Alguien triste, un pobre Nadie
Alguien tiene el corazón enfermo
En este frío tiempo
nocturno...
Tiembla una vela apagada
una ventisca acecha
la chimenea
Gime, solloza en la oscuridad
Ese cuyo nombre
es Nadie
Alguien está furioso, Alguien está harto
Nadie llora
la noche
Mal se siente Alguien, mal se siente Nadie
En la vastedad...
de la casa
Nadie toca la flauta
canta sobre el más allá
Alguien quiere convertirse en Nadie
Escucha, sacude la cabeza
Aparta el arma
Lista, cargada
Maria Pawlikowska-Jasnorzewska
Las rosas oxidadas de otoño
"Las rosas oxidadas de otoño
miran el espacio blanco de lluvias
la lluvia hilvana el cielo con la tierra
con miles de puntadas y escalofrios.
Y todo se malogra, se distorsiona,
chorrea, sangra podredumbre
pero no para siempre - de desesperación
sino por un instante - de placer."
Maria Pawlikowska-Jasnorzewska
Traducción de Lucía Málaga Sabogal
Nube
En un charco turquesa
Entre las nubes
Soy bella, exacta
una Ninfa
Pero tan cambiante
Como el cielo mismo
Hija del Creativo viento
Esculpida de la nada...
Monstruosa
Mi pecho crece pesado
Las maravillosas curvas
Se parten, se confunden
Me disipo
-Añoro, dolorosamente-
Una nube gris
Que su forma anhela
Maria Pawlikowska-Jasnorzewska
Puesta de sol
¿Quién dejó esas plumas rosadas en el cielo?
Los ángeles de amores, amores, amores. –
Flotaron lejos – no hacia ti ni hacia mí.
sino a donde los cristales arden y aguardan ensueño.
Los ángeles de amores perdieron sus plumas
llevando a lo lejos placeres, placeres, placeres
besos rosados, la eternidad del instante
y ánforas repletas de lágrimas, y canastas colmadas de rosas.
Una pluma sopló sobre esta casa nuestra,
donde en la ventana falta la llama dorada, dorada
y pendió sobre nosotros con una enormidad rosada
y pendió sobre nosotros con el dolor del recuerdo…
¿Quién dejó esas plumas rosadas en el cielo?
Los ángeles de amores, amores, amores. –
Flotaron lejos – no hacia ti ni hacia mí.
sino a donde los cristales arden y aguardan ensueño.
Maria Kossak más conocida como Maria Pawlikowska-Jasnorzewska
Traducción Lucía Málaga Sabogal
Un colibrí bailoteando
¿Quién ha agitado, quien ha revuelto todo?
¿De quién han sido esos ordenes, de quién?
Pensamientos reticentes al placer
Enmarañados en fibras de música
¿De que tienes celos, Dios Mío?
Sé, me taparás, de todos modos,
Antes o después, con un gorro denso
Como a un colibrí lanzado al baile
Maria Pawlikowska-Jasnorzewska
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