Dan Brown
El símbolo perdido, página 64


Llegará un día en el que la ciencia moderna empezará a estudiar seriamente los conocimientos de la antigüedad… Ése será el día en el que la humanidad comenzará a encontrar respuestas a las grandes cuestiones que todavía se le escapan.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 74


Te conozco desde hace tiempo, y el escepticismo es una de tus mayores virtudes como profesor. Pero también uno de tus mayores puntos débiles. Te conozco lo suficiente para saber que no eres un hombre al que le pueda pedir que crea…, sino sólo que confíe. De modo que ahora te pido que confíes en mí cuando te digo que este talismán es poderoso. Puede otorgar a su poseedor la capacidad de obtener orden del caos. Langdon se lo quedó mirando fijamente. La idea del «orden del caos» era uno de los grandes axiomas masónicos. Ordo ab chao. Sin embargo, la idea de que un talismán podía conferir algún tipo de poder era absurda, más todavía si se trataba del poder de obtener orden del caos.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 133


Los constructores de las pirámides egipcias son los antepasados de los modernos albañiles, y la pirámide, así como el resto de la temática egipcia, es un elemento muy común en el simbolismo masónico. —¿Y qué simboliza? —Esencialmente, la pirámide representa la iluminación. Es un símbolo arquitectónico emblemático de la capacidad del hombre antiguo para liberarse del plano terrenal y ascender al cielo, al sol dorado y, finalmente, a la fuente suprema de la iluminación.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 165


… los antiguos misterios (el saber perdido de los tiempos) siempre han sido considerados el tesoro más sagrado de la humanidad, y como todos los grandes tesoros, siempre ha sido cuidadosamente protegido. Los sabios ilustrados que conocían el auténtico poder de ese saber aprendieron a temer su increíble potencial. Eran conscientes de que, si ese conocimiento secreto caía en manos no iniciadas, los resultados podían ser devastadores; como hemos comentado antes, las herramientas poderosas pueden ser utilizadas para hacer el bien o el mal. Así, para proteger los antiguos misterios, y con ello a la humanidad, los primeros practicantes fundaron fraternidades secretas. Esas hermandades compartían su sabiduría únicamente con aquellos debidamente iniciados, transmitiendo los conocimientos de sabio a sabio. Muchos creen que podemos encontrar remanentes históricos de aquellos que llegaron a dominar los misterios… en cuentos de hechiceros, magos y curanderos.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 167


Malinterpretar los símbolos de una cultura suele ser origen de muchos prejuicios.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 198


… mantra meditativo de los masones: «Visita interiora terrae, rectificando invenies occultum lapidem». Sato se lo quedó mirando, casi impresionada. —¿Y eso qué quiere decir? —«Visita el interior de la Tierra y, al rectificar, encontrarás la piedra oculta».

Dan Brown
El símbolo perdido, página 201

«Dios mío». Volvió a mirar la pirámide truncada que descansaba sobre el escritorio. Su ápice era plano. Un pequeño cuadrado. Un espacio en blanco a la espera simbólica de la pieza final…, la pieza que transformaría la pirámide inacabada en una verdadera pirámide. Langdon se dio cuenta de que la pequeña pirámide que llevaba en la bolsa no era tal. Era un vértice. En ese instante, se dio cuenta asimismo de por qué únicamente él podía acceder a los misterios de esa pirámide. «Yo tengo la pieza final. »Y, en efecto, se trata de un… talismán». Cuando Peter le dijo a Langdon que el paquete contenía un talismán, éste se rio. Ahora se percataba de que lo que le había dicho su amigo era cierto. Ese pequeño vértice era un talismán, pero no de los mágicos…, sino uno más antiguo. Mucho antes de que los talismanes tuvieran connotaciones mágicas, tenían otro significado: «culminación». La palabra talismán provenía del griego telesma, que significaba «completo», y hacía referencia a cualquier objeto o idea que completaba otra y la convertía en un todo. «El elemento final». Un vértice, simbólicamente hablando, era el talismán definitivo, que transformaba la pirámide inacabada en un símbolo de completa perfección.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 211

Los misterios son demasiado vastos para estar escritos en la cara de una pequeña pirámide.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 218

—Mucha gente ha buscado los antiguos misterios y ha debatido sobre su poder. Esta noche, demostraré que los misterios son reales.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 220


