"Abajo las infinitas piedras del desierto, montañas de
piedras, laderas, infinitas piedras sobre desierto como
un mar. Arriba el cielo, el cielo azul que cae. Las piedras
gritan al estrellarse con el aire, con el cielo que cae.
El desierto grita. Hay un muro de cal con nombres. Hay
un muro blanco y pequeñas botellas con flores de plástico
que gritan al doblarse bajo el viento."
Raúl Zurita
Fragmento de El desierto
Anteparaíso
Allá va la que fue mi amor, qué más podría decirle
si ya ni mis gemidos conmueven
a la que ayer arrastraba su espalda por las piedras.
Pero hasta las cenizas recuerdan cuando no era
nadie y aún están los muros contra los que llorando
aplastaba su cara mientras al verla
la gente se decía "Vámonos por otro lado"
y hacían un recodo sólo para no pasar cerca de ella
pero yo reparé en ti,
sólo yo me compadecí de esos harapos
y te limpié las llagas y te tapé, contigo hice agua
de las piedras para que nos laváramos
y el mismo cielo fue una fiesta cuando te regalé
los vestidos más lindos para que la gente te respetara.
Ahora caminas por las calles como si nada de esto
hubiese en verdad sucedido
ofreciéndote al primero que pase
Pero yo no me olvido
de cuando hacían un recodo para no verte
y aun tiemblo de ira ante quienes riendo te decían
ponte de espalda y tu espalda se hacía un camino
por donde pasaba la gente
Pero porque tampoco me olvido del color del pasto
cuando me querías ni del azul
del cielo acompañando tu vestido nuevo
perdonaré tus devaneos
Apartaré de ti mi rabia y rencor
y si te encuentro nuevamente, en ti me iré amando
incluso a tus malditos cabrones.
Cuando vuelvas a quererme
y arrepentida los recuerdos se te hayan hecho ácido
deshaciendo las cadenas de tu cuello
y corras emocionada a abrazarme
y Chile se ilumine y los pastos relumbren.
Raúl Zurita
"El amor,
ah sí el amor, llueven desde el cielo asombrosas
carnadas sobre la sombra de los peces en el mar."
Raúl Zurita
"Hubo
un amor que llueve, hubo un día claro que llueve
ahora sobre el mar."
Raúl Zurita
Las playas consteladas
"Las playas de Chile son la Utopía
Jubiloso Usted nunca podría decir
si se le fue el alma en ese vuelo
I. Dichosos.... ellos nunca podría decir si se les fue el alma
.... en este vuelo
II. Porque no fueron las playas la Utopía de Chile sino Usted
.... mismo era las costas que buscaron.... enceguecidos.... como
.... ánimas.... palpándose entre ellos
III. Donde ciegos cada vida palpó a tientas otra vida hasta que
.... ya no quedasen vidas sino sólo el vacío esplendiéndoles la
.... Utopía de entre los muertos .... descarnados .... tocándose.... como
.... el aire ante nosotros
IV. Y en que borrachos de alegría ni yo ni Usted podríamos decir
.... si se nos había ido el alma entre esos muertos desde donde
.... emergiendo todo Chile palpó las Utopías como si ellas mismas
.... fueran las playas de nuestra vida .... transfiguradas.... albísimas
.... encumbrándonos la patria en la elevada dichosa de este vuelo."
Raúl Zurita
Las playas de Chile I
"No eran esos los chilenos destinos que
lloraron alejándose toda la playa se
iba haciendo una pura llaga en sus ojos
No eran esas playas que encontraron sino más bien el clarear
del cielo frente a sus ojos ...albo ...como si no fuera de ellos
en todo Chile espejeando las abiertas llagas que lavaban
I. Empapado de lágrimas arrojó sus vestimentas al agua
II. Desnudo lo hubieran visto acurrucarse hecho un ovillo
sobre sí ...tembloroso ... con las manos cubriéndose el
purular de sus heridas
III. Como un espíritu ...lo hubieran ustedes visto cómo se
abrazó a sí mismo ... lívido ... gimiente ... mientras se le
iba esfumando el color del cielo en sus ojos
Porque no eran esas las playas que encontraron sino el volcarse
de todas las llagas sobre ellos... blancas... dolidas... sobre sí
cayéndoles como una bendición que les fijara en sus pupilas
IV. Porque hasta lo que nunca fue renació alborando por
esas playas
V. Ese era el resplandor de sus propias llagas abiertas en
la costa
VI. Ese era el relumbrar de todas las playas que recién allí
le saludaron la lavada visión de sus ojos
Porque no eran esas las costas que encontraron sino sus propias
llagas extendiéndose hasta ser la playa donde todo Chile comenzó
a arrojar sus vestimentas al agua radiantes esplendorosos
lavando frente a otros los bastardos destinos que lloraron."
Raúl Zurita
“Somos hijos de la muerte y el poema. Hay un día inmemorai, perdido en el fondo de nosotros mismos, en que alzando las manos del suelo un ser tembloroso vio la súbita inmovilidad de otro ser que hasta hace un instante corría, gruñía, hacía rechinar los dientes a su lado, y comprendió que aquello que acababa de suceder a ese otro le sucedería a él también. En el instante en que nace la muerte y la primera respuesta frente a ese hecho absolutamente inconmensurable, incomprensible, atemorizante, es el poema. En ese momento comienza la humano. El lenguaje es antes que nada el conjuro que levantan los hombres frente a la muerte. Lo que denominamos paisajes son grandes telones en blanco que la pasión de vivir va llenando en su tránsito hacia la muerte. No hay paisaje sin pasión. El poema es lo que media entre la pasión y el paisaje.”
Raúl Zurita
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