Cuando el amor empieza a...

Entra en mis días arrogantemente
como el silencio después del golpe
de mazo del juez.
Me balanceo en la brisa más ligera
a lo largo del campo de trigo
aguardando la cosecha.
Llega cuando pienso que estoy segura
cuando pienso que todo lo que soy es sólo
          espina,
fuerte, sin pecho ni vientre,
sin ombligo –
como una bodega repleta de alimentos
almacenados para el invierno.
Titubeo un instante
preparada para empezar de nuevo
con la paleta limpia de un pintor
huella oscura en su centro.
Luego emprenderé el mismo viaje
cuyo final tan bien conozco:
una bala fría llena mi bolsillo
la que cada buen soldado guarda
para el día en que se encuentra sitiado.

Luljeta Lleshanaku
Lunes en Siete Días (Selección), publicado por Olifante Ediciones de Poesía en España



Los rezos secretos

"En mi familia
las oraciones se rezaban en secreto,
suavemente murmuradas bajo las mantas
y la congestión nasal,
un suspiro antes y un suspiro después
como finos apósitos esterilizados.

En el exterior de la casa
había una escalera de madera
apoyada todo el año contra la pared,
lista para reparar en agosto las tejas antes de las lluvias.
Nunca ningún ángel la subió
y ningún ángel la bajó,
sólo hombres que sufrían de ciática.

Se rezaba para tener un vislumbre de Ellos
en la esperanza de poder renegociar los contratos
o postergar los plazos.

"Señor, dame fuerzas", decían,
puesto que descendían de Esau
y tenían que contentarse con la bendición
concedida por Jacob,
la bendición de la espada.

En casa, rezar se consideraba una debilidad
lo mismo que hacer el amor.
Y al igual que hacer el amor
seguía después la larga
noche fría del cuerpo."

Luljeta Lleshanaku
Traducción al castellano: Jesús Jiménez Domínguez


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