—Hay algo que no entiendo —dijo Langdon—. Aunque pueda aceptar que esa sabiduría secreta existe…, y que de algún modo esa pirámide señala su paradero subterráneo…, ¿qué estoy buscando? ¿Una cripta? ¿Un búnker? Bellamy permaneció largo rato en silencio. Luego dejó escapar un suspiro y cautelosamente contestó: —Robert, según lo que he oído a lo largo de los años, al parecer la pirámide conduce a una escalera de caracol. —¿Una escalera? —Eso es. Una escalera que desciende bajo tierra… decenas de metros. Langdon no se podía creer lo que estaba oyendo. Se inclinó un poco más hacia Bellamy. —Según se dice, el saber antiguo está enterrado en el fondo.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 267


—Zachary, es difícil de explicar sin entrar en detalles. Pero este tesoro…, en esencia,

Dan Brown
El símbolo perdido, página 296


—¿Ah, ¿sí? ¿No es posible que sigamos viviendo en la Edad Media, que sigamos mofándonos de la teoría de que existen unas fuerzas místicas que no podemos ver ni entender? Si algo nos ha enseñado la historia es que las ideas peregrinas que ridiculizamos hoy un día serán verdades célebres. Yo afirmo poder transformar esta pirámide con un dedo y usted pone en duda mi cordura. Esperaba más de un historiador. La historia está llena de grandes cerebros que proclamaron lo mismo…, mentes brillantes que insistieron en que el hombre es poseedor de capacidades místicas de las que no es consciente.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 376




«El secreto está dentro…» Las últimas palabras de Katherine resonaron en su silente tumba. «El secreto está dentro…» Curiosamente Langdon cayó en la cuenta de que había oído esas mismas palabras muchas veces antes. «El secreto está… dentro». Incluso en un momento así daba la impresión de que los antiguos misterios se mofaban de él. «El secreto está dentro» era el principio fundamental de los misterios, que exhortaba al hombre a buscar a Dios no arriba, en el cielo…, sino más bien dentro de sí mismo. «El secreto está dentro». Ése era el mensaje de todos los grandes maestros místicos. «El reino de Dios está en tu interior», dijo Jesucristo. «Conócete a ti mismo», aconsejó Pitágoras. «¿Acaso no sabéis que sois dioses?», aseguró Hermes Trismegisto. Y la lista seguía y seguía… Todas las enseñanzas místicas de todos los tiempos habían intentado transmitir esa idea. «El secreto está dentro». Aun así, la humanidad continuaba mirando al cielo para ver el rostro de Dios.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 456


Peter tenía el cuerpo completamente rasurado. La espesa cabellera plateada había desaparecido, lo mismo que las cejas, y la piel lisa brillaba como si se la hubieran untado con aceite.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 476


—¿Tiene información que usted quiera ver? —No —replicó Sato con gravedad—. Tiene información que no quiero que nadie vea.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 483


—La verdad —repitió Solomon, dirigiéndose a la sala—. La verdad es poderosa. Si todos gravitamos hacia ideas similares, es quizá porque esas ideas son verdaderas… y están inscritas en lo más profundo de nuestro ser. Cuando oímos la verdad, aunque no podamos comprenderla, la sentimos resonar en nuestro interior, la sentimos vibrar al unísono con nuestro saber inconsciente. Posiblemente la verdad no se aprende, sino que se recuerda…, se rememora…, se reconoce… como aquello que ya llevamos dentro.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 494

Otra persona intervino. —¿Pero no trata el Apocalipsis del fin del mundo? El Anticristo, el Armagedón, la batalla final entre el bien y el mal… Solomon rio entre dientes. —¿Quién de ustedes estudia griego? Se levantaron varias manos. —¿Qué significa literalmente la palabra «apocalipsis»? —Significa… —empezó un estudiante, pero en seguida hizo una pausa, como sorprendido—. «Apocalipsis» significa «quitar el velo», «revelar». Solomon inclinó la cabeza en señal de aprobación. —Exacto. «Apocalipsis» significa, literalmente, «revelación». El libro de las Revelaciones, en la Biblia, predice la manifestación de una gran verdad de inimaginable sabiduría. El apocalipsis no es el fin del mundo, sino más bien el fin del mundo tal como lo conocemos. La profecía del Apocalipsis es uno de los maravillosos mensajes de la Biblia que han sido tergiversados. —Solomon avanzó hacia el frente del escenario—. El apocalipsis se acerca, créanme…, pero no se parecerá en nada a lo que nos han enseñado.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 495

Con la ofrenda de su ser, Mal’akh dejaría establecido su rango en la jerarquía de los demonios. El verdadero poder residía en la oscuridad y la sangre. Los antiguos lo sabían, y los maestros debían elegir bando, según su naturaleza individual. La elección de Mal’akh había sido sabia. El caos era la ley natural del universo, y la indiferencia, el motor de la entropía. La apatía del hombre era el terreno abonado donde los espíritus de la oscuridad plantaban su simiente. «Los he servido y ellos me recibirán como a un dios».

