SINTAXIS

Un hombre mirando fijamente sus ecuaciones dijo que el universo tuvo un comienzo. Hubo una explosión, dijo. Un estallido de estallidos, y el universo nació. Y se expande, dijo. Había incluso calculado la duración de su vida: diez mil millones de revoluciones de la Tierra alrededor del Sol. El mundo entero aclamó; hallaron que sus cálculos eran ciencia. Ninguno pensó que al proponer que el universo comenzó, el hombre había meramente reflejado la sintaxis de su lengua madre; una sintaxis que exige comienzos, como el nacimiento, y desarrollos, como la maduración, y finales, como la muerte, en tanto declaraciones de hechos. El universo comenzó, y está envejeciendo, el hombre nos aseguró, y morirá, como mueren todas las cosas, como él mismo murió luego de confirmar matemáticamente la sintaxis de su lengua madre.


LA OTRA SINTAXIS

¿El universo, realmente comenzó? ¿Es verdadera la teoría del Gran Estallido? Éstas no son preguntas, aunque suenen como si lo fueran. ¿Es la sintaxis que requiere comienzos, desarrollos y finales en tanto declaraciones de hechos, la única sintaxis que existe? Ésa es la verdadera pregunta. Hay otras sintaxis. Hay una, por ejemplo, que exige que variedades de intensidad sean tomadas como hechos. En esa sintaxis, nada comienza y nada termina; por lo tanto, el nacimiento no es un suceso claro y definido, sino un tipo específico de intensidad, y asimismo la maduración, y asimismo la muerte. Un hombre de esa sintaxis, mirando sus ecuaciones, halla que ha calculado suficientes variedades de intensidad para decir con autoridad que el universo nunca comenzó y nunca terminará, pero que ha atravesado, atraviesa, y atravesará infinitas fluctuaciones de intensidad. Ese hombre bien podría concluir que el universo mismo es la carroza de la intensidad y que uno puede abordarla para viajar a través de cambios sin fin. Concluirá todo ello y mucho más, acaso sin nunca darse cuenta de que está meramente confirmando la sintaxis de su lengua madre.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, prefacio


—Cada guerrero, obligatoriamente, colecciona material para un álbum especial —siguió don Juan—, un álbum que revela la personalidad del guerrero, un álbum que es testigo de las circunstancias de su vida.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, página 9


Por lo general, los sucesos que cambian nuestro curso son asuntos impersonales, y a la vez extremadamente personales.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, página 10


Don Juan hizo una pausa; entonces volvió al tema del álbum. —Mi propio álbum, siendo acto de guerra, exigió una selección de muchísimo cuidado —dijo—. Es ahora una colección precisa de los momentos inolvidables de mi vida, y de todo lo que me condujo a ellos. He concentrado en él, todo lo que fue y lo que será significativo para mí. A mi parecer, el álbum de un guerrero es algo muy concreto, algo tan acertado que acaba con todo. No tenía yo ninguna idea de lo que don Juan quería, y a la vez, lo comprendía a la perfección. Me aconsejó que me sentara solo y dejara que mis pensamientos, ideas y recuerdos me llegaran libremente. Recomendó que hiciera un esfuerzo por dejar que mi voz interior hablara y me dijera qué seleccionar. Don Juan me dijo entonces que me metiera en la casa y me acostara sobre una cama que había allí. Estaba construida de cajas de madera y docenas de costales que me servían de colchón. Me dolía todo el cuerpo, pero cuando me acosté sobre aquella cama, me sentí verdaderamente cómodo. Tomé sus sugerencias a pecho y empecé a pensar acerca de mi pasado, buscando sucesos que me habían marcado. Muy pronto me di cuenta de que mi aseveración de que cada suceso de mi vida había tenido significado era una tontería. Al tratar de recordar, me di cuenta de que ni sabía dónde empezar. Cruzaban por mi mente interminables recuerdos y pensamientos disociados acerca de sucesos, pero no podía decidir si habían sido significativos para mí. Mi impresión era que nada había tenido ninguna importancia. Parecía que había pasado la vida como cadáver, con la facultad de caminar y hablar, pero sin poder sentir nada. Sin la menor concentración para seguir con el tema ni llevarlo más allá de un débil intento, lo dejé y me dormí. —¿Tuviste éxito? —me preguntó don Juan al despertarme algunas horas después. En vez de estar tranquilo después de haber dormido y descansado, estaba de nuevo bélico y malhumorado. —¡No, no tuve ningún éxito! —ladré. —¿Oíste esa voz desde las profundidades de tu ser? —me preguntó. —Creo que sí —mentí. —¿Qué te dijo? —No me puedo acordar —murmuré. —Ah, has regresado a tu mente cotidiana —me dijo y me dio un golpecito en la espalda—. Tu mente de todos los días se ha apoderado nuevamente de ti. Vamos a relajarla hablando de tu colección de sucesos memorables. Debo decirte que la selección de lo que vas a incluir en tu álbum no es cosa fácil. Es por esa razón que dije que hacer este álbum es un acto de guerra. Tienes que re-hacerte diez veces para saber qué seleccionar.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, página 14


Me tomó meses revisar experiencias de mi vida que creía significativas para mí. Sin embargo, al examinar mi colección, me di cuenta de que se trataba de ideas sin sentido alguno. Los sucesos que recordaba eran vagos puntos de referencia que recordaba de manera abstracta. Otra vez, tuve la sospecha inquietante de que me habían criado para actuar sin jamás sentir nada…
Me consideré un ser sin verdaderos sentimientos, alguien que solamente tiene una visión intelectual acerca de todo. Tomando las metáforas de don Juan como modelo, hasta construí una propia: un ser que vive su vida de forma indirecta en términos de lo que debería ser.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, página 16-17


Los sucesos memorables del álbum del chamán son asuntos que aguantan la prueba del tiempo porque no tienen nada que ver con él, y sin embargo, él está en medio de ellos. Siempre estará en medio de ellos, por lo que dure su vida y quizá más allá, aunque no de manera del todo personal.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, página 18


Los chamanes dicen que en cada explicación hay una disculpa escondida. Así es que cuando estás explicando por qué no puedes hacer esto o aquello, lo que estás haciendo en verdad es disculpándote por tus flaquezas, con la esperanza de que el que te escucha tendrá la bondad de comprenderlas.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, página 23


¿No ves? Como Madame Ludmila, cada uno de nosotros, joven o viejo, de una manera u otra, está haciendo figuras ante un espejo. Haz cuenta de lo que sabes de la gente. Piensa en cualquier ser humano sobre esta tierra, y sabrás sin duda alguna, que no importa quién sea, o lo que piensen de ellos mismos, o lo que hagan, el resultado de sus acciones es siempre el mismo: insensatas figuras ante un espejo.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, página 30


—Hay seres mágicos que viven en las montañas en los alrededores —continuó—, y actúan sobre la gente. Hacen que se vuelvan verdaderamente locos. Desvarían y divagan bajo su influencia, y cuando finalmente se tranquilizan, ya exhaustos, ni tienen idea de por qué se alocaron.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, página 58


La raza humana entera no quiere saber nada. Oyen solamente lo que quieren oír.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, página 64




—Ser chamán —continuó don Juan— no significa practicar hechizos, o tratar de afectar a la gente, o ser poseído por los demonios. El ser chamán significa alcanzar un nivel de consciencia que da acceso a cosas inconcebibles. El término «brujería» no tiene la capacidad de expresar lo que hacen los chamanes, ni tampoco el término «chamanismo». Las acciones de los chamanes existen exclusivamente en el reino de lo abstracto, de lo impersonal. Los chamanes luchan para alcanzar una meta que nada tiene que ver con la búsqueda del hombre común. Los chamanes aspiran a llegar al infinito, y a ser conscientes de ello.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, página 69

Don Juan siguió explicando que en el momento en que uno cruza el peculiar umbral del infinito, sea deliberadamente o como en mi caso, inconscientemente, todo lo que le pasa a uno desde ese momento, ya no está exclusivamente en el dominio de uno, sino que entra en el reino del infinito. —Cuando nos conocimos en Arizona, los dos cruzamos un peculiar umbral —continuó—. Y ese umbral no fue decidido ni por ti ni por mí; sino por el infinito mismo. El infinito es todo lo que nos rodea. —Dijo esto haciendo un gesto amplio con los brazos—. Los chamanes de mi linaje lo llaman el infinito, el espíritu, el oscuro mar de la conciencia, y dicen que es algo que existe allí afuera y que rige sobre nuestras vidas. Podía realmente comprender todo lo que me estaba diciendo, y sin embargo, no sabía de qué demonios estaba hablando. Le pregunté si cruzar el umbral había sido un suceso accidental, resultado de circunstancias impredecibles regidas por el azar. Contestó que sus pasos y los míos fueron guiados por el infinito, y que circunstancias que parecían ser regidas por el azar fueron en esencia guiadas por el lado activo del infinito. Lo llamó intento. —Lo que nos reunió a ti y a mí —siguió—, fue el intento del infinito. Es imposible determinar lo que es este intento del infinito, sin embargo, está allí, tan palpable como tú y yo. Los chamanes dicen que es un temblor en el aire. La ventaja de los chamanes es el saber que existe el temblor en el aire y asentir a él sin más. Para los chamanes no hay cavilaciones, preguntas, especulaciones. Saben que todo lo que tienen es la posibilidad de unirse con el intento del infinito, y lo hacen.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, página 72


El pronunciamiento más acertado de lo que es un nagual, y que articuló ese día en que lo encontré, es que el nagual está vacío, y que ese vacío no refleja el mundo, sino que refleja el infinito.

Carlos Castaneda
El lado activo del infinito, página 72



















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