La cuestión no es si podemos cambiar la conducta humana, sino a qué precio.

Steven Pinker
La tabla rasa, pág. 255



La naturaleza humana es la razón por la que no sometemos nuestra libertad a los ingenieros conductuales.

Steven Pinker
La tabla rasa, pág. 256


Nuestras intuiciones sobre la vida y la mente, como nuestras intuiciones sobre la materia y el espacio, tal vez se hayan topado con un mundo extraño forjado por nuestra mejor ciencia. Hemos visto que la idea de la vida como un espíritu mágico unido a nuestro cuerpo no se lleva demasiado bien con la interpretación de la mente como la actividad de un cerebro que se desarrolla gradualmente. Otras intuiciones sobre la mente se sienten igualmente incapaces para seguir el avance de la neurociencia cognitiva. Tenemos todas las razones para pensar que la conciencia y la toma de decisiones surgen de una actividad electroquímica de las redes neuronales del cerebro. Pero cómo unas moléculas en movimiento producen unos sentimientos subjetivos (en oposición a simples cálculos inteligentes) y cómo elaboran decisiones que tomamos libremente (en oposición a una conducta causada) siguen siendo enigmas para nuestra psique pleistocena.
Estos rompecabezas encierran una calidad holística exasperante. Parece que la conciencia y el libre albedrío invaden los fenómenos neurobiológicos en todos los niveles, y no se pueden localizar en ninguna combinación o interacción de las partes. Los mejores análisis de nuestros intelectos combinatorios no ofrecen ningún punto en el que se puedan situar esos extraños entes, y los pensadores parecen condenados o a negar su existencia o a deleitarse en el escepticismo. Para bien o para mal, nuestro mundo siempre podría contener una brizna de misterio, y nuestros descendientes podrían considerar sin fin los eternos interrogantes de la religión y de la filosofía, que en última instancia giran en torno a los conceptos de materia y mente.

Steven Pinker
La tabla rasa, pág. 353


Con la violencia, como cçon otras muchas preocupaciones, el problema es la naturaleza humana, pero, al mismo tiempo, la naturaleza humana es la solución.

Steven Pinker
La tabla rasa, pág. 489



No hay comentarios: