A los ciento ochenta grados

1.
Ceder a la llamada del oeste
a estos carriles que te llevan
sobrepasan la hora
del encuentro
Llegas donde el recuerdo
donde el acto se hace metáfora
deslizamiento de lenguaje 
silencio
Con los ojos que te esperaron 
descubrir otra vez la montaña
más allá de la Tessala punto
de vista apartado.

2.
Hablas en pasado
de lo que queda por tapar 
en el roble que maltratan 
Gestos aferrados repetidos
balbuceo de notas corcheas 
en la superficie por pulir
por vivir
Centros dactilares -
heridas
articulas cada curva 
y te hundes lentamente 
en la memoria 
que no se ha de remendar.

3.
En la sombra del muro
última morada del sol
cita matutina
Percusión ritual
de la historia por venir
de la matriz labrada
Son los mismos dedos
que abrazan el camino
los carriles que se queman
la hoya
la linea de tiro
la espera sin aliento.

4.
No dices 
el orden de las cosas
el resurgimiento de la duda.

5.
No celebras
lo que está pasando
lo que se está acercando
entras en el silencio
a la hora convenida
es a los ciento ochenta grados
como te conjugas.

Samira Negrouche
Traducción desde el francés: Maider Barthe



Cuántas veces…

"¡Cuántas veces he querido olvidarte! He tomado aquel día la dirección

del oeste por un camino donde pasé por pueblos tan lejanos como el Far

West, he largamente pensado en ti dejándome conducir con mi comparsa de organizadas fugas.

Y después emprendí esta saliente al pie de la montaña donde el dromedario mineral abriga al mar de su imponente cuerpo y deja su sombra deslizarse hasta helar la humedad que asciende en mágica bruma.

A lo lejos, la puesta de sol sobre el azul agua, playas desnudas de protuberantes piedras, vi la felicidad concediéndosele en una última penetración.

En ese momento, recogí un guijarro blanco y negro a rayas.

En ese momento, lo habría hecho todo para que pudieras compartir mi placer."

Samira Negrouche




















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