“... me pareció que era lanzado hasta las estrellas, y que un resplandeciente hilo plateado conectaba a mi ser celestial con mi cuerpo físico. La conciencia dual era muy pronunciada. Cuando hablaba, me parecía que mis palabras viajaban por el hilo y eran pronunciadas por mi ser físico; pero el proceso era simultáneo, y no podía sentir que me encontraba entre las estrellas y el sofá, todo al mismo tiempo.”

Oliver Fox Oliver Fox fue el seudónimo de Hugh George Callaway



"Soñé que me encontraba de pie en la acera, delante de mi casa. El sol salía detrás de la muralla romana y las aguas de la bahía de Bletchingdon brillaban bajo la luz matinal. Yo podía ver los altos árboles que hay en la esquina de la calle y la parte superior de la vieja torre gris que se alza más allá de los Forty Steps. En la magia de la luz matinal, la escena era enormemente hermosa, incluso entonces. La acera no era del tipo normal, sino que consistía de pequeñas piedras de un gris azulado, cuyos lados más largos formaban un ángulo recto con el bordillo blanco. Me disponía a entrar en la casa cuando, al mirar casualmente estas piedras, me llamó fuertemente la atención un extraño fenómeno pasajero, tan extraordinario que no podía creer lo que veían mis ojos: habían cambiado su posición durante la noche, ¡y los lados más largos eran ahora paralelos al bordillo! Entonces la solución vino a mi mente: aunque esta gloriosa mañana de verano parecía de lo más real, ¡yo estaba soñando! Al darme cuenta de este hecho, la naturaleza del sueño cambió de una forma muy difícil de explicar a alguien que no haya tenido esta experiencia. Instantáneamente, la intensidad de la vida se incrementó cien veces. Nunca había resplandecido el mar, el cielo y los árboles con una belleza tan encantadora; incluso las casas más corrientes parecían estar vivas y ser místicamente hermosas. Nunca me había sentido tan absolutamente bien, con tanta lucidez mental, tan divinamente poderoso, ¡tan inexpresablemente libre! La sensación duró solo unos momentos y entonces desperté."

Oliver Fox
El sueño que constituyó el inicio de su propia investigación
Tomada del libro El nuevo cerebro humano de Carlos Luis Delgado García, página 191






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