Dan Brown
El símbolo perdido, página 542


Grito con terror infinito mientras la oscuridad me consume entero y me devora.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 559


«Hay un mundo oculto detrás de lo que está a la vista de todos. Para todos nosotros».

Dan Brown
El símbolo perdido, página 564


—¿Me estás diciendo que crees que la Palabra Perdida es real… y que tiene verdadero poder? —Un poder enorme —dijo Peter—. Tiene el poder de transformar a la humanidad, mediante la revelación de los antiguos misterios.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 567


El Evangelio de san Marcos nos dice: «A vosotros es dado saber el misterio…, pero todas las cosas están en parábolas». Proverbios advierte de que los sabios hablan en «enigmas», mientras que la Epístola a los Corintios habla de «sabiduría oculta», y el Evangelio de san Juan anuncia: «Os hablaré en parábolas… y usaré palabras oscuras». «Palabras oscuras», repitió mentalmente Langdon, sabedor de que esa extraña frase aparecía en repetidas ocasiones en Proverbios, así como en el salmo 78. «Abriré mi boca en parábolas y evocaré palabras oscuras del pasado». El concepto de «palabra oscura», según había estudiado Langdon, no guardaba ninguna relación con una posible «maldad» de la palabra, sino que indicaba que su verdadero significado estaba escondido, oculto a la luz. —Por si te quedara alguna duda —añadió Peter—, Corintios nos dice abiertamente que las parábolas tienen dos capas de significado: «leche para los bebés y alimento sólido para los hombres», donde la «leche» es una enseñanza simplificada, destinada a las mentes infantiles, mientras que el «alimento sólido» es el mensaje verdadero, sólo accesible a las mentes maduras.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 597


William Blake insinuó que debemos leer entre líneas. Langdon conocía sus versos:
AMBOS LEEMOS LA BIBLIA
POR LA NOCHE
Y LA MAÑANA,
MAS TÚ LEES LO QUE DICE
Y YO LEO LO QUE CALLA.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 598


Actualmente, los inventos más avanzados del hombre se están utilizando para estudiar sus ideas más antiguas. Puede que la noética sea una ciencia nueva, pero en el fondo es la más antigua del mundo: el estudio del pensamiento humano.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 609


Si los pensamientos afectan al mundo, entonces debemos tener mucho cuidado con lo que pensamos. Los pensamientos destructivos también tienen su influencia, y todos sabemos que es mucho más fácil destruir que crear.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 614





—Como preámbulo de lo que voy a decirte —prosiguió ella—, me gustaría recordarte los mantras masónicos de «reunir lo que está disperso», obtener «orden del caos» y lograr la «unión». —Continúa —dijo Langdon, intrigado. Katherine bajó los ojos y le sonrió. —Hemos demostrado científicamente que el poder de cada pensamiento humano crece exponencialmente con el número de mentes que lo comparten. Langdon guardó silencio mientras se preguntaba adónde querría llegar ella con esa idea. —Lo que intento decir es que… dos cabezas son mejor que una, pero no son el doble de buenas, sino mucho más que el doble. Cuando muchas mentes trabajan a la vez, el efecto de sus pensamientos se multiplica exponencialmente. Es el poder inherente de los grupos de oración, de los círculos de curación, de los cánticos entonados al unísono y del culto practicado en masa. La idea de «conciencia universal» no es un vago concepto de la Nueva Era, sino una firme realidad científica. Si conseguimos controlarla y utilizarla, transformaremos el mundo. Ése es el hallazgo fundamental de la ciencia noética. ¿Y sabes algo más? Ya está pasando. Puedes sentirlo a tu alrededor. La tecnología nos está interconectando de maneras que nunca habríamos creído posibles: Twitter, Google, la Wikipedia y mil cosas más se combinan para crear una red de mentes interconectadas. —Se echó a reír—. Y te aseguro que en cuanto publique mi obra, el tweet más corriente de todo el Twitter será «estoy aprendiendo ciencia noética», y estallará el interés por la materia.

Dan Brown
El símbolo perdido, página 617


«Somos constructores —pensó—, somos creadores».

Dan Brown
El símbolo perdido, página 621



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