"Tomad tierra de verdad, bien impregnada de rayos del sol, de la luna y de los otros astros."

Huginus a Barma
Tomada del libro El Misterio de las Catedrales de Fulcanelli, página 56



Querido amigo, quizá me preguntarás: ¿dónde se puede encontrar el Agua o Magisterio de los Sabios? Ya que en Geber leemos: «Nuestra Agua es el Agua de las nubes» . En Aristóteles: «Nuestra Agua es un Agua seca» . En Hermes: «Extraemos nuestra Agua de un menstruo sórdido y maloliente» . En Danyín: «Nuestra Agua se encuentra en los viejos establos, las letrinas y las cloacas» . Y en Morieno leemos: «Nuestra Agua crece en las montañas y en los valles».

Has de saber que estas palabras no son comprendidas por los insensatos, en este caso creen que se trata del Mercurio. Sin embargo observa que los Filósofos no hablan del Mercurio, sino de una agua seca que reúne todos los espíritus minerales, el alma y el cuerpo, que los vuelve penetrantes; después de haberlos reunido los abandona, se separa de ellos y los deja en estado de fijeza. Dicha Agua se encuentra en todas las cosas que existen en el mundo; sin ella todos nuestros esfuerzos para alcanzar la Piedra de los Sabios serían inútiles. En efecto, ¿cómo, sin su ayuda, podríamos proporcionar el ingreso a nuestras materias preparadas?, es decir, darles la facultad de penetrarse mutuamente.

En Farmacia se reúnen varios simples, y se les extrae el jugo. Si queremos hacer una obra perfecta en el género vegetal, animal o mineral, debemos seguir este ejemplo. Pues, hay en todas las cosas un Agua seca por la cual se perfeccionan a sí mismas; es lo que hizo decir a Galeno que todos los mixtos, en los tres reinos, tienen su propia medicina para producir la piedra que les conviene, sin que les sea añadido nada extraño: Si uno quiere, pues, hacer la piedra o cualquier fijación o conjunción, debe hacerla con nuestra Agua seca.

También los tintoreros nos muestran un ejemplo a seguir: utilizan alizarina y alumbre en los tejidos que desean teñir de rojo. El tejido es el cuerpo, la alizarina es el alma y el alumbre, el espíritu. En efecto, sin alumbre el color no penetraría en el tejido y no se fijaría en él, se volatilizaría poco a poco y el tejido empalidecería, pues el color rojo es un espíritu y el alumbre participa del espíritu y del cuerpo; por lo cual, ocurre que al ser reunidos se penetran mutuamente. O bien, toma igualmente agua de lluvia y haz hervir en ella estas tres cosas y cuando, debido a la ebullición, el alumbre y el color hayan penetrado el tejido, tiéndelo; el agua se evaporará y el color permanecerá fijo. Lo mismo ocurre con nuestra piedra.

Aunque se hayan preparado los cuerpos, el alma y el espíritu del modo conveniente, nunca permanecerán unidos si no se penetran uno al otro por medio del Agua .

De aquí surge una multitud de errores en los que caen tantos Artistas por no conocer la naturaleza.

Además, debes saber que la tierra contiene las simientes de todos los seres, sus operaciones y sus virtudes, por lo tanto, es el receptáculo de todos los rayos y de todas las influencias del cielo; también está impregnada por los demás elementos y demás cielos; ella es el centro, el fundamento y, mejor dicho: la madre de todos los seres, ya que todos nacen de su seno, pues sabemos que es suficiente exponerla al aire libre, después de haberla purificado suficientemente, para que sea fecundada e impregnada por las operaciones y las virtudes celestes, hasta el punto de poder producir entonces por sí misma hierbas de toda clase, gusanos, insectos y átomos o laminillas metálicas. En ella se encuentran un gran número de Arcanos, y el espíritu de vida que es el primer nacido de la naturaleza celeste allí ya desarrolla su actividad.

En su centro también hay una tierra virgen compuesta por tres principios; la ley de la naturaleza es tal que si sabes separar dichos tres principios y, seguidamente, reunirlos a la manera de los Filósofos, serás poseedor del mayor de los tesoros. Hablando más claro: dicha tierra contiene en su seno tres principios sensibles. El primero es el nitro filosófico que la tierra ha concebido por las influencias del sol, de la luna y de los demás astros. Ya que si los rayos emanan del sol son más cálidos, de ello resulta una mayor cantidad de sal nitro central; la cual debe comprenderse no como nitro común, sino como nitro filosófico. El segundo principio que está oculto en esta tierra virgen es el espíritu celeste e invisible de la naturaleza, es decir, el espíritu del mundo encerrado en una sal sutil. El tercero es una sal fija que es como el receptáculo de los dos cuerpos anteriores que Dios ha puesto y, por así decirlo, plantado en su seno: de este modo estas tres sales están contenidas y ocultas en dicha tierra.

Al Sabio pocas palabras bastan; por otra parte, las explicaciones que vienen a continuación te presentarán la naturaleza bajo un aspecto tan hermoso y la pondrán tan nítidamente ante tus ojos, que no habrá nada más fácil que conocerla. Lee, medita, ruega y guarda silencio.

Tu amigo , H.A.B.

 Huginus a Barma
Prólogo del Saturnia Regna in Aurea Saecula Conversa 
traducción: A. Ballester











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