Barcarola

"Al rayo de la luna,
fanal de mi fortuna,
que boga por el rio
ligero de ola en ola,
te cantaré, bien mío,
mi dulce barcarola.

Al golpe de los remos
durmamos y soñemos
que vamos por el rio
bogando de ola en ola
cantándote, amor mío,
mi dulce barcarola.

¡Que sueño mas precioso
que en este tiempo hermoso
por este mismo río
bogando de ola en ola,
cantándote, bien mío,
tu dulce barcarola!

O escucha: no cantemos,
durmamos o soñemos,
que al verte al lado mío
enamorada y sola…
siguió cantando el río
mi dulce barcarola."

 Rafael Pombo


Belleza y amor

"El mundo que tú hiciste! 
No hay templo, no hay palacio. 
No hay sueño que su encanto rivalice.

¿Porqué, porqué los hombres, 
Como envidiosos tigres. 
Viven aborreciéndose 
El breve tiempo que en el mundo viven?

Cuando aire, y cielo, y tierra 
Murmuran: ¡sed felices! 
¡Amaos unos a otros 
Y trabajad para llamaros libres!

¡Oh Padre, cuánto es bello 
El mundo que tú hiciste! 
¡Felices los que sepan 
Agradecerte, amarte y bendecirte!"

 Rafael Pombo


De noche

"No ya mi corazón desasosiegan
las mágicas visiones de otros días.
¡Oh Patria! ¡oh casa! ¡oh sacras musas mías!...
Silencio! Unas no son, otras me niegan.

Los gajos del pomar ya no doblegan
para mí sus purpúreas ambrosías;
y del rumor de ajenas alegrías
sólo ecos melancólicos me llegan.

Dios lo hizo así. Las quejas, el reproche
son ceguedad. ¡Feliz el que consulta
oráculos más altos que su dueño!

Es la Vejez viajera de la noche;
y al paso que la tierra se le oculta,
ábrese amigo a su mirada el cielo."

José Rafael de Pombo y Rebolledo 



Decíamos ayer
 (fragmento)

Aún veo sobre el carbón de tus pupilas
el arrebol fascinador de ocaso;
veo la vacada, escucho las esquilas:
va entrando en su redil paso entre paso.

Escucha, recelosa de la sombra,
la blanda codorniz que al nido llama
y al sentirnos parece que te nombra
y que por verte se empinó en la rama.

Escúchate a ti misma entre el concento
de aquella fiesta universal de amores,
cuando nos coronaba el firmamento
ciñéndonos de púrpura y de flores.

Esas flores murieron. Pero ¿has muerto
tú, fragancia inmortal del alma mía?
Años y años pasaron. Pero ¿es cierto
o es visión que existimos todavía?

Juntos aquí como esa tarde estamos,
y el mismo cielo es ara suntuosa
de aquel amor que entonces nos juramos
y hoy, en los mismos dos, arde y rebosa."

José Rafael de Pombo y Rebolledo 



“Dios lo hizo así. Las quejas, el reproche son ceguedad. ¡Feliz el que consulta oráculos más altos que su duelo!” 

 Rafael Pombo



El alma y el niño

"¿Dónde está Papá Divino? 
Preguntó a su niño el ama; 
Te daré un dulce en la cama 
Si me respondes con tino.

Y él, con sonrisa de cielo. 
Repúsole : Y yo, bah ! bah ! 
Te daré un rizo de pelo 
Si dices dónde no está."

 Rafael Pombo



“Era un lago como esos que hacen las nubes,
Con sus bordes de plata, con sus querubes,
con su vaivén;
Lago de medianoche, blanco y profundo;
como entre cielo y tierra, como en el mundo,
y fuera dél;
era una canastilla de desposada,
toda encajes y perlas, toda escarchada,
como a cincel.” 

 Rafael Pombo




Éxtasis

"¡Gran noche!… ¡Tanta majestad me aterra
tanta sublimidad me causa espanto!
Dios cobija el misterio de la tierra
con el misterio augusto de su manto.
Al son de aquella mística armonía
la inmensa tierra estático contemplo
como un cadáver, lívida, sombría,
bajo la santa bóveda del templo.
Esta sublime paz que me estremece
este silencio asombrador, profundo,
mas bien que una hora mundanal, parece
la víspera imponente de otro mundo.
Como una tregua entre la culpa inerme
y el rayo que se apronta a fulminarla,
cuando la pobre humanidad se duerme
Dios desciende en secreto a visitarla."

 Rafael Pombo



La pobre viejecita

"Érase una viejecita 
Sin nadita que comer 
Sino carnes, frutas, dulces, 
Tortas, huevos, pan y pez

Bebía caldo, chocolate, 
Leche, vino, té y café, 
Y la pobre no encontraba 
Qué comer ni qué beber.

Y esta vieja no tenía 
Ni un ranchito en que vivir 
Fuera de una casa grande 
Con su huerta y su jardín

Nadie, nadie la cuidaba 
Sino Andrés y Juan y Gil 
Y ocho criados y dos pajes 
De librea y corbatín

Nunca tuvo en qué sentarse 
Sino sillas y sofás 
Con banquitos y cojines 
Y resorte al espaldar

Ni otra cama que una grande 
Más dorada que un altar, 
Con colchón de blanda pluma, 
Mucha seda y mucho olán.

Y esta pobre viejecita 
Cada año, hasta su fin, 
Tuvo un año más de vieja 
Y uno menos que vivir

Y al mirarse en el espejo 
La espantaba siempre allí 
Otra vieja de antiparras, 
Papalina y peluquín.

Y esta pobre viejecita 
No tenía que vestir 
Sino trajes de mil cortes 
Y de telas mil y mil.

Y a no ser por sus zapatos, 
Chanclas, botas y escarpín, 
Descalcita por el suelo 
Anduviera la infeliz

Apetito nunca tuvo 
Acabando de comer, 
Ni gozó salud completa 
Cuando no se hallaba bien

Se murió del mal de arrugas, 
Ya encorvada como un tres, 
Y jamás volvió a quejarse 
Ni de hambre ni de sed.

Y esta pobre viejecita 
Al morir no dejó más 
Que onzas, joyas, tierras, casas, 
Ocho gatos y un turpial

Duerma en paz, y Dios permita 
Que logremos disfrutar 
Las pobrezas de esa pobre 
Y morir del mismo mal."

 Rafael Pombo


Las siete vidas del gato

"Preguntó al gato Mambrú 
El lebrel Perdonavidas: 
— Pariente de Micifú, 
¿Qué secreto tienes tú 
Para vivir siete vidas?

Y Mambrú le contestó: 
— Mi secreto es muy sencillo. 
Pues no consiste sino 
En frecuentar como yo 
El aseo y el cepillo."

 Rafael Pombo


Lo desconocido

(En el álbum de una bella desconocida)

"¿Qué instinto misterioso al hombre inclina
Al despego y frialdad por todo aquello
Que ya conoce, y a vestir de encanto
Y aun perseguir con afanosa industria
Todo lo que le es desconocido?

La cumbre azul de inaccesible monte,
La temblorosa estrella, el pajarillo
Que canta y no se ve, la forma vaga
Que definir las sombras no permiten;
El raudal que velado entre hondo bosque
Estrepitoso se derrumba; el río
Que por arcos de selva entrando vemos
A otro mayor do navegando vamos;
Una frase fugaz de amiga boca
Que a medias, percibimos; un sarao
Desde afuera escuchado; un pie que asoma
La media estrofa de un papel rasgado;
La inscripción rota, la actitud y asunto
Del torso antiguo, el fondo del estanque,
Los remotos orígenes del Nilo;
La ignota mano que escribió un billete
La nave que en la bruma se consume;
El crepúsculo incierto, grato al alma
Muy más que el esplendor del mediodía;
Los cuasi temas, los acordes sueltos
Que de lejana música nos traen
Las ráfagas del viento caprichosas;
El recién muerto, cuyo gesto inmóvil
Calla pertinazmente el gran secreto
Que fascinada el alma le pregunta;
El héroe muerto en flor, que siempre excede
A cuantos su epopeya remataron...
Hay en todo eso el íntimo atractivo
De lo desconocido o lo incompleto
Que a investigar o a completar provoca.

Oigo en todo eso un ¡búscame! irritante;
Imán de lo infinito a lo finito;
O una belleza de ilusión que acaso
La belleza real no alcanza nunca .
Parece que abrigara el alma humana
Tipos de toda perfección , los cuales
En infalible idealidad modelan
Los breves elementos que reciben;
Mientras que, si tentamos coronarlo
Con nuestros medios materiales, todo
De los sentidos la torpeza acusa.

Pero ese afán perseguidor envuelve
La mejor lucha de la vida, y llenos
Siglos y tierra están de sus conquistas.
De allí la ciencia, progresiva marcha
De lo noto a lo ignoto, a la cual deben
El cielo estrellas, y la tierra un mundo;
De allí el perdido Edén y de allí el Arte,
Cazador de hermosura, que delira
En volver a encontrar el Paraíso
De allí la Historia, la locuaz curiosa;
De allí el Amor, pues siempre en lo que amamos,
Algo, a nuestro pesar, desconocemos;
Y de allí, el desamor para el ingenio
Que, como un libro de escolar, permite
Que el corazón le aprenda de memoria;
Allí la Fe, visión de lo invisible;
Allí, en fin, el instinto, la conciencia
De un destino inmortal; de algo que abraza
Juntos misterio y solución de todo;
Unidad, perfección de perfecciones;
Causa primera y fin de cuanto existe;
Consciente posesión de lo absoluto
Ardiente vida en éxtasis inefable."

 Rafael Pombo




“Madre...voy a seguirte...ve tú delante que dándome el ejemplo, lo haré al instante.” 

 Rafael Pombo


Súplica

"Va entre sombras y luz mi pensamiento,
va entre amor y dolor mi corazón:
verte, es mi bien; no verte, mi tormento;
y el verte es, ¡ay!, par decirte ¡adiós!
¡Ser feliz lo que dura una mirada!
Ser nuestro amor secreto de los dos,
¡y no poder el alma enamorada
ir a ti en alas de mi triste adiós!
¡Ser mío tu corazón, y amando tanto
darme sólo un relámpago de amor!
De ese incesante enamorado canto
¡sólo escuchar la nota del adiós!
Mi bien, si me amas tú, si me adivinas
responde a las tinieblas a mi voz:
ciñe me así de flores o de espinas,
¡pero dame algo mas que un triste adiós!"

 Rafael Pombo


"Un corazón que para el nuestro sea
luz de esa vida y centro de ese mundo,
hogar del alma, santa panacea
y abrevadero al labio sitibundo..."

 Rafael Pombo
Preludio de primavera



"Y del rumor de ajenas alegrías sólo ecos melancólicos me llegan."

 Rafael Pombo






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