Eva

La Madre primigenia
despertó un día
y vio a sus dos hijos peleando:

El mayor ultimaba al menor.
Y ella miró al asesino
y ella contempló a la víctima.

Desde entonces aceptó Eva
su destino de mujer y paridora:

A nuevas criaturas ella alumbraría
y éstas, como antes aquéllas,
una a una y entrambas se matarían.

La muerte y sus números
Detrás de mi puerta oigo
pasos marciales por el corredor
y el crujir de las cremalleras.

Mi hijo, en silencio y con cuidado,
se prepara para salir
y mi hija se esconde en su refugio.

En uno de los cuartos
impactan los cohetes;
afuera zumba la moscarda
fétida, penetrante y ensordecedora.

Yo he perdido la cuenta
sobre cuántas y cuántos iraquíes
dejaron sus vidas bajo techo
-propio o ajeno-,
o sobre la anónima calle.

Y porque yo ahora estoy tan fatigada
y porque yo ahora no pretendo levantarme,
me digo y me repito:

Esto ya se ha hecho rutina
y no vale la pena exaltarse.

Mañana tendremos cohetes,
mañana tendremos explosiones,
mañana tendremos muerte y moscarda.

Salima Salih


Oblivion

"Yo he olvidado mi rostro,
he negado mi propio reflejo
y no recuerdo a las paredes de color
que cual palmas de mano dieran
calor y protección a mi nacimiento.

Yo me he extraviado
en el camino hacia mi hogar
y ahora, frente a mí, un nuevo Yo
que en nada se me parece,
que me es desobediente,
que ni me sigue ni elogia
a la ya existente y conocida
imagen de los espejos.

El viejo Yo todavía parpadea
y es luz que titila y se pierde
en el hoyo central del olvido;
el nuevo es enérgico y acaba,
con todo lo que en mí
de este y del otro pasado quedara."

Salima Salih


Patria

"He ahí la ansiada Patria
que por fin se nos devuelve
y que nos enorgullece
por sus codiciadas riquezas.

Ella otorga a los muertos
un paño limpio y digno.

Ella brinda a las madres la certeza
de poder agotar sus llantos
antes de caer en un sueño
calmo, largo y profundo."

Salima Salih











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