Canción de los juncos rotos

El viento de las montañas de Torwana
tiene llenas de musgo las entrañas
Lleva un niño dormido
cita estrellas
con la voz de torrentes caudalosos
frente a la osamenta del día blanca

El viento de las montañas de Torwana
interminable sin horizonte ni estaciones del año
tiene el rostro de toda la gente
tiene el aloe del mundo ante su pecho
tiene de toda la alegría al hombro
y en sus ojos el estrangulador de todas las alboradas

El viento de las montañas de Torwana
tiene las entrañas llenas de musgo
lleva un niño dormido
lleva una noche de cardos
lleva una muerte sin oscuridad
y sopla por entre los juncos rotos

Ingrid Jonker


Con aquellos estoy

Estoy con aquellos
que se exceden en el sexo
porque el individuo no cuenta
Con aquellos que se emborrachan
en lucha contra el abismo del cerebro
contra la ilusión de que la vida
fue alguna vez buena o bella o que estaba llena de sentido
contra las fiestas de  jardín
contra el silencio que golpea las sienes
con aquellos que viejos y pobres
compiten contra la muerte la bomba atómica de los días
con aquellos que están desconcertados en centros psiquiátricos
sacudidos por electrochoques                 
a través de las cataratas de los sentidos  
con aquellos a quienes les han quitado el corazón
como la luz a un robot de seguridad
con los africanos desposeídos que tienen la piel de otro color
con aquellos que asesinan
porque cada muerte confirma de nuevo
la mentira de la vida
y por favor olvídense
de la justicia    no existe
de la fraternidad    es mentira
del amor    no tiene ningún derecho

Ingrid Jonker
Kantelson” (Sol volcado), peomario póstumo publicado