"Alguien me recorre en un viaje a través de mi ser. Me he convertido en su casa. Fuera en los negros paisajes en los que muge la vaca, alguien finge ser. Desde esta perspectiva, se cierra el círculo en torno a mí. El corre por dentro y me rodea desde fuera. Esta es mi nueva situación. Y me gusta."

Unica Zürn



I

Todo esto ya existió,
otros hablaron de ello.
Tú te acuestas con tu cuerpo
incendiado y fangoso,
esquivas el calambre
la mancha
los hilos encontrados,
mientras alguien muy cerca te engulle
cuida de ti
te cría
en el vacío,
mientras alguien dice a tu madre
cuál es tu verdadero nombre.
Lo que había ahí también era la vida,
otro de sus cantos remedados,
lo que había ahí en el ciclo del hierro
en la forja:
tu pulpa en manos del verdugo,
apenas un arco
entre lo material
y la hipótesis.
Qué sucedería si el deseo fuera cierto
y fecundo,
qué sucedería si tu boca fuera tragada por la suya,
se cerraría entonces
el colapso impar y roto del miedo
la extrañeza de quien ama solo
a los aparecidos.

II

sombra sombra sombra
placa entre placas
desnivel
de mi hueso en la tierra
chirrido de las aves
santidad del verbo y de la pústula
santidad de las lenguas que se esconden
en mi lengua
yo que he guiado mis pasos
hacia el eje
yo
la escogida
a quien han hablado los cristales y las hojas
yo
la gran ensimismada
la que surca la materia espiral de un pensamiento
la que unge los espejos de rasguños
la que vivió una vida más alta
y murió una muerte más pura

Unica Zürn


“A los seis años, una noche un sueño la lleva al otro lado del espejo alto, con marco de caoba, que cuelga de la pared de su habitación. El espejo se convierte en una puerta abierta que ella cruza para salir a una larga avenida de álamos que conduce en línea recta a una casa pequeña. La puerta de la casa está abierta (...)  Aquella mañana la embarga una soledad inexplicable y entra en la habitación de su madre con el propósito-si ello fuera posible- de regresar por aquella cama al lugar del que ha venido, para no ver nada más. Entonces se le viene encima una montaña de carne tibia que alberga el espíritu impuro de aquella mujer, y la niña, despavorida, huye para siempre de su madre, de la mujer, ¡de la araña! Se siente profundamente herida. Y entonces aparece por primera vez la visión: ¡el hombre jazmín!”

Unica Zürn
El hombre jazmín



“Cansada de sufrir, empújame, perro –te lo ruego— hacia el vacío del fin. Es allí donde yo, ciega, tendrían que ver.”

Unica Zürn



"Como alguien que está a punto de ahogarse, busca un punto en el espacio al que aferrarse."

Unica Zürn


Cuando el jinete azul cayó…

"Nuestras manos se aferraron como anillos;
nos besamos como hermanos, en la boca.

Arpas se tornaron nuestros ojos
al llorar, en un celestial concierto.

Y nuestros corazones, ahora, son ángeles huérfanos.
Su divinidad, profundamente ofendida,
se ha extinguido en la imagen: destinos de animal."

Unica Zürn


"El que tema a la muerte que no juegue a ese juego. El que tema a la vida que no juegue a ese juego. El deseo de morir y la alegría de vivir se entremezclan de un modo horrible a los ojos de los enamorados sin futuro."

Unica Zürn




"Es mi destino el ser una eterna víctima."

Unica Zürn






“Nosotros, tu muerte, tejemos tu perpendicular en la tierra, mensajeros salvajes, amamos la muerte.”

Unica Zürn



“Por mucho tiempo escindida, desligada de todo engrudo, nunca una unidad.”

Unica Zürn


"¡Qué suerte estar antes del principio! Nada puede pasarnos porque no podemos chocar con nosotros mismos. Cuando la abandonan un millón de glóbulos rojos, cuando su cuerpo se cubre de innumerables manchas rojas de alegría, escribe en el manuscrito de una anémica: "Alguien me recorre en un viaje a través de mi ser. Desde esta perspectiva, se cierra el círculo. Él me recorre por dentro y me rodea desde afuera - ésta es mi nueva situación-. Y me gusta.
(...)
Cielo azul de mediodía en primavera, ¿cuántas veces te has oscurecido de pronto, cuando llega el vahído, la súbita desintegración de lo que uno llama su seguridad? Por lo menos una vez y me estremezco al pensarlo. Yo he visto con espantosa nitidez esta repentina negrura. Y es que no todo el que es aniquilado mira al cielo."

Unica Zürn
El hombre jazmín



"Saca del armario un pijama más bonito y se lo pone. Se mira al espejo por última vez. Imagina el golpe que su cuerpo dará en el suelo y las manchas de tierra y de sangre que habrá en el pijama. En el cementerio reinará un silencio de muerte y la gente se mirará con ojos de culpabilidad: ¿No sabéis que aquí hay una niña que se mató por amor? Y en adelante los padres serán menos severos y más cariñosos con sus hijos, para que no les ocurra lo mismo. Y piensa también en el duro y estrecho ataúd, en el que no podrá estirar los brazos y las piernas como hace en su cama blanda. Estará rígida como un soldado. ¿Y si no se mata al caer y la salvan?
(...)
Ya está casi oscuro en la habitación. Sólo llega a la ventana el resplandor de una farola de la calle. Ya le es indiferente morir "en suelo extraño" o en su jardín. Se sube al alféizar, se sujeta con fuerza a la cuerda de la persiana y ve su oscura silueta en el espejo. Le parece encantadora y empieza a sentir compasión de sí misma. "Se acabó", dice en voz baja, y antes de que sus pies se separen del alféizar, ya se siente muerta. Cae de cabeza y se desnuca. Su cuerpecito queda extrañamente doblado sobre la hierba. El primero que la encuentra es el perro. El animal mete la cabeza entre las piernas de la niña y empieza a lamer. En vista de que no se mueve, se tiende a su lado llorando suavemente."

Unica Zürn
Primavera sombría




“Ya está casi oscuro en la habitación. Sólo llega a la ventana el resplandor de una farola de la calle. Ya le es indiferente morir en suelo extraño o en su jardín. Se sube al alféizar, se sujeta con fuerza a la cuerda de la persiana y ve su oscura silueta en el espejo. Le parece encantadora y empieza a sentir compasión de sí misma. Se acabó, dice en voz baja, y antes de que sus pies se separen del alféizar, ya se siente muerta. Cae de cabeza y se desnuca. Su cuerpecito queda extrañamente doblado sobre la hierba. El primero que la encuentra es el perro. El animal mete la cabeza entre las piernas de la niña y empieza a lamer. En vista de que no se mueve, se tiende a su lado llorando suavemente.”

Unica Zürn
Primavera sombría



"Yo deseaba seguir dibujando más allá de los límites del papel, hasta el infinito…"

Unica Zürn



"Yo, la gran ensimismada, la que surca la materia espiral de un pensamiento, la que unge los espejos de rasguños, la que vivió una vida más alta, y murió una muerte más pura." 








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