"Cuando estalló el conflicto, tenía 18 años y ya era piloto civil, pero en Chile no me daban la oportunidad de volar. Dada mi ascendencia vasco-francesa, opté por presentarme como voluntaria para formar parte del ejército libre de Charles De Gaulle. Pero los franceses no sabían qué hacer conmigo. Confundieron mi nombre con el de Marcel; es decir, pensaron que era hombre. Y como no usaban pilotos mujeres, me mandaron a realizar labores de empleada doméstica en una casa de reposo para aviadores. Así es que me las ingenié para ingresar a la Real Fuerza Aérea de Gran Bretaña. Junto a otras 165 mujeres, formé parte del grupo de auxiliares de Transporte Aéreo. Era difícil, teníamos que volar en pésimas condiciones, con un mínimo de visibilidad y estaba prohibido el contacto con tierra, porque los alemanes podían escuchar."

Margot Duhalde



"Había examinadores que no querían agarrar los controles de vuelo porque pensaban que era inseguro volar con una mujer a los mandos del avión."

Margot Duhalde Sotomayor


"Los hombres dijeron siempre que las mujeres no iban a ser capaces de volar esos aviones. Y después tuvieron que agachar el moño nomás, porque en realidad volamos igual que ellos."

Margot Duhalde


“Los hombres estaban convencidos de que ellos eran los únicos que podían hacer las cosas. Los criaron así, no es culpa de ellos tampoco. A nosotras las mujeres siempre nos miraron en menos y ahora, recientemente, se están dando cuenta que somos iguales o incluso mejores."

Margot Duhalde


"No hay diferencia de vuelo entre un hombre y una mujer. Por el contrario, una mujer es más suave para manejar los equipos."

Margot Duhalde


"Teníamos que volar en condiciones terribles."

Margot Duhalde



"Terminada la guerra permanecí en Inglaterra, pero trabajando para la Fuerza Aérea Francesa. Al poco tiempo volví a Chile para ser piloto de una firma privada, fui controladora de tránsito aéreo e hice instrucción de vuelo en clubes nacionales. Me casé no una, sino tres veces. Sin embargo, para mis parejas fue difícil entenderme. Durante los adiestramientos, a veces tenía que despegar de un minuto a otro, sin avisar y en varias oportunidades llegué a la casa al día siguiente. Eso, sumado al machismo del chileno, provocó que mis relaciones no prosperaran más de tres años. De mi segunda unión fallida nació mi único hijo, que me dio dos nietos. Aunque los veía muy poco, porque se fueron a vivir fuera de Santiago. Jubilé a los 81 años y pasé mis últimos días en mi departamento, acompañada por mi perra y mi gato."

Margot Duhalde












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