"El pueblo Sumer tuvo su origen en América y desde este continente llegó navegando a la Baja Mesopotamia. En las provincias de Azuay, Cañar y Laja en el Ecuador, subsisten aún los toponímicos y patronímicos Sumer, Zumer, Snumir, Sumir y Zhumir. En el norte del Perú, en el Departamento de la Libertad existe una ciudad en ruinas y cubierta por la arena del desierto; es Chan-Chan. Cubre un área aproximada de 20 kilómetros cuadrados. A pesar del tiempo transcurrido y los estragos del tiempo, así como los causados por el hombre, la antigua ciudad con sus canales de riego y los decorados muros de la ciudad, que aún se mantienen, nos dan un ejemplo de urbanismo, que muchas veces no encontramos en nuestras modernas ciudades. Chan-Chan y la cultura que prevaleció en ella son sumerios. Su extraordinaria riqueza ornamental, la cerámica, el repujado en oro de las alhajas, el entierro, los sellos y pintaderas, la concepción urbanística de la ciudad y su concepto de la vida están fielmente reflejados en la Baja Mesopotamia."

Juan Opos Moricz
Tomada del libro Grandes misterios de la arqueología de Jesús Callejo, página 121


"... he descubierto valiosos objetos de gran valor cultural e histórico para la humanidad. Los objetos consisten especialmente en láminas metálicas que contienen probablemente el resumen de la historia de una civilización extinguida, de la cual no tenemos hasta la fecha el menor indicio..."

Juan Móricz



Moricz: "Pueden tildarme de loco, pero hay seres superiores bajo la tierra”

El Universo: “¿Cree que hay hombres allí abajo?

Moricz: “Sí, con un dios inmortal”.

El Universo: “¿Pero cómo los concibe físicamente?”.

Moricz: “De carne y hueso, pero genéticamente superiores”.

El Universo: “¿Ha estado Ud. con ellos?”.

Moricz: “Por eso puedo darle detalles del asunto”.

El Universo: “¿Y qué hacen en ese mundo subterráneo?”.

Moricz: “Hay talleres de tecnología avanzada”.

El Universo: “¿Los platillos voladores serán aparatos salidos del centro de la Tierra?”.

Moricz: “Quién sabe…”.

El Universo: “¿Los shuaras habrán visto estos seres?”.

Moricz: “Es posible, son sus dioses”.

El Universo: “Si aceptasen sus condiciones, ¿Ud. conduciría a sus acompañantes a ese lugar?”.

Moricz: “Primero tendría que seleccionar a los expedicionarios”.

El Universo: “¿Y con esto basta?”.

Moricz: “No. Tengo que establecer contacto y ver la posibilidad de ser recibidos”.

El Universo: “Repare que para muchos esta versión asoma increíble”.

Moricz: “Así es. Hace cierto tiempo me tildaron de loco; nadie creyó ni siquiera en la existencia de las cuevas. Ahora dicen que son una maravilla. Pues bien, imagino que con lo que le he contado volverán a considerarme un chiflado. Sin embargo, el mundo subterráneo existe y los seres de que le hablo están abajo. No les podemos ver, pero ellos sí a nosotros.”

Juan Móricz
Entrevista que se publicó el viernes 6 de agosto de 1976, en el periódico de Guayaquil “El Universo”












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