Los fantasiosos dan simplemente la espalda a la realidad, esperando que así desaparezca.

Colin Wilson
En la introducción del libro de Donald Tyson
El Necronomicon, página 12

Podría considerarse que Lovecraft empezó a morirse cuando se dio cuenta de que había extraído del lodo la última partícula de plata.

Colin Wilson
En la introducción del libro de Donald Tyson
El Necronomicon, página 17


T.S. Elliot indicaba que, si se examina con objetividad, la existencia humana tiene una calidad pueril. "Nacimiento, copulación y muerte.". Y el mismo Lovecraft nunca se cansaba de afirmar que nuestra propia cortedad de vista es la que nos permite conservar la tranquilidad de espíritu. No es pesimismo superficial, sino que se trata de una afirmación objetiva sobre la existencia humana. (Y, añadiría yo, no veo ninguna razón por la que no pudiera ser la base para una filosofía optimista o religiosa). Los seres humanos son como caballos con anteojeras, atrapados en un momento presente perpetuamente trivial. Cuando un niño llora sobre un juguete roto decimos que ha perdido la perspectiva. Pero si se piensa sobre ello de forma objetiva, puede verse que este acto es aplicable a todos nosotros. El arte y la ciencia son tan importantes porque nos permiten observar las cosas desde arriba, con una cierta perspectiva. Pero cuando un astrónomo deja su telescopio, tiene que buscar en su bolsillo la llave de la puerta principal. El tiempo nos tiene agarrados por el cogote. Por extraño que parezca, la mayor parte de las personas parece aceptar esto sin que les importe. Quizá se deba a que la mayoría de ellas están ocupadas en sus problemas cotidianos. Pero ni siquiera aquellas que no tienen demasiados problemas parecen ser capaces de aceptar esta extraña y trivial cualidad sin sentir que algo anda mal. Recientemente, una anciana dama, superviviente de la era eduardina, dijo por televisión que podía recordar la época en que la mayoría de caballeros no hacían nada útil con sus vidas. La mañana la pasaban en el club, la tarde jugando al billar y haciendo visitas, el atardecer jugando al bridge. Para mi, esto suena igual que una fórmula de locura. Para la mayoría de la gente, esto suena como una envidiable y placentera manera de emplear la propia vida. La respuesta, creo yo, es que en un pequeño porcentaje de la humanidad, aproximadamente un 5 por ciento para ser precisos, tiene una especie de anhelo incorporado de finalidad. Estas personas se conocen como el "5 por ciento dominante", y la misma cifra parece aplicable a los grupos animales. El por qué esto sucede así no hay nadie que pueda explicarlo. Probablemente, Lovecraft hubiese dicho que esto es puramente biológico. Para que una especie sobreviva, un cierto número de individuos debe poseer un impulso que los lleve más allá de las necesidades diarias. De otra forma, cuando alcanzase un cierto grado de bienestar y estabilidad, degeneraría rápidamente. De hecho, se sabe por la historia que las naciones se vuelven "blandas" cuando pueden vivir en el lujo, aunque dichas naciones a menudo consigan producir una gran civilización. Esto se debe a que su "5 por ciento dominante" posee un impulso que no se erosiona con el bienestar. Dichos hombres poseen, repito, un anhelo interior para la finalidad. El resultado sorprendente es que si se ven privados de una finalidad por las circunstancias de sus vidas, se convierten en unos seres frustrados y propensos al suicidio. Esta es la historia básica de los "marginados". Antes de que descubran una finalidad pueden estar cerca de la locura, sufriendo depresiones suicidas. Y el sentido de la finalidad puede tomar las formas más extrañas, como en el caso de George Fox, el fundador del Cuaquerismo, que iba andando por la ciudad gritando: "¡La desgracia caerá sobre la ciudad maldita de Litchfield!", conducta que en la actualidad lo conduciría al manicomio más cercano, o como Lawrence de Arabia, alistándose a la RAF como un ciudadano particular. Obsérvese por favor que no estoy diciendo que el 5 por ciento dominante sean hombres geniales frustrados. Pueden ser estúpidos y su predominio es posible que sólo les convierta en tiranos. Pueden ser deshonestos, y esto les convierte en unos timadores. Pueden ser supersexuados, y esto les convierte en unos sátiros o ninfómanas (puesto que hay tantas mujeres dominantes como hombres dominantes). Cada enlace sindical, cada sargento mayor, cada cantante de música pop y cada hombre de negocios con éxito, pertenece al 5 por ciento dominante. Está todavía por escribir un interesante libro sobre algunos "marginados" algo menores que fueron destruidos por el sentido de puerilidad. En él se podría incluir, por ejemplo, al Archiduque Rodolfo de Austria, que se suicidó con su amante en Mayerling, y al cantante de rock Elvis Presley, que murió de un ataque al corazón a los cuarenta y dos años. Los dos pertenecieron de forma natural a la minoría dominante, y se vieron privados de su propia expresión por una serie de circunstancias fuera de lo común: el Archiduque Rodolfo por ser hijo del Emperador Francisco José de Austria, y Elvis Presley por el inmenso éxito que lo convirtió en prisionero de su propia mansión.

Colin Wilson
En la introducción del libro de Donald Tyson
El Necronomicon, página 17


Los seres humanos son como caballos con anteojeras, atrapados en un momento presente perpetuamente trivial. Cuando un niño llora sobre un juguete roto decimos que ha perdido la perspectiva. Pero si se piensa sobre ello de forma objetiva, puede verse que este acto es aplicable a todos nosotros. El arte y la ciencia son tan importantes porque nos permiten observar las cosas desde arriba, con una cierta perspectiva. Pero cuando un astrónomo deja su telescopio, tiene que buscar en su bolsillo la llave de la puerta principal. El tiempo nos tiene agarrados por el cogote.

Colin Wilson
En la introducción del libro de Donald Tyson
El Necronomicon, página 17

Pero la realidad se niega a tolerar a los soñadores románticos: parece complacerse en zarandearlos hasta que sus dientes rechinan. Y esto es el motivo que el rechazo que del mundo del romántico se convierta en un furioso resentimiento. Sospecho que algunos de los románticos del siglo XIX se suicidaron a causa del resentimiento, de un deseo de "devolver a Dios su tiquet de entrada".

Colin Wilson
En la introducción del libro de Donald Tyson
El Necronomicon, página 20


He sugerido que se podría concebir la "personalidad total" como un círculo, como la Luna llena. Pero una persona que desarrollara su "personalidad total" sería casi un dios. Muchos de nosotros quedamos bastante más restringidos. Somos supercautos y estamos supertensos. Incluso la personalidad más vital y "abierta" no es probablemente mayor que una simple cuarta parte de la Luna. Ahora repito: lo extraño parece ser que, en algún sentido, la personalidad "total" no tiene que desarrollarse. Ya está ahí, como por ejemplo, la curiosa capacidad de los prodigios del cálculo. Estoy de acuerdo en que esto es una paradoja, pero existe un número tan grande de evidencias que hace pensar que es verdad. Nos "restringimos" a nosotros mismos. Por ejemplo, alguien puede sentirse débil, nervioso y enfermo sencillamente por no poder "abrirse", relajarse en la personalidad más amplia. Algunas de las crisis que fuerzan a una persona a recurrir a sus reservas vitales pueden hacer que la enfermedad se desvanezca en una sola noche. Wilhelm Reich estaba empleando un concepto similar cuando hablaba de la "personalidad blindada", cuando una persona desarrolla ciertas características en forma de defensa: quedan atrapadas en el "blindaje", tomándolo por su "propio yo real". Por tanto, lo que estamos sugiriendo es que poseemos una personalidad más elevada, más amplia, que realmente puede "saber mejor" que el limitado yo cotidiano.

Donald Tyson
El Necronomicon, página 12


En su siguiente visita, mientras paseaban por la cima de una colina, Poe le dijo que tenía que hacer una "confesión". "La última vez que estuvo Vd. aquí le dije que yo despreciaba la fama". "Sí, lo recuerdo". "Es falso, me gusta la fama. Estoy loco por ella, la idolatro, bebería su gloriosa intoxicación hasta el último poso. Querría tener en cada aldea, cada pueblo y cada ciudad de la Tierra incienso ascendiendo en mi honor. ¡La Fama! ¡La Gloria! Son lo que dan a la vida el aliento y la sangre vital. ¡Ningún hombre vive hasta que es famoso! ¡Cuán amargamente contradije mi naturaleza cuando dije que no deseaba la fama, que la despreciaba!". Lovecraft, al igual que Poe, siempre adoptó una actitud magnánima con respecto a la fama,

Colin Wilson
En la introducción del libro de Donald Tyson
El Necronomicon, página 31


La esencia del romanticismo es un estado de relajación que parece explorar un mundo interior. Vivimos en el mundo de la realidad como un caballo dentro de su arnés, mantenidos siempre alertas por los latigazos del cochero. Y esto significa que estamos confinados en el mundo físico, atrapados en el presente. Lo interesante de los estados de relajación es que la mente deja de estar confinada en el presente. El cuerpo queda en reposo mientras la mente viaja. Y nuestros sentidos dejan de estar atados con la rienda corta. Puedo abrir una antología poética y evocar una sucesión completa de emociones entrando en cada poema con mi entera sensibilidad. Es como si alguien me hubiese dado una llave de un mundo que estuviese en el interior de mí mismo. En resumen, como si alguien me hubiese concedido un tipo de libertad casi desconocido por los seres humanos. Este es el verdadero ideal positivo de los románticos: esta extraña libertad.

Colin Wilson
En la introducción del libro de Donald Tyson
El Necronomicon, página 35




El mundo que subyace en los libros tiene su propia e independiente existencia.

Colin Wilson
En la introducción del libro de Donald Tyson
El Necronomicon, página 36



Cuando pienso en estos estados de deleite que experimento al leer poesía o escuchar música, puedo imaginar fácilmente un grado de libertad bastante mayor: la exploración de nuevos planos de existencia en mi interior. El punto de vista básico del romanticismo es considerar potencialmente al hombre como a un dios, dependiendo su evolución de la capacidad que tenga para explorar este nuevo reino de libertad interior. Es posible que estemos equivocados al concebir la evolución en términos físicos, en la evolución de la ameba al anfibio. Este desarrollo es infinitamente lento. Pero si la teoría de la "superconsciencia" de Huxley es correcta, y parece posible que lo sea en algún sentido, el hombre ya es un dios. Su problema consiste en explorar la "jerarquía de los propios yo".

Colin Wilson
En la introducción del libro de Donald Tyson
El Necronomicon, página 37


La tradición de la Cábala se deriva tanto del gnosticismo como del misticismo Merkabah. Su base es la creencia de que, tras su pecado, Adán dejó de estar en unión con Dios bajando a través de diez planos inferiores de consciencia a un estado de amnesia total. Su problema consiste en volver a subir a través de los nueve reinos que hay por encima de él, como el protagonista del cuento que debía escalar el cielo subiendo por la judía.

Colin Wilson
En la introducción del libro de Donald Tyson
El Necronomicon, página 37


Uno de los conceptos más importantes en magia es la "verdadera voluntad". Los seres humanos raramente desean algo muy profundamente, pero cuando lo hacen, ponen en marcha una especie de voluntad que es bastante más profunda que la cotidiana. Esta es la "voluntad" que el mago intenta controlar (Un hombre que desea mucho algo, digamos a una mujer o la caída de un enemigo, puede dirigir esta voluntad de forma completamente inconsciente).

Colin Wilson
En la introducción del libro de Donald Tyson
El Necronomicon, página 42


La razón por la que Cagliostro creyó firmemente que su masonería egipcia era superior a la corriente consistía en que aquella procedía de los orígenes de la magia y de la "filosofía oculta". El masón corriente debe conocer su Biblia. En cambio, el masón egipcio debía saber algo de astrología, alquimia, filosofía mística y magia ritual. Cagliostro conocía algo, quizá mucho, de todas estas materias. Los Maestres debían saber mucho más. El siglo posterior a la muerte de Cagliostro conoció una notable reanimación de la tradición mágica. De pronto, la magia fue de nuevo un tema de estudio serio. En Francia adquirió un enorme ímpetu debido a los escritos de Elifás Levi. En particular la Magia Transcendental, relacionaba las cartas del Tarot con la Cábala Judía. Macgregor Mathers, uno de los fundadores de la Orden Hermética del Amanecer Dorado, tradujo la Key of Salomon y la Sacred Magic of Abra-Melin the Mage. En Inglaterra surgieron toda clase de extrañas sectas masónicas. Algunas de ellas, como la Gran Logia de Menfis y la Orden Hermética de Egipto, eran evidentemente ramificaciones de la masonería egipcia de Cagliostro. Kenneth Mackenzie, un excéntrico erudito que compiló The Royal Masonic Cyclopedia, fue a París a postrarse a los pies de Elifás Levi y aprender de él sobre la Orden Hermética de Egipto. En resumen, al final del siglo XIX, la magia y la masonería habían quedado estrechamente en contacto. Y el hombre que fue más responsable que cualquier otro de su asociación fue Cagliostro.

Colin Wilson
En la introducción del libro de Donald Tyson
El Necronomicon, página 56


La Ciencia Oculta sostiene que si entes no reprimidos formados en el pensamiento son atraídos por la fuerza de la vida de su creador como una aguja por un imán, tiene lugar, con infernal deleite, una absorción de sus energías espirituales hasta producir el completo agotamiento del fluido de su vida.

En el Necronomicon: un comentario por Robert Turner del libro de Donald Tyson, El Necronomicon, página 86




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