"El arte contemporáneo no puede existir sino como reflexivo; toda “belleza”, toda inmediatez, toda armonía deben serle negadas. Sólo la obra que liquida la idea misma de un dato en sí,de un Objectum, Gegenstand, como presupuesto de la reflexión discursivo-imaginativa, tendrá valor. (...) Disolviéndose, el arte se vuelve hacia el Comienzo, hacia lo Abierto, que no es un pasado “destinado a morir” en la apariencia del devenir, sino un Eterno Pasado."

Massimo Cacciari
El Dios que baila


“El mayor problema es siempre el de la ignorancia. Cuando Occidente, con Estados Unidos al frente, invadió Irak para derrocar a un tirano e implantar una democracia no tenía ni la menor idea de quiénes eran los suníes y los chiíes y carecía de un plan para cuando llegara la paz. En buena medida, los responsables del surgimiento del Estado Islámico somos nosotros. La ignorancia del otro, desconocer quiénes eran, cómo se relacionaban, sus tradiciones y proyectos: eso es lo peor. Y ahora el Estado Islámico nos ha declarado la guerra. Controla un territorio, tiene recursos económicos. Y en esa guerra está dispuesto a utilizar todos los instrumentos terroristas que estén a su disposición. ¿Pero en qué guerra no se ha acudido al terror para ganarla? ¿Qué nombre puede dársele sino a lo que ocurrió en Hiroshima? La situación es extremadamente peligrosa porque tenemos al enemigo en casa. Y eso nos coloca en una situación de impotencia.”

Massimo Cacciari


"En Virgilio la soledad humana se expresa a través del tiempo cósmico, mediante el "universal silencio" de la noche; en Dante la soledad marca un "momento de espanto" que atenaza al hombre en cuanto repara en su "autonomía moral individual"; en Petrarca, por naturaleza mucho más cercano a Virgilio, el centro del universo, el eje cósmico del recorrido de los astros del poeta latino es ya la memoria humana, el tormento, el pensamiento, el enardecimiento, el llanto del hombre; finalmente en Tasso, cuya lengua se encuentra sumamente "ennoblecida por la experiencia" y "en posesión de energías suficientes como para imaginarse capaz de tornar simples y fabulosas las propias palabras a fuerza de artificio" (p.814), el mundo se enmudece, las estrellas callan, las cosas mismas se quedan sin espacio. Es la representación de la soledad lo que aquí nos sorprende y apasiona.
Quizá sea en La noche del día de fiesta donde Leopardi recuerde "con más intimidad" el tema de Dido abandonada. No obstante, en este poema ya palpita una "nueva naturaleza", una naturaleza que proviene de la conciencia de un saber ausente en los precedentes autores clásicos: tanto la naturaleza como los astros, los hombres o los animales se encuentran unidos por un mismo sino, todos ellos participan de un destino común, todos ellos están federados en él. Ya no hay ningún curso divino de las cosas, no lo hay ni allá arriba ni aquí abajo. Ya no hay un lugar para las excelsas estrellas; ya tan sólo contamos con la luna, una muchacha durmiente que se detiene "sobre los tejados y los huertos", una "nocturna llama" que apenas trasluce una claridad blanca y nivosa, criatura tan efímera como nosotros, como el poeta insomne, que grita mientras canta sus "horrendos días, / en su aún verde edad", como esa muchacha que se encuentra soñando en el interior de su habitación sin que, en apariencia, la perturbe inquietud alguna. En definitiva, Leopardi evoca de este modo "una soledad sin refugio (...) de la que uno no puede ya evadirse recurriendo a Dios, a la memoria, a los juegos de palabras o a la inmortalidad de la naturaleza."

Massimo Cacciari
Soledad acogedora


“Es imposible construir lugares con valor simbólico en un espacio posmetropolitano. Se necesita quizá comenzar a proyectar en voz baja, modestamente, ‘yendo de paisano’.”

Massimo Cacciari



“Europa se destruye al marginar la filosofía.”

Massimo Cacciari


“Hablar de la ciudad en términos generales no tiene mucho sentido.”

Massimo Cacciari



“La gran idea romana que ha entrado en el ADN de Occidente es hacer de la orbis una urbs a fin de que el círculo mágico que apresa los límites de la ciudad coincida con el del mundo en toda su dimensión espacial y temporal.”

Massimo Cacciari



“No existe la ciudad, sino que existen diversas y diferenciadas formas de vida urbana. (…) La polis se refiere a la sede, morada y lugar donde tiene su raíz una gente. La civitas romana la forman un conjunto de personas que se reúnen para dar vida a una ciudad y se someten a las mismas leyes.”

Massimo Cacciari


"Sin embargo, aforismo aparece como definición; es el acto de establecer límites, de circunscribir-por lo tanto, significa expresar con exactitud, con absoluta propiedad, como lo era mediante la máxima francesa. ¿No está el origen mismo del término en contradicción con la forma en general del pensamiento nietzscheano? Pero aquí aforismo no vale, como se considerará luego en todo el «nietzscheanismo», hasta hoy en día, por «impresionismo», profundidad indefinible, oscilación «ensayística».[VI]Aforismo es aquí entendido en modo puramente clásico. El aforismo de Nietzsche es comprensible solamente restituyéndose a los orígenes clásicos de su pensamiento y de su prosa: a Herodoto y a Tucídides. Por consiguiente, aforística es la más adecuada definición-la más sobria, fría, desencantada. Aforística es la «téchne» del lógos político en Tucídides. Pero aforístico es, del mismo modo, en la interpretación de Nietzsche, el compás trágico.
Pero como el aforismo trágico no define una vía dialéctica de superación del destino («de muchos azares es dispensador Zeus...»), ni mucho menos moral como las «fatigosas investigaciones» de Tucídides definen la necesidad de la guerra y la racionalidad de los diferentes comportamientos en relación únicamente a ella-así el aforismo nietzscheano teoriza la relación necesaria del existir por parte del pensamiento, su absoluta relatividad. Definición, por lo tanto, pero de tal relación, de tal relatividad. Aquí aparece la cara oscura del aforismo nietzscheano, que nos lleva a aquella dialéctica sin conciliación de la que hemos partido para definir las diferencias con respecto a la «maxime». Aforismo no es definición solamente-sino definición-relativamente-a. Establecer confines es al mismo tiempo diferenciar, distinguir, separar. A la claridad apolínea de aquello que aparece, de aquello que se revela en el espacio «aforizado», se opone lo indeterminado-en torno, aquello que ha sido separado, distinguido- proscripto para que aquella revelación tuviese lugar. La claridad es absolutamente relativa a este indeterminado, a este espacio constreñido en la no-forma, segregado, proscripto de la claridad de la definición aforística. Pero esta claridad se refleja constantemente sobre el fondo de tal «oscuro». Más bien, ella asume sus rasgos, mucho más profundamente de lo que Nietzsche mismo hubiese intuido. «Apolo, en su significación envolvente, como símbolo de exaltación cognoscitiva, como apariencia (...) que alude a algo oculto, no sólo se amplía en Dionysos, o al menos es afín a él (...) sino que es el dios de la sabiduría, del mismo modo que lo es del arte, es el protector de la comunidad pitagórica».
El aforismo es la relación Apolo-Dionysos, tal como Nietzsche la ve. Definir es dividir. La dialéctica del lógos es sin conciliación téchne del diferenciar, del distinguir, del separar. Una cara es absolutamente relativa a la otra-así como el logos apolíneo está armado de arco y flecha como Ares-."

Massimo Cacciari
Aforismo, tragedia, lírica



"Tragedia es un término muy comprometido. Tragedia no es mera representación del conflicto, de la contradicción. Tragedia es representar el conflicto, la contradicción, en un espacio: un teatro, un ágora, frente a espectadores que se sienten pertenecientes a un thèos, a una pólis. La tragedia es un hecho eminentemente comunitario. ¿Cómo se puede establecer hoy esta situación? ¿Cómo resignificar la tragedia en esta época de nomadismo universal? ¿Dónde está el espacio, el lugar, la comunidad de la tragedia? Las nuestras no son tragedias, son dramas o comedias. Tener una tragedia significaría tener incluso un dios de la ciudad, sentir quepertenecemos no sólo a una ciudad sino a un dominio, a un sector, de lo divino. Llamamos tragedia a conflictos psicológicos entre individuos, entre singularidades, entre visiones del mundo, cuando se trata en realidad de dramas. La tragedia conlleva en sí una compresión de lo trágico, una palabra última, una “solución”. Éste es el significado que le daba Aristóteles: la catarsis. Es decir, al final de la tragedia hay una “solución” a través de la que uno se purifica, se “cura” del dolor que padeció atravesándola. Cuando asistimos a las tragedias contemporáneas, ¿dónde está la catarsis, dónde está la cura? ¿Cómo se puede hablar entonces de tragedia? Se pasa de un drama a otro drama, sin comprensión, sin que uno pueda tomar posesión del dolor. Creo que es del todo impropio hablar hoy de tragedia porque faltan los elementos de su quintaesencia: el lugar, el espacio, la comunidad, la capacidad de purificar el dolor."

Massimo Cacciari


"Venecia es una ciudad excepcional. Pero para vivir aquí es preciso construir una ciudad normal y Fondamenta (en veneciano fondamenta es el andén, la parte pavimentada a piedra que costea los canales) quiere ser, precisamente, un componente de una ciudad normal."

Massimo Cacciari










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