Carrera de obstáculos

¿Qué sentido tiene
andar cabizbajo
con la luz oscurecida
de lo opaco?

murmurando ruido
con el asterisco
de un futuro a cuestas

domina tu aflicción
antes que el granizo
de las sombras
bombardee
tu cabeza
y luego el vacío
te circunda

pestañea por enésima vez
y despierta el regocijo
que condensa tus pupilas

contempla la luz
y sus partículas elementales
su celeste perfección
es siempre una promesa

el delirio te reclama
lleva la esencia
del alba
en su rocío
tiritan las ideas

el miedo
paraliza los impulsos
dando paso a las incoherencias
saltan las alarmas
de la urgencia

ralentiza la pulsación
de tu caos interior
inspira
vístete con la turgencia
de un suspiro

en el umbral de la calma
se deshilachan los temores
desenreda 
sus cuerdas inexactas

da paso a la antesala
de lo desconocido
intenta 
que resurja el movimiento

deja que el instinto
fluya 
por la corriente adormecida
de tu sangre en vela

desde el silencio
renueva
la voluntad que se antepone
a los obstáculos

siente la  vibración secreta
de la savia
la sabiduría verde
del mundo
y su legado
en construcción

y ese sueño colectivo
que reclama tu ADN

se vislumbre

María Germaná Matta



El escaparate

La ciudad es una celda
perturbada con el ruido
del abismo

sus escaparates encienden
antorchas de colores efímeros
cintas de seda
espolvoreadas de azúcar glas

baila la tentación
en tus pupilas

comprar arrulla la senda
el caramelo de la infancia

vestidos zapatos maquillaje

cae el antifaz
de la tristeza
dando tregua a la intemperie

y sin embargo
sólo 30 segundos
para el alboroto
de lo nuevo

a tu espalda
bosteza la noche
con su taza de estrellas fugaces
y su estruendo de lágrimas.


No hay marcha atrás.

María Germaná Matta


En la maraña cibernética

El lado izquierdo de mi cerebro
ya no procesa
la acumulación de tanta información
o desinformación

laberinto alucinado
de lo virtual

inflama con su ruido
las pupilas más versátiles

con su desfile incontrolable
de sucesos

basta con lanzar la primera
ocurrencia
en la batalla interminable
del estimulo

ese yo que se expande
como la fibra óptica

la sociedad nos devora
con el lametazo púrpura
de la fama

es preciso ser el héroe
apabullante del día

no importa si la incongruencia
lleva balas

para cautivar las pupilas fragmentadas
de los otros

y ese hormigueo incontrolable
del subidón
de adrenalina

perderse ante el apetito solemne
del discurso incoherente

y quien obtiene más clics
alcanza la pendiente
de esa gloria
tan buscada

se ha perdido
la cautela
el pensamiento crítico
la compasión

pululan las imágenes
en la danza del ingenio

a veces conviene cerrar los ojos
escuchar la respiración
ralentizar             rescatar
el aire
que oxigena tus pulmones

y restablecer
el núcleo
de tu equilibrio

aléjate del ruido
y si hace falta
esfúmate
del cibernético mundo

cuando los entramados
del absurdo
desfilan
y nos devoran con ansias
las neuronas

María Germaná Matta


Fantasmas en la noche

"El espejo no refleja tu figura, en el ángulo superior cuelga un hilo largo y amarillo que zurce las cicatrices de la infancia. El viento no circula, se percibe el bochorno de lo desconocido y el latido del mundo con sus prisas se enrosca en el peldaño de la noche y te asfixia. El mundo es una línea recta sin horizonte, alrededor bailan los rostros pálidos de los niños muertos. De un tiempo a esta parte, siempre anochece, me cansé de vivir al interior de una caracola porque el aire ha quedado preso. No existe flor que resista el peso de la angustia y si rascas la suela de los zapatos sus huellas se hacen planas e infinitas.

En mitad del océano, algún barco revolviendo las olas interminables del grito. Sólo existe un manto ralo entorno a lo cotidiano mientras los lobos marinos acechan detrás de las cortinas interiores de los barcos. Las lágrimas tienen el sabor salado de las algas, con un cepillo de  cuerdas anaranjadas peinas los cabellos de los astros para mitigar el olor que desprende el miedo. Ahora que escribo este poema, la cola del universo entona una canción que nadie la escucha. Estamos absortos en los agujeros de las pantallas, hemos extraviado la voluntad y llovido leche agria de vergüenza. Los guerreros han colgado su armadura, sus corazones aún laten y sin embargo sus cuerpos son estatuas pululando por las calles. La noche reclama el calor de las pestañas y la luna aúlla pensativa detrás de las constelaciones del futuro. ¿Dónde se esconden los fragmentos de sus habitantes? Han colgado sus sonrisas al interior de un círculo vicioso y el agua se está consumiendo, la lluvia escasea como la voluntad y tiñe de pesar los corazones extraviados.

He colgado mi vestido en la percha de la noche para no naufragar."


María Germaná Matta


Súplica

Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo
Raquel Lanseros


A veces conviene fustigar el interior
con una lanza
hacer cosquillas al caleidoscopio
de la insensibilidad

llamar a gritos
a los truenos
de la urgencia

humedecer los ojos
con la hierba silvestre
que se aferra
a la vida
e invocar al vestigio
para la renovación 
de los obstáculos

desterrar al insomnio
de su camisón de tinieblas
al pelo estrangulado
en la derrota

taponar con caricias
los agujeros ocultos
de la carne
y sus predicciones
de sequía

siempre hay música
tabaleándose al inicio
de cada estación
y una flor silvestre
para el tacto restringido
de tus manos

afuera en las calles
hay movimiento
multitudes que generan caos
pero también algún fragmento
de euforia en sus miradas

regar con gotas de lluvia
ese jardín oculto tan tuyo
e inventar una premisa
con violetas
y un grito que encienda

el terror de la ceniza.


María Germaná Matta






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