"Actuar conforme con los principios de la moral no es sólo justo, sino también rentable."

Darío Salas Sommer


Atrevámonos a ser felices

Diciembre es el mes en el que cada cual, quiéralo o no, hace un balance interior de logros y fracasos del año.
Algunos se sienten muy contentos porque han logrado acrecentar su patrimonio económico, por el acrecentamiento de la familia al nacer nuevos vástagos, o por el prestigio social que han alcanzado.

Otros, sufren por la pobreza, la enfermedad, o el fracaso amoroso, pero el peor sufrimiento es el de los ancianos que, en algunos países, son descalificados a tal extremo que, como lo decía Ortega y Gasset, pasan a ser “como muebles viejos que estorban a todos”.
El mismo sostenía, con otras palabras, que los jóvenes son “sólo cuerpo y nada de alma” y los viejos “pura alma y casi nada de cuerpo”.

Cuando se junta la vejez, la enfermedad, y la pobreza, la persona vive esperando una pronta muerte que la libere del sufrimiento, y en vez de solicitar prosperidad y felicidad a Dios, como lo hacen otros, le piden que ponga fin a su lenta agonía.

Muchos se rebelan contra el ordenamiento social vigente, y viven esperando una revolución que propague el virus de la igualdad, o como está en boga decirlo, se logre “una buena distribución de la riqueza”.

Siempre me ha chocado este concepto, porque pareciera ser útil solo para los países ricos, ya que en los pobres hay poco o nada para repartir, pero siempre queda la sensación de que alguien se apropia indebidamente de la riqueza, lo que por cierto, genera mucha rabia, frustración, y envidia hacia los que tienen más.

De este modo, una gran mayoría espera una repartición de riqueza por decreto estatal. ¿O será “compartir pobreza?”.

Creo que es más apropiado enfocarse en crear riqueza entre todos y para todos, pero esto debe partir por lo más importante de todo, que es crear “riqueza interior”, que se refiere al desarrollo del contenido interno.

Esto se hace recuperando antiguos valores que hoy día parecieran extinguidos, como la generosidad, la caballerosidad, honestidad, honor, mérito individual, respeto por la opinión del prójimo, valorización de los ancianos, ayudar a los niños a desarrollar su carácter y voluntad, fin del machismo y la descalificación y, sobre todo, la buena comunicación con todas las personas.

Lo cierto es que son muchos los que creen que nuestra existencia carece de sentido y es obra del azar y la casualidad, y que da lo mismo hacer el bien o el mal, o que “democratitis” es igual que democracia.

En realidad, pareciera que los medios de comunicación le dieran la razón a esta creencia, ya que basta leer la prensa o mirar los noticiarios de la televisión para impactarse con la violencia, el odio, la envidia, el resentimiento, la frivolidad, el despropósito y la falta de carácter y voluntad del común de las personas.

Las continuas guerras, el terrorismo, las contiendas entre las multinacionales, la injusticia del sistema financiero y monetario, el hambre en el mundo, la cercana extinción de las fuentes de energía no renovables, la contaminación, y el desmesurado aumento de algunas enfermedades catastróficas, nos llevan a sospechar “que algo no anda bien”, como si hubiéramos perdido no sólo la brújula sino también el sextante.

Nos hemos acostumbrado de tal manera a esto que suponemos que todo lo que ocurre es normal, que “la vida es así” y no hay otra mejor.

Sostengo fehacientemente que podemos acceder a una calidad de vida tan elevada que no podemos imaginarlo.
El problema es que hay que ganársela mediante el esfuerzo personal, por lo cual es una posibilidad no deseada por indolentes y perezosos.

Quiero decir que es solo para quienes decidan tenerla y se dispongan a trabajar con entusiasmo en el desarrollo del mundo interno.

El notable científico ruso Nikita Moyseyev sostenía que la supervivencia de la civilización no depende de nuevos conocimientos científicos ni de nuevos programas educativos o sistemas económicos, ya que lo fundamental es que el hombre aprenda a vivir de acuerdo a las leyes de la naturaleza.

Afirmaba que: “La clave para que el Homo Sapiens sobreviva es encontrar la forma para que el hombre actual considere como principal prioridad el desarrollo de su mundo interno”.

En realidad, el desarrollo y evolución de la conciencia es lo único que puede salvar al mundo de la contaminación material, energética, y humana. En efecto, nuestro nivel de conciencia es demasiado primitivo, por lo cual la inteligencia está al servicio de las pasiones que nos poseen y no de nuestras cualidades superiores.

Vivimos en estado de vigilia carencial, controlados, mayoritariamente, por nuestro cerebro reptil y el sistema límbico y esto nos hace penosamente predecibles y vulnerables, mental, emocional, y físicamente.

No podemos resistir a la penetración de nuestros cerebros por parte de información ajena, que nos implanta continuamente programas destinados a vender productos tangibles e intangibles. Dicha información se instala en nuestros cerebros en calidad de “autónoma”, y no subordinada al yo, por lo que al final nuestro destino está entregado a una espesa red informática que habita en nuestros cerebros, que nos hace perseguir falsas metas para llegar finalmente al desengaño y la frustración.

En esta Navidad y fin de año, hagamos un balance objetivo de nuestras vidas, para establecer si estamos dilapidando oportunidades o tomándolas. Si estamos fracasando o somos exitosos, precisando también de que clase de fracaso o éxito hablamos.

Por mi parte, preconizo la necesidad de una victoria integral; no sólo el triunfo material sino también el éxito espiritual, en el sentido del desarrollo y evolución de la conciencia poniendo nuestro centro de gravedad en el ser y no en el tener.

Nuestros cerebros no podrán ser colonizados cuando nuestro yo permanezca en el ser, y así lograremos la verdadera y única libertad que es la interior.

Las leyes de la ecología interior nos permitirán tener una mente limpia, armónica, y equilibrada, y una conciencia superior que estará capacitada para contemplar una realidad más profunda y, por lo tanto, menos fragmentaria.

Todo esto, si de verdad deseamos ser libres y poseer una conciencia evolucionada con la que poder entrar a un mundo nuevo, más luminoso, bello, y armónico.

Allí tendremos la opción de iniciar una vida mucho más feliz y prospera, por encima de impulsos bastardos y emociones destructivas, y estaremos capacitados para ayudar a otros a encontrar el mismo camino.

Si es así, podemos contribuir a salvar el mundo resguardando la ecología interior del ser humano; no más pensamientos negativos; no más odio, envidia, ni rencor. Librarnos de la codicia y la deshonestidad, y tener solamente lo que nos ganemos merecidamente, sin engañar, manipular, ni defraudar a nadie.

Cumpliremos con la ley natural del universo que sostiene que “cada cual es su propio premio; cada uno, su propio castigo”.

¡Atrevámonos a ser felices¡ Olvidemos la hipocresía, desprendámonos de la imagen, seamos sinceros, realicemos la felicidad y la fraternidad.

El mundo sólo puede ser salvado si tú te salvas a ti mismo.

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo

Darío Salas Sommer
De su página web



"¿Cuáles son nuestros íntimos deseos? Sin duda alguna los nacidos en el Ser y que, en aras de la verdad, pueden ser denominados como propios a diferencia de aquellos que provienen del simbionte informático que, con la mayor de las certezas, son estructuras alienantes, camufladas como algo propio del individuo, al estilo de algunos virus que para no ser detectados se las arreglan para engañar al sistema inmunológico."

Dario Salas Sommer
Moneda Cósmica




"El primer paso para la solución de los problemas es el optimismo. Basta creer que se puede hacer algo para tener ya medio camino hecho y la victoria muy cercana."

John Baines seudónimo de Darío Salas Sommer



"El Sapiens, en su lucha inclemente por la existencia, hace que su aparato emocional y nervioso elabore ciertos elementos incorpóreos, pero de una extraordinaria potencia, los cuales “abandonan” el cuerpo humano en forma de vibraciones que son emitidas por antenas incorporadas en su unidad biológica, las cuales se encuentran orientadas y sintonizadas con la frecuencia de los Arcontes, que así “cosechan” esta fuerza y la utilizan con fines que no divulgaremos; volviendo a advertir que, de todos modos, cumplen una función cósmica.
Es así como el Sapiens es despojado inadvertidamente del producto más noble producido por él mismo, el destilado final de la experiencia humana... el “caldo aurífero” de su vida."

John Baines
Los Brujos Hablan (cap. IX) 



"En la mente tenemos la puerta de entrada a lo que conocemos con el nombre de cuarta dimensión o plano de la energía. Todo lo que puede ser imaginado por el hombre es una realidad en el plano de la energía y por lo tanto puede llegar a realizarse en el campo material."

John Baines

Los Brujos Hablan



“La Física Moral no constituye un conjunto de recomendaciones o ideas; está basada en ciertos modos de retroalimentación de energías sutiles, poco conocidas entre el hombre y la Naturaleza. Estas fuerzas, aunque etéreas, son absolutamente materiales y físicas, y no energías atribuibles a fenómenos supranaturales. Nos referimos, simplemente, a los pulsos de irradiación fotónica generados por las acciones, pensamientos y sentimientos de las personas, que abandonan sus cuerpos físicos internándose en el Universo a una velocidad equivalente, por lo menos, a la de la luz. El mecanismo físico de la moral se refiere a la condición especialmente femenina de la Naturaleza, que, como un útero cósmico, concibe los pulsos de fotones emanados de las personas, que portan la información vibratoria de sus particulares pasiones, para devolverles equivalentemente a lo que de ellas ha salido.”

Darío Salas Sommer


“La sociedad moderna, en pos del desarrollo material, puede llegar a perder el sentido profundo de la existencia. Estoy seguro que ustedes, líderes incondicionales de sus pueblos, al tomar decisiones acerca del desarrollo del orden mundial, comprendan, que la economía y los éxitos materiales solo pueden ser duraderos y seguros si están basados en los más profundos valores morales, éticos y espirituales.”

Darío Salas Sommer



"Los pensamientos que cruzan por nuestra mente en forma habitual son verdaderas piedras angulares sobre las que construimos nuestra vida material, mental y emocional. Cada pensamiento deja su huella y evoca un estado emocional equivalente a su significado y calidad."

John Baines


"Se argumentará que el Sapiens, a diferencia de otras especies, siembra, produce y labora sólo para sí mismo y no para otros seres. Esto es efectivo en lo que se refiere a los productos y materiales que el Sapiens emplea para su propia manutención. Ninguna especie, no humana roba al Sapiens el producto material de sus esfuerzos. No ocurre lo mismo, en cambio, con los frutos sutiles producidos por el árbol humano (sistema nervioso) en su existencia cotidiana.

Estos, son rápidamente "cosechados" por ciertos seres que se encuentran en una escala evolutiva mucho más alta que el ser humano, verdaderos dioses del espacio, que profitan del esfuerzo humano, pero que a la vez cumplen ciertas funciones cósmicas, es decir, ocupan un importante puesto en la economía universal. Ya los hemos mencionado anteriormente, llamándolos, los Arcontes del Destino."


John Baines




"Sostenemos que no puede haber un verdadero progreso espiritual y moral si el hombre no corta el cordón umbilical que lo une al computador central de la especie, el cual sustenta las características "bestiales." Este acontecimiento memorable, único, trascendental e irreversible, es el que se lleva a cabo en el seno de las verdaderas escuelas herméticas. Las otras, en cambio, no tocan para nada el alma animal del estudiante, limitándose a impartirle determinada enseñanza, la cual, con seguridad, será utilizada para bestializar aún más la inteligencia."



John Baines
Los brujos hablan



"Todo el conocimiento al que tenemos acceso es fragmentario, nuestra mente es fragmentaria, nuestro yo está compuesto por infinidad de fragmentos; y nuestra visión de la realidad está circunscrita a una pulgada cuadrada de conocimiento. Manejamos bien nuestro pequeño espacio, pero se nos escapa todo aquello que lo excede. Las personas no se entienden entre ellas porque cada una defiende su propio e ínfimo territorio, que permanece desvinculado de aquella realidad total a la que no tenemos acceso. ¿Es que acaso esa "realidad total" estará reservada sólo para los dioses o seres extraterrestres de privilegiada evolución? La verdad es que "la totalidad" está siempre a nuestro alcance porque formamos parte de ella, pero no logramos verla porque nos lo impide la imperfección de nuestro instrumento de conocimiento.
Nuestra capacidad cognitiva se encuentra afectada de trastornos funcionales que podrían convertirse en terminales, por lo que contemplamos sólo un minúsculo espacio de la realidad.
Las dolencias que nos afectan son:

-Un estado de vigilia carencial que nos obliga a vivir en estado de "duermevela", condición crepuscular en la cual fallamos en el proceso de armar la realidad en nuestros cerebros.
-Un sistema educacional erróneo de tipo memorista, en el cual "somos enseñados" desde afuera pero no aprendemos desde adentro, debido a que nuestro yo permanece pasivo.
-El estado de percepción subliminal que nos afecta permanentemente, ya que lo excepcional es la percepción en estado de vigilia superior.
-El implante informático que llevamos en nuestros cerebros, que es el caudal de información recibida indiscriminadamente.
-El caudal de información "insubordinada" que llevamos en nuestros cerebros. Esto se refiere a que dicha información no está subordinada al yo, sino a la fuente de la cual ha emanado.
A través de la extremada simplificación de esta exposición podemos darnos cuenta de que, en rigor de la verdad, "no pensamos", ya que "somos pensados". En efecto, ¿cómo podríamos pensar si no somos capaces de dejar de hacerlo? De este modo, nos convertimos en expositores obligados de la información que ha colonizado nuestras mentes a través del tiempo, sin que nos sea posible cambiar esto por medios comunes. Diciéndolo de otro modo: "Carecemos de la conciencia superior porque ésta no es una capacidad innata, sino que debe ser desarrollada".
Quien afirma estar en la plenitud de su conciencia pero no puede dejar de pensar a voluntad está equivocado. Existen muchos niveles de conciencia a los que no logramos acceder porque no poseemos las herramientas para hacerlo.
Hay quienes creen, erróneamente, que algunas drogas pueden incrementar la conciencia, pero esto es falso, porque ninguna droga puede hacer que una persona logre de improviso más conciencia de la que ya posee. Sostengo que la obtención de un estado de conciencia superior es la tarea más importante a que debe abocarse el ser humano para solucionar sus problemas contingentes y trascendentes. Sólo mediante esta capacidad podemos aspirar a un desarrollo con justicia y equidad, administrar correctamente los recursos naturales del planeta, unir a todos los países y culturas en un lazo de amistad y colaboración mutua, y declarar la paz en todo el mundo.
Creo que necesitamos líderes sabios en el sentido de la conciencia más que doctos en el saber enciclopédico, que posean valores espirituales y morales superiores, integridad interior, amplia visión de la realidad, e impersonalidad. Los países deben invertir en moral y en conciencia para que la moral deje de ser aburrida para la gente al comprender que representa un conjunto de leyes naturales que deben ser respetadas para llevar una vida plena y exitosa en lo espiritual y material.
Actuar moralmente significa hacerlo en armonía con las leyes de la naturaleza y no pretender negarla para conseguir la felicidad, como lo aconsejaba equivocadamente John Locke. Hay quienes argumentan que no hay diferencia entre "ser bueno o malo" y que esto es asunto de preferencia. Creo que la nueva moral debe basarse en postulados científicos que demuestren que ser malo es, a la larga, pésimo "negocio" y que, por el contrario, actuar de acuerdo a los principios del bien es rentable. En lo personal, he tenido el privilegio de comprobar científicamente cómo algunas violaciones morales provocan de inmediato una caída de las energías vitales, lo que explico y fundamento en mi libro Moral Para El Siglo XXI.
Estoy convencido de que las violaciones morales graves provocan un estado de caos y disgregación orgánica, energías que al entrar en disonancia con el orden y la armonía natural provocan a la larga un daño cerebral y orgánico mucho más serio. Años de observación y experiencia me han convencido de que el individuo sin conciencia superior es como un robot que marcha ciegamente por la vida, limitándose a ejecutar el programa que reside en su cerebro.
Estoy cierto de que aparte del hecho de existir no puede haber nada más importante en orden de prioridades que el desarrollo de una conciencia superior.
Lamentablemente, este tema ha sido manoseado por teóricos que no comprenden qué cosa es esta conciencia superior ni lo que representa verdaderamente: la puerta de entrada al uso total de la mente."

Darío Salas Sommer
De su página web



“…un camino que lleva al ser humano al dominio de sí mismo y a un auténtico desarrollo personal mediante el manejo voluntario de las Leyes de la Naturaleza, que le permite obtener el manejo consciente de la propia existencia. Es un libro dedicado a todos los sinceros buscadores de la verdad, a todos aquellos que anhelan liberarse del error, la ignorancia, la mentira y el dolor. De acuerdo con el Hermetismo, la estructura íntegra del Cosmos se encuentra en el ser humano y el manejo de estas fuerzas confiere al individuo una proyección cósmica. El verdadero sentido de la vida es que el hombre cumpla con el supremo deber de su existencia: encontrarse a sí mismo y lograr el pleno uso de su poder mental bajo la dirección de la Conciencia Superior, alcanzando entonces su trascendental destino: convertirse en “hombre estelar“.”

Darío Salas Sommer











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