Sí, yo era el padre de la teoría de lo posible, la misma que defendía que todo estaba conformado en base a posibilidades de la conciencia y, en consecuencia, que la realidad era el resultado de una de estas posibilidades. Cuando no miramos a un objeto, lo que existe de él son sólo ondas de posibilidades; cuando le prestamos atención, por el contrario, esas mismas ondas se transforman en partículas de experiencia, que son las que propician que el objeto en cuestión adquiera una forma determinada. El aspecto con el que lo vemos al fin. De modo que la realidad y la conciencia forman un todo coherente, son un campo continuo. El universo, en consecuencia, sólo puede existir si alguien lo observa.
Emilio Calderón
Círculos, pág. 32
… el mayor desorden de la mente consiste en creer que las cosas son de cierta manera, porque nosotros deseamos que así sean.
Emilio Calderón
Círculos, página 79
A veces nada resulta tan difícil como que dos personas que tratan de hablar en la misma frecuencia lleguen a sintonizar.
Emilio Calderón
Círculos, página 81
A lo largo de estos años, he descubierto ciertos aspectos de las criaturas que nos visitan de los que nos podemos aprovechar. Para empezar, no pueden permanecer en nuestro ambiente más que unos pocos minutos. Cuando vienen, se produce un encuentro —yo lo calificaría de choque o encontronazo— entre su realidad y la nuestra, que es mucho más densa. Su mundo, al que de manera invariable nos trasladan, resulta mucho más ligero. Es físico, al igual que el nuestro, pero al mismo tiempo también lo es mucho más etéreo e inconsistente. En esa dimensión, el tiempo no existe tal y como nosotros lo concebimos. Al menos, fluye de otra manera. De hecho, creo que los lapsos de tiempo perdido que presentamos los abducidos tienen que ver con este concepto del tiempo, más que con un mero borrado de los recuerdos.
Emilio Calderón
Círculos, página 103
A veces me asalta la sensación de que esos seres me han «implantado» la frialdad de la que hacen gala. Sí, de mí querían, quieren un recipiente. Nada más. ¿Acaso un recipiente se lamenta cuando lo vacían?
Emilio Calderón
Círculos, página 169
—Se trata de una pesadilla real —puntualizó—. Yo tengo mi propia opinión de lo que está sucediendo —Me gustaría escucharla. —Nos están colonizando, a través de nuestros propios cuerpos, controlando nuestras mentes. — ¿Quiénes y para qué? —Se trata de seres extradimensionales, capaces de adoptar cualquier apariencia, que es proyectada en nuestra mente. El cuerpo con el que los vemos, por tanto, es sólo un «hábito», por llamarlo así. Al principio, pensé que, simplemente, existían distintas especies de seres, grises pequeños, grises grandes, entidades con aspecto de reptiles, humanoides de apariencia nórdica, etc. Ahora estoy cada vez más convencida que el aspecto físico no determina la pertenencia a una u otra especie, sino que refleja la función social que tiene cada individuo dentro del grupo. El fin último de esta colonización silenciosa sería, por tanto, crear una raza híbrida.
Emilio Calderón
Círculos, página 219
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