"A un alma libre en su ágil prisa le caen estrellas fugaces y lentos pensamientos."

John Donne
El progreso del alma



Alquimia de amor

"Algunos que más hondo que yo en la mina del amor han excavado
dicen dónde se halla su céntrica felicidad.
         Yo he amado, y poseído, y relatado,
mas, aunque hasta la ancianidad amara, poseyera y refiriera,
ese misterio escondido no habría de encontrarlo. 
         Todo, ¡ay!, es impostura.
Y como ningún alquimista obtuvo aún el elixir,
         mas su marmita repleta glorifica
         si por casualidad 
algo odorífero o medicinal le sobreviene, 
   así un deleite pleno y prolongado sueñan los enamorados,
   para obtener una noche de estío, de apariencia invernal.

Por esta vana sombra de burbuja ¿habremos de entregar
nuestro bienestar, esfuerzo, honor y vida?
         ¿En esto amor termina? ¿puede cualquiera 
tan feliz ser como yo si soportar puede
la burla breve de una representación de novio?
         Ese infeliz amante que asegura,
no es la médula del cuerpo; es de la mente,
         lo que él en ella angelical encuentra,
         igual jurar podría que escucha en el rudo,
crudo, griterío de ese día, las esferas.
   No esperes hallar inteligencia en la mujer: a lo sumo,
   dulzura e ingenio; momias , sólo, poseídas."

John Donne


Amor negativo

"Nunca tanto me abatí como aquellos
que en un ojo, mejilla, labio, hacen presa;
   Rara vez hasta aquellos que más no se remontan
   que para admirar virtud o mente:
pues sentido e inteligencia pueden
   conocer aquello que su fuego aviva.
Mi amor, aunque ignorante, es más audaz.
Fracase yo cuando suspire,
si he de saber qué desearé.

Si es simplemente lo perfecto
lo que expresarse no se puede
   sino con negativos, así es mi amor.
   Al todo que todos aman digo no.

Si quien descifrar puede
   aquello que desconocemos, a nosotros, conocer puede,
enséñeme él esa nada. Éste, por ahora,
mi alivio es y mi consuelo:
aun cuando no progreso, fallar no puedo".

Poema: "El corazón roto"

"Loco de remate está quien dice
   haber estado una hora enamorado,
mas no es que amor así de pronto mengüe, sino que
   puede a diez en menos plazo devorar.
¿Quién me creerá si juro
haber sufrido un año de esta plaga?
   ¿Quién no se reiría de mí si yo.dijera
   que vi arder todo un día la pólvora de un frasco?

¡Ay, qué insignificante el corazón,
   si llega a caer en manos del amor!
Cualquier otro pesar deja sitio
   a otros pesares, y para sí reclama sólo parte.
Vienen hasta nosotros, pero a nosotros el Amor arrastra,
y, sin masticar, engulle.
   Por él, como por bala encadenada, tropas enteras mueren.
   El es el esturión tirano; nuestros corazones, la morralla.

Si así no fue, ¿qué le pasó
   a mi corazón cuando te vi?
Al aposento traje un corazón,
   pero de él salí yo sin ninguno.
Si contigo hubiera ido, sé
que a tu corazón el mío habría enseñado a mostrar
   por mí más compasión. Pero, ¡ay!, Amor,
   de un fuerte golpe lo quebró cual vidrio.

Mas nada en nada puede convertirse,
   ni lugar alguno puede del todo vaciarse,
así, pues, pienso que aún posee mi pecho todos
   esos fragmentos, aunque no estén reunidos.
Y ahora, como los espejos rotos muestran
cientos de rostros más menudos, así
   los añicos de mi corazón pueden sentir agrado,
                                                              deseo, adoración,
pero después de tal amor, de nuevo amar no pueden.

John Donne



“Apenas vivimos el tiempo necesario para comprobar si un reloj de cuidada factura marcha bien o nos miente.”

John Donne



“... aquel que la belleza interior
ha encontrado, todas las exteriores aborrece,
pues quien ama el color y la piel
sólo ama sus vestidos más viejos.”

John Donne
La promesa


"Autoriza a mis ansiosas manos, y déjalas moverse delante, detrás, en medio, arriba, abajo."

John Donne



“¡Ay, qué insignificante el corazón, si llega a caer en manos del amor!”

John Donne



“Cada edad persigue un pecado diferente.”

John Donne


“Con riqueza se mejora tu patrimonio, con artes tu mente.”

John Donne


"Cuando el recíproco amor, de tal manera
a dos almas mutuamente anima,
esa otra alma más poderosa que fluye de ambas
domina los fallos de la soledad.
Y entonces nosotros, que somos esa nueva alma,
sabemos de qué estamos hechos y compuestos,
porque los Átomos de donde crecemos
son almas que ningún cambio puede invadir.

(...) Y si algún otro amante, como nosotros,
ha oído este diálogo de uno solo,
dejémosle que siga observándonos, pues poco cambio
verá cuando hayamos dejado nuestro cuerpo."

John Donne




“Cuando esté muerto, y los doctores ignoren el porqué,
Y la curiosidad de mis amigos
Me separe en pedazos para estudiarme,
Encontrarán tu imagen en mi corazón.”

John Donne
La miasma


"¿De dónde podríamos extraer mejor argumento, prueba más clara de que toda la grandeza de este mundo se basa en la opinión de los otros, y de que no posee realidad alguna en sí misma, ni capacidad de subsistencia si no es en el corazón del hombre? El cual siempre está activo y en movimiento, siempre ocupado, siempre aplicado en hacerlo todo y en proporcionar todas las facultades y los poderes con todo lo que halla en ellos. Pero si un enemigo se atreve a levantarse contra él, en seguida peligra y rápidamente queda derrotado por doquier. El cerebro aguanta más tiempo, y el hígado todavía más, ellos soportan una ocupación; pero un calor excesivo o un calor nocivo hacen estallar el corazón, como si fuese una mina, en un minuto. Y, sin embargo, comoquiera que el corazón tiene un derecho natural y de primogenitura, como es el hijo mayor de la naturaleza que tenemos, la parte que nace primero a la vida en el hombre, y las otras partes, cual hermanos menores o servidores de la familia, dependen de él, por eso se le cuida sobre todo a él, a pesar de no ser la parte más fuerte, al igual que el mayor, a menudo, no es el más fuerte de la familia. Y como el cerebro, el hígado y el corazón no forman un triunvirato en el hombre, una soberanía equitativamente repartida entre los tres para su bienestar, ni entre los cuatro elementos para su propio ser, sino que el corazón sólo ostenta el principado y el trono, como rey, los otros, como súbditos, si bien en un puesto y con una función eminentes, deben intervenir como los hijos hacen con sus padres, como todos hacen con sus superiores de cualquier clase, aunque esos padres o superiores, con frecuencia, no sean más fuertes que los que se someten por obediencia a los que son más débiles. Y esta obligación no se debe a un segundo dictamen de la naturaleza, a consecuencias o conclusiones de la naturaleza o derivadas de ella con el tiempo (como muchas de las cosas que nos limitan por la ley natural, pero no por la ley primera de la naturaleza: así todas las leyes de la propiedad de lo que poseemos se ajustan a la ley natural, que es darle a cada quien lo que le corresponde, mientras que según la ley primera de la naturaleza no existía la propiedad, no había meum o tuum, sino una comunidad universal de todas las cosas; asimismo, la obediencia a los superiores se ajusta a la ley natural, mientras que en la ley primera de la naturaleza no había superioridad ni magistratura), pero esta participación de todos para asistir al soberano, y de todas las partes al corazón, procede del primerísimo dictamen de la naturaleza, que es, en primer lugar, ocuparnos de nuestra propia conservación, cuidarnos a nosotros mismos ante todo. Por eso, en este momento el médico deja a un lado el cuidado del cerebro y del hígado, pues es posible que sobrevivan sin atenderlos de forma especial, pero no es posible que sobrevivan si perece el corazón."

John Donne
Meditaciones en tiempos de crisis



“Devuélveme mis ojos largamente descarriados, pues es ya mucho el tiempo que han estado sobre ti.”

John Donne


“El hombre ha tejido una red, y esta red ha echado
sobre los cielos, y ahora se los ha apropiado.”

John Donne


"El mar es tan profundo en la calma como en la tempestad."

John Donne



“En inmensa montaña,
escarpada y abrupta, se yergue la Verdad, y aquél
que a ella llegará debe dar vueltas y más vueltas.
Lo que a esa escarpa así se opone triunfa.”

John Donne
Sátira III


"En nuestro último despertar, condúcenos, Oh Señor, a la mansión y al pórtico del cielo, para entrar por ese pórtico y morar en esa mansión, en la que no habrá tinieblas ni resplandor sino una ecuánime luz, ni ruido ni silencio sino una ecuánime música, ni temores ni esperanzas sino una ecuánime posesión, ni fines ni comienzos sino una ecuánime eternidad."

John Donne


¡Feliz aquel, que ha puesto en su sitio
a sus bestias, y despejado su espíritu!…
Puede usar de su caballo, cabra, lobo y demás
¡sin ser, a su vez, el asno del resto!
De otro modo, no sólo es para ellos piara
sino aquellos demonios también, que les inclinaron
al desenfreno, haciéndolos aún peores.

 John Donne




“La belleza es a menudo infértil; los mejores cultivadores afirman
que la tierra mejor se halla en lo más inmundo.”

John Donne
Elegía 2. El anagrama


“La discreción es el alma del hombre sabio.”

John Donne


"La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque yo formo parte de la humanidad."

John Donne



"La pulga, aunque no mata a nadie, hace todo el daño que puede."

John Donne



“Las verdaderas alegrías, cuando mejores son, tienen mucho de sueño.”

John Donne


“¿Le es al sol, a la luna o a las estrellas por alguna ley prohibido
sonreír hacia donde se inclinan, o entregan su luz?”

John Donne
Amor confinado



“Lo simplemente bello jamás puede ser inadecuado.”

John Donne


“Los misterios del amor crecen en las almas.”

John Donne



“Mi amor, aunque ignorante, es más audaz.”

John Donne



“Monos en ricas vestiduras igual se llaman monos, y la luna
en eclipse o brillante igual se llama luna.”

John Donne
  


"Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy comprometido con la Humanidad; por consiguiente, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti."

John Donne



“Ningún hombre es una isla, algo completo en sí mismo; todo hombre es un fragmento del continente, una parte de un conjunto.”

John Donne




“No dejes que tu corazón profético
me vaticine ningún mal,
el destino puede tomar tu partido
y cumplir tus temores;
mas piensa que nosotros
sólo nos volvemos para dormir;
quienes se mantienen uno a otro
vivos, que nunca se separen.”

John Donne
Canción
  


“¿No es lo mismo
volar hacia otro mundo que morir?”

John Donne

  

“No le importa a quien escupe, sus malas palabras no lo tocan.”

John Donne



“Pero como las diversas almas contienen
mezclas de cosas, no saben qué,
el amor, a estas almas mezcladas, otra vez las mezcla,
y hace de las dos una, cada una ésta y aquélla.”

John Donne
El éxtasis

  
"Pueden amar los pobres, los locos y hasta los falsos, pero no los hombres ocupados".

John Donne

  

“¿Pueden los hombres herir más a las mujeres que expresando
que las aman por eso que ellas no son?”

John Donne
Elegía 18 El progreso del amor




“Pues aunque el alma del hombre
es recibida cuando el hombre es hecho, nace tan sólo
cuando muere. Nuestro cuerpo es la matriz
e igual que una partera la muerte la dirige hacia su casa.”

John Donne
El primer aniversario



“¡Qué feliz es aquél que ha dado el lugar justo
a sus bestias, y ha limpiado su mente de maleza!”

John Donne
Para Sir Edward Herbert en Juliers


“Que mi tumba pueda tener lo que es debido: un hombre que no fuera malgastado.”

John Donne



“Quien ama, si el fin justo y sincero
del amor no se propone, es uno que procura
el mar sólo por el mareo;
y el amor es un cachorro de oso, si lo lamemos demasiado
y lo forzamos a tomar formas extrañas,
erramos, y de lo que era un bulto un monstruo hacemos.”

John Donne
Elegía 18 El progreso del amor



“¿Quién arboló una buena nave para que quede en las bahías,
y no busque tierras nuevas y a todo se enfrente?
¿O construyó buenas casas, plantó árboles y enramadas
sólo para cerrarlas o dejarlas caer?
Lo bueno no es bueno a menos
que de ello mucho se posea;
pero se pierde con la codicia.”

John Donne
Amor confinado


“Quien hace del pasado molde para el futuro,
no da vuelta la hoja, mas sigue releyendo,
lo visto vuelve a ver, y oír lo ya oído,
y de su vida hace dos cuentas de rosario.”

John Donne
Amor confinado


"¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?
¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti."

John Donne
Devociones para ocasiones emergentes




“Quien posee su tierra bien arada echa allí toda su simiente.”

John Donne


"Sé tu propio palacio o el mundo será tu prisión."

John Donne


“Si alguna vez una belleza vi
que yo deseé y logré, era sólo un sueño de ti (...)
Mi rostro en tu ojo y el tuyo en el mío aparece
Y corazones sinceros en esos rostros reposan;
¿dónde encontrar dos hemisferios mejores
sin el inhóspito norte, ni un oeste que declina?
Todo lo que muere, no se mezcla en partes iguales;
si nuestros dos amores son uno, o, tú y yo
amamos tan por igual que ninguno en su amor ceja, ninguno puede morir.”

John Donne
El buen día


“... sirvientes somos de la opinión,
ese monstruo que nunca se viste de manera segura
y cuyo origen las gentes desearían conocer;
al comienzo sin forma, va creando sus maneras propias
y a las naciones, leyes y modas acaba prescribiendo.”

John Donne
Elegía 17. La variedad



“Soy un pequeño mundo arteramente hecho de elementos.”

John Donne



“Todas las cosas en el cambio se deleitan,
padre fructífero de nuestros apetitos.
Los ríos son más claros y placenteros
donde las bellas corrientes esparciéndose corren en amplitud
y el lago muerto que jamás saluda desconocida orilla
se corrompe a sí mismo y a lo que allí habita.”

John Donne
Elegía 17. La variedad



“Todas las religiones son rayos de un mismo sol.”

John Donne


"Todo está hecho pedazos, toda coherencia, desaparecida; todo lo que es justo y familiar, sustituido."

John Donne
An Anatomie of the World
Tomada del libro En defensa de Dios de Karen Armstrong, página 267


“Todos los reyes y sus favoritos,
toda gloria de honores, bellezas y talentos,
el sol mismo, que hace el tiempo con su paso,
es un año más viejo, ahora, que cuando
tú y yo nos vimos por primera vez:
todas las otras cosas, hacia su destrucción se acercan,
sólo nuestro amor no tiene decadencia,
carece de mañana y de ayer,
y corriendo, jamás se aparta de nosotros,
mas conserva, veraz, su primero y eterno último día.”

John Donne
El aniversario


“Tú, amor, me has enseñado, al instarme a amar allí donde amor no es recibido, a dar sólo a quienes tienen incapacidad probada.”

John Donne



“Ven a vivir conmigo, y sé mi amor, y nuevos placeres probaremos de doradas arenas, y arroyos cristalinos; con sedales de seda, con anzuelos de plata.”

John Donne



“Vienen hasta nosotros, pero a nosotros el amor arrastra, y, sin masticar, engulle. Por él, como por bala encadenada, tropas enteras mueren.”

John Donne



“Vivir en una sola tierra es cautiverio,
correr por todos los países es truhanería;
las aguas pronto apestan si en un lugar se estancan,
y en el vasto mar peor se contaminan:
mas cuando besan una orilla y al dejarla
jamás hacia atrás miran, sino la orilla siguiente,
entonces logran el estado más puro. El cambio es semillero
de música, de gozo, de eternidad, de vida.”

John Donne
Elegía 3. El cambio


"...ya que nada quieres de mí,
yo entierro algo de ti."

John Donne




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