Conoces...
La magnificencia del ocaso sobre el horizonte
La belleza que no necesitas comprar
Parece que los ciegos están ansiosos por ver
Pero aquellos de buenos ojos no tienen tiempo
Kongdeuane Nettavong
Traducción de León Blanco
con la colaboración de G. Leogena
Traducción de León Blanco
con la colaboración de G. Leogena
El pueblo de Laos en la tierra de millones de elefantes
Ubicación
De Norte a Sur
Cuarenta y ocho minorías
De pueblos a montañas
Viven sonriendo en paz
Conducen su propia cultura
Cuando
Los huéspedes los visitan reciben sonrisas
Dan oportunidad a todos
De practicar su misma vida cultural
Permanecer, vivir, comer y beber
El pueblo de Laos les da a todos la bienvenida
Separación temporal
Dolor en su corazón
Dolor en su rostro
mantengo eternamente estos sentimientos en mente
Oh pueblo de Laos que somos.
Kongdeuane Nettavong
Traducción de León Blanco
con la colaboración de G. Leogena
Traducción de León Blanco
con la colaboración de G. Leogena
Pluma sagrada
Yo era una poeta sin nada en mi mano
Un día mi hijo me dio una pluma
Desde ese día, la pluma se pegó a mi mano
Luego la pluma escribió y dibujó todos los sentimientos
Sobre el papel blanco que teníamos
La pluma se convirtió en la sombra de mi hijo
La pluma dibujó un arte poética
Acerca de la acción poética
En mi vida, la pluma es aún el escritor.
Kongdeuane Nettavong
Traducción de León Blanco
con la colaboración de G. Leogena
Amo a mi madre
Ella no era sólo una buena mujer
En mi vida fue una gran maestra
Una profeta inspirada cuando tuve pensamientos negativos
Estaba calificada para ser el remedio para mis pecados
Oh mi querida madre
Mi madre no era sólo una buena trabajadora
Lo hizo todo por mí
Y al tiempo enseñó cómo se hace todo
Oh mi madre, eras KUAN YIM* para mí
Oh mi querida madre
Mi madre no sólo me dio la vida
Era una persona tan amada por mí
Era una sombra que me seguía a cualquier lugar
Blindándome y protegiéndome como un cactus
Oh mi querida madre
Mi madre no era sólo una fuerte protectora
Muchas veces la guerra vulneró nuestra ciudad natal
Mi madre nos protegió y nos mantuvo a salvo en las cuevas
Las bombas explotaron muchas veces a nuestro alrededor, pero sobrevivimos
Oh mi querida madre.
* (reencarnación femenina de Buda)
Kongdeuane Nettavong
Traducción de León Blanco
con la colaboración de G. Leogena
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