"El espíritu no sólo usa de esta parsimonia, diversificación y graduación para venir al mundo en general, sino también para comparecer en cada uno de los hombres en particular. En la amiba, o en el infusorio, no hay sentires de ninguna clase; en el mamífero aparece ya el sentir estético o emoción, como acabo de decir; en el niño no hay intelecto, y en el adulto, sí. No es cierto que el hombre haya sido pergeñado a la
manera de una máquina, pero sí de una estructura hecha para albergar energías generadas interiormente, o captadas de algún origen: emociones, recuerdos, ideas. El cambio y desarrollo del organismo, al pasar de una a otra edad, supone una transformación de la capacidad de recoger, acopiar y sentir esas energías. A una mudanza de la entidad física y psíquica, corresponde, pues, una mudanza de la cantidad y calidad del espíritu domiciliado en ella.
Importa poseer un organismo capacitado para albergar los cuatro sentires que, según he dicho, constituyen el espíritu en la Tierra. Si solamente soy capaz de experimentar emociones, pareceré igual a la corza que, asustada o gozosa, corre por el bosque; si además soy también capaz de recordar y poner continuidad entre las cosas y los hechos, resultaré semejante al bantú, o a cualquier hombre infrahistórico; si con ello tengo facultad de hacer juicios y conexionar signos con sentido, según la estructura de la lógica, seré algo más;
y si, por último, uno a todo esto la facultad de intuir y
querer el deber-ser, seré lo mejor. ¡Memoria, emociones, intelecto, intuición ética! Con todo esto somos y pensamos, y no sólo con la razón. Si pensáramos sólo con la razón, y conforme a su método, la lógica, no podríamos enunciar más que insulseces y tautologías."

Miguel Espinosa
Asklepios


"En nuestros años juveniles le valoraba por el individuo más inepto, insensato y majadero que pergeñó la Naturaleza. Cierta vez llegué a definirlo como menos cinco hombres, lo cual venía a expresar, matemáticamente, que de la suma de Rosenditos Falces no cabía obtenerse una persona común, porque cuantos más Falces se conjuntasen, más necedad, disparate y locuciería se originaría. Pues bien: cuando arribo a esta ciudad, visito a Falces, acompañado de su mujer, Pili Zabala, y transcurro con ellos horas interminables. Rosendito posee automóvil, botillería, multitud de objetos e hijos rubios; Pili acopia vestidos de gala, joyas, cosméticos, vajillas inacabables y disposición a cenar siempre fuera del hogar. Nos reunimos beatíficamente; Rosendito ni siquiera alcanza a concatenar palabras para formar proposiciones; el vocabulario de Pili se limita a los signos que relevan productos de la industria; mas, como acaparan una renta casi igual a la mía, carecen de autocrítica; espetan lo que quieren, según les surge. Comemos, reímos; comparamos nuestros relojes, competimos sobre saberes vinícolas, exhibimos los zapatos, palpamos nuestros trajes, mencionamos nuestros jabones, elogiamos nuestros cortes de pelo, enseñamos los calcetines; hablamos de hoteles, de saunas, de sastres, de restoranes, de burritos alados, de gemelos para camisas; charlamos de manjares, de perfumes, de cadenas doradas, de afrodisíacos, de orquídeas, de ropa interior, de licores combinados, de truchas, de anguilas, de arroces, de arenques ahumados, de barbacoas.
Rosendito cuenta intimidades procaces, mientras palmea las rodillas de su esposa; Pili responde con otras obscenidades, al tiempo que sus párpados muestran un manchón: la pintura que se derrite."

Miguel Espinosa
La fea burguesía



“Eres la juventud y la belleza; también la bondad y la dulzura. Eres lo que yo no quiero perder nunca.”

Miguel Espinosa Gironés


Esperanza de Azenaia

Esperando al ser
que aviva mi intimidad,
bajo cielos y cielos,
confiado camino.

Acémilas que bajan
hacia el río y beben
tranquilas de las aguas,
sin albergar pensamientos:
éstos serán los felices años
cuya clara extensión
compartiré con Azenaia.

Ella apartará la idea.
La teoría, el sistema
y el espacio geométrico
que llamamos a priori;
ahuyentará el Entendimiento,
y, con sólo mirar,
me tornará voluntad
que fluye y fluye,
en el continuum ensimismada;
me hará como el Arte.

Traerá La mudez discursiva,
la intuición sensible del instante,
la posesión irracional,
y el ser mundo, no pensante,
suceso paciente, jamás agente.

No contar, no medir,
habitar un lugar sin premisas,
desobligado de la conclusión;
quedar, existir sin memoria,
sentir sin enjuiciamiento,
desconocer la necesidad;
querer, no desear, estar,
vivir la simpatía
y experimentar que la beatitud
es un modo de arbitrariedad:

Con sólo venir,
esto me traerá el ser
que aviva mi intimidad.

Miguel Espinosa Gironés



“Me encuentro arrancado de ti como la uña de la carne… Hace meses que estoy cansado, como tú sabes, cansado, acosado, en la ruina, enfermo. Este golpe tuyo me matará.”

Miguel Espinosa Gironés


“Qué dulce es abrir los ojos, desdoblar un papel y oírte sin descanso. No puedes imaginar cómo mi corazón se llena de vida cuando tiene tu voz en su interioridad.”

Miguel Espinosa Gironés


“Sólo la mediación produce arte; la inmediatez sólo es comunicación o información.”

Miguel Espinosa Gironés
escribió Miguel Espinosa a Mercedes Rodríguez, su amiga, su musa literaria


"Y el carlancón prosiguió: «En el Consejo de mañana, la Corporación Reflexiva decidirá emplazarte para los próximos Certámenes; si no concurres, perderás el cargo de Escoliasta Adjunto del Escoliasta Adjunto al Mandarín Escoliasta Interino, pues los jóvenes empujan indomables»."

Miguel Espinosa Gironés
Escuela de mandarines












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