Elegía al mar
Vengo de las candentes,
desiertas arenas del chaco,
donde el cipoy y las ulalas
contienen la sed y el hambre.
Vengo de la selva fatal,
donde ruge el tigre
donde moran las parabas
y engendran las culebras.
Vengo del altiplano,
de las cumbres nevadas
donde reina el cóndor
y transitan llamas y vicuñas.
Vengo de la tierra chapaca
donde los viñedos, los higos
danzan al son de una cueca,
el que llega, es por siempre amigo.
Vengo de fértiles campos
donde el tractor y el arado,
roturan la bendita tierra
para el pan de cada mañana.
Vengo de la montaña de plata,
socavón, lágrimas de estaño,
Tiwanaku, incario, Titicaca
mi tierra, cuna de la libertad.
Vengo originario ava guaraní
quechua, aymara, tapiete
sin flechas ni garrotes,
vengo pregonando paz, runasumi.
Vengo de una tierra sin mar,
niños que jamás vieron mar,
hombres sedientos de ver el mar,
donde los barcos no tienen mar.
Mi anhelo de mar, insisto,
es tan grande e infinito,
que el cielo y mar juntos
apenas cabrían en mi lamento.
Vengo por cuenta propia
como golondrina que busca
primaveras, colores, flores,
así vengo, en paz, soñando.
Hermanos del mundo, con vuestro
aliento fraterno y, algarabía,
con voces y pañuelos de cielo,
darán vida a un mar para Bolivia.
Vengo de una ciudad
donde soy invisible
como aquí, en verdad;
ni me verán aunque hable.
Vengo convencido en mi voz,
al nacer con mar como fruto,
como ustedes, como tantos
nada es extraño, nada es nuevo.
Vengo de la tierra del honor
ahora que pude ver el mar
puedo perder la vida con amor,
más, no el recuerdo del mar.
René Aguilera Fierro
Imposible
"Pequeña mía
eres tan bella
límpida como María
y distante como mis sueños.
Antes de conocerte
mis versos hablaban de ti
ansiosos, desesperados
se aferraron a una fantasía.
Eres realidad, y encuentro en ti
la exclusividad de la vida
tu sonrisa, tus ojos, tu voz
es el milagro más hermoso.
Te ofrezco mis brazos
como alas mágicas,
te darán abrigo y libertad,
y junto a tu pecho, mi alma."
René Aguilera Fierro
Juramento
"Juré no volver al amor
caminar con dones y alegrías
borrando las huellas
que el tiempo me regaló.
Contemplando el futuro
juré no volver amar
aunque la vida se marchite
en los pétalos de mil ilusiones.
Deshojando los días
como margaritas enamoradas
mis ojos se detuvieron
en una mirada de cielo.
No pude mandar al corazón
aquellos ojos me embriagaron
y mi alma al liberarse
encontró refugio en el amor."
René Aguilera Fierro
"... Mi canto no es lamento
Solo sale de mi garganta
Todo lo que es sentimiento
Mi pecho, para ti canta..."
René Aguilera Fierro
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