Todo eso que llaman discreción, talento, ciencia, no es muchas veces sino vanidad y orgullo.

Goethe
Fausto


Un corazón dulce y sencillo es el más precioso don que la naturaleza puede conceder a sus hijos predilectos.

Goethe



El sentimiento lo es todo; la palabra, un sonido vano, el humo que oscurece la claridad de la celeste llama.

Goethe


¿Ves por aquella ventana de la iglesia la luz de una lámpara que arde en la sacristía? ¿Ves cuan débil es, cómo oscila y apenas puede crear un punto luminoso en el espacio? ¿Ves cómo las tinieblas la circundan por todas partes? Pues así es como dentro de mi alma luchan la luz y la oscuridad.

Goethe


Todo el mundo sabe hace tiempo que en el gran mudo se hacen pequeños mundos...

Goethe


No podía renunciar a la esperanza de llegar a ser cada vez más racional, de hacerme más independiente de las cosas exteriores, y aun de mí mismo. La palabra libertad suena tan bellamente.

Goethe


¿A qué hablar tanto de lo que es indispensable hacer? El que vacila, jamás está dispuesto.

Goethe


Entrad en lo íntimo de vuestro corazón y no pidáis más que a vos lo que no encontréis en los demás.

Goethe


En mi seno existen dos almas, que hacen terribles esfuerzos por separarse o destruirse mutuamente: la una, apasionada a los goces de los sentidos, se arrastra por el fango de la tierra; la otra, por el contrario, detesta las tinieblas y tiende sin cesar a elevarse hasta la mansión de los que fueron.

Goethe


El destino le acordó un espíritu que él es incapaz de contener.

Goethe

Las parcas arrollan indiferentes el hilo en sus usos: sucédense los acontecimientos confusamente, los seres discordantes encuéntranse y se entrechocan. ¿Quién es el encargado de aclarar esa confusión, de animar ese caos, de someterlo todo a las leyes del ritmo? ¿Quién es capaz de disponer ordenadamente los detalles, componer sonoros acordes, gritos agudos y pasiones furiosas, de modo que como resultado final produzcan un efecto armónico? ¿Quién presta su flébil calor y tenue claridad al sol que se hunde en el ocaso? ¿Quién da a la primavera las flores que sembró el camino de apasionada amante? ¿Quién tejerá la corona de verdes, inmarcesibles hojas? ¿Quién inflamará a los héroes para alcanzar tan noble recompensa? ¿Quién ha creado el Olimpo? ¿Quién congregó los dioses? El genio del poeta nos revela el poder del hombre.

Goethe

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