"A una jornada de camino, el bosque de Teille abriga un refugio forestal llamado del Grial; el escudo de armas de Ussat se halla adornado con una soberbia copa-Grial; una gruta excavada en el zócalo que soporta el castillo de Montreal-de-Sos presenta todas las apariencias de un ofertorio, y en una de sus paredes se encuentra un cuadro extraordinario: la lanza y la copa figuran en él y, al lado, dos cuadros encastrados uno en el otro con seis gotas de sangre y pequeñas cruces.

Otro argumento es el relato que narra la tradición popular en el que se habla de la cruzada de Raimundo IV en Tierra Santa antes de la epopeya cátara: lo representa trayendo la lanza que había atravesado el costado de Jesús. Y copa y lanza no se han separado nunca…"

Jean Blum
Tomada del libro La maldición de los exploradores de Lorenzo Fernández Bueno, página 237



"... en la primavera del año 1210, Simon vuelve a partir a la guerra. Se apodera de Bram, y para dar ejemplo, hace cortar los labios y la nariz y sacar los ojos a sus defensores. Uno de ellos, sin embargo, recibirá el beneficio de una relativa clemencia: conservará un ojo a fin de guiar el lamentable cortejo de ajusticiados hacia el castillo de Cabaret, próxima presa, a cuyos defensores se intenta espantar. En efecto, estos entregan las armas sin combatir."

Jean Blum
Tomada del libro La maldición de los exploradores de Lorenzo Fernández Bueno, página 230


"Que sólo existe un Dios. Que para los católicos es todopoderoso. Que para los cátaros debe contar con la oposición de fuerzas caóticas nefastas. Que el alma sobrevive a la muerte física. Que, según los católicos, su destino se juega en una sola vida. Que, según los cátaros, las puertas de las reencarnaciones llevan ese destino en este mundo hasta la purificación definitiva. Que el universo sensible ha sido creado. Que, según los católicos, es obra de Dios. Que, según los cátaros, es obra de Satán, hijo de Dios, pervertido por el caos del principio del mal. Que los ángeles y los hombres han pecado. Que, según los católicos, lo han hecho por ejercicio de su libre albedrío. Que, según los cátaros, lo han hecho por el dominio del principio del mal. Que el pecado tienta permanentemente a los vivos. Que, según los católicos, solo implica a su autor y encuentra su perdón en un sacramento. Que, según los cátaros, implica al universo entero y encuentra su redención con el esfuerzo consciente de una voluntad que acaba con el determinismo inicial [sic]. Que Jesucristo fue enviado para la redención del Mundo. Que, para los católicos, la salvación recompensa el cumplimiento de su ley. Que, para los cátaros, el Amor lleva en si mismo la salvación."

Jean Blum
Misterio y mensaje de los cataros, paginas 26 y 27
Tomada del libro de Sixto Paz, La antiprofecía, página 47

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