"A menos que Dios te haya levantado para esto, estarás agotado por la oposición de los hombres y los demonios. Pero si Dios está contigo, ¿quién puede estar en contra de ti?"

William Wilberforce



“Con cada día que pasa, me vuelvo más sensible al hecho de que mi labor debe ser afectada por actuaciones constantes y regulares, y no por actuaciones repentinas y violentas.”

William Wilberforce


"Dios no nos promete que veremos en esta vida todos los frutos de nuestras buenas batallas, pero Él es digno de toda confianza y ser obedecido."

William Wilberforce



"Dios Todopoderoso me ha presentado dos grandes metas: la supresión de la trata de esclavos y la reforma de los modales [en la sociedad]."

William Wilberforce



"El verdadero deber de todo hombre es promover la felicidad de sus semejantes hasta el límite de su poder."

William Wilberforce


"Esta perpetua agitación de los negocios y de la presencia de grandes personas me arruinan el alma y el cuerpo. ¡Más soledad en las horas de la mañana! Sospecho que he estado dedicando habitualmente muy poco tiempo a los ejercicios religiosos, devoción privada y meditación, lectura de la Escritura, etc. De aquí mi debilidad, frialdad y dureza. Pudiera haber consagrado hora y media o dos horas diarias. He estado ocupado hasta muy tarde y de allí que apurándome apenas cuento con media hora en la mañana. Sin duda la experiencia de todos los buenos hombres confirma la proposición de que sin una buena medida de devoción privada, el alma va debilitándose. Pero todo puede ser hecho por medio de la oración (oración todopoderosa, iba a decir) ¿y por qué no? Pues si es todopoderosa es sólo por la ordenación misericordiosa del Dios de amor y de verdad. ¡Por lo tanto, ora, ora, ora!"

William Wilberforce


"Han pasado ya más de 33 años desde que notifiqué a la Cámara de los Comunes que, por primera vez, iba a introducir una moción sobre el tráfico de esclavos. En aquel entonces, le agradó a Dios visitarme con una severa indisposición, por la que, de hecho, llegué a estar tan exhausto, que el mejor médico de Londres en aquellos días dijo que no tenía fuerzas para durar más allá de unas pocas semanas. Al saber esto, acudí a Mr. Pitt, y le rogué que me concediera una promesa, la cual amable e inmediatamente me concedió, de tomar sobre sí esta gran causa. Doy gracias a Dios de que ahora estoy libre de cualquier indisposición. Pero, teniendo en cuenta mis años y mucho más el estado de mi cuerpo y mi incapacidad para soportar las inclemencias del tiempo y las irregularidades que requieren la continua asistencia a la Cámara de los Comunes, soy consciente de que me encuentro ya en un estado en el que no puedo, con confianza, estar seguro de poder ocuparme de lleno de cualquier asunto de importancia que surja en la Cámara de los Comunes. Durante muchos años, he anhelado introducir este gran tema, el estado de los esclavos negros en nuestras colonias transatIánticas, junto con la mejor manera de ocuparnos de su mejora moral y social, y esto para que, finalmente, pudieran alcanzar el rango de campesinos libres. Una causa que cuenta a su favor con todo tipo de consideraciones, ya sean de tipo religioso, de justicia o humanitarias. He estado por algún tiempo considerándote desde este punto de vista y, después de lo que pasó anoche, no puedo sino ,apelar a ti, como hice anteriormente con Pitt y conjurarte fervientemente a que, con toda la seriedad del mundo, consideres el dedicarte a esta bendita causa, en lo que te permita el cumplimiento de las obligaciones que ya has contraído y en parte has cumplido tan admirablemente, la de guerrear contra los abusos de nuestra legislación penal, tanto en su estructura como en su administración. Por ello, te suplico que formes una alianza conmigo, que verdaderamente pueda ser llamada santa, en la que, si soy incapaz de la guerra (la cual no será declarada en esta sesión) o, aún más, una vez comenzada yo fuera (como ciertamente me temo que será el caso) incapaz de finalizarla, tú continuarás con ella. Tu aceptación me proporcionaría el mayor de los placeres. Aunque placer no es el término más adecuado, déjame que te diga, más bien, paz y consuelo, porque me temo, amigo mío, que siento de veras lo poco que he sido debidamente asiduo y fiel en el empleo de los talentos que me han sido confiados... Siempre tuyo, William Wilberforce."

William Wilberforce
Carta que Wilberforce dirigió a Thomas Buxton


“Las grandes cosas tienen inicios pequeños. Cada aguacero es solo una gota, cada fuego es una chispa, cada cosecha es solo una semilla, cada viaje es solo un paso porque sin pasos no hay viaje.” 

William Wilberforce


“Ningún hombre tiene derecho a estar improductivo… ¿Dónde es que en un mundo como este, la salud y el ocio y la prosperidad no pueden encontrar alguna ignorancia para instruir, algunos errores para reparar, alguna [necesidad para] suplir, alguna miseria que aliviar?”

William Wilberforce


"No desesperemos; Es una causa bendita, y el éxito, dentro de poco, coronará nuestros esfuerzos. Ya hemos ganado una victoria; Hemos obtenido, para estas pobres criaturas, el reconocimiento de su naturaleza humana, lo cual, durante un tiempo, fue negado vergonzosamente. Este es el primer fruto de nuestros esfuerzos; Perseveremos y nuestro triunfo será completo. Nunca, nunca desistiremos hasta que hayamos eliminado este escándalo del nombre cristiano, nos liberemos de la carga de culpa, bajo la cual trabajamos actualmente, y extinguimos todo rastro de este tráfico sangriento, del cual nuestra posteridad, mirando hacia atrás La historia de estos tiempos ilustrados, apenas creerá que se ha sufrido por tanto tiempo una desgracia y deshonra para este país."

William Wilberforce
Discurso ante la Cámara de los Comunes, 18 de abril de 1791 



"No somos llamados a ser sal y luz en este mundo sin apoyarnos los unos a los otros en esta labor."

William Wilberforce


"Se espera y se cree que el Señor te ha levantado por el bien de su iglesia y por el bien de la nación."

William Wilberforce



“Tan enorme, tan terrible, y tan irremediable apareció esta maldad [del tráfico de esclavos ante mis ojos], que mi propia mente fue completamente [entregada a la abolición]. Un oficio fundado en la iniquidad, y llevado a cabo como este, debe ser abolido cueste lo que cueste… Nunca descansaré hasta asegurar su abolición… La política, señores, no es mi principio, y no me da vergüenza decirlo. Hay un principio por encima de todo lo que es político… La naturaleza y todas las circunstancias de este comercio ahora están abiertas para nosotros. Ya no podemos alegar ignorancia.”

William Wilberforce


“Tan pronto como reflexioné seriamente sobre [los temas de la fe cristiana], la profunda culpa y la oscura ingratitud de mi vida pasada se forzaron sobre mí con los colores más fuertes, y me condené por haber desperdiciado mi precioso tiempo, mis oportunidades y mis talentos…
No fue tanto el miedo al castigo por lo que me vi afectado, sino por una sensación de mi gran pecaminosidad al haber descuidado por tanto tiempo las indescriptibles misericordias de mi Dios y Salvador; y tal fue el efecto que produjo este pensamiento, que durante meses estuve en la más profunda depresión.”

William Wilberforce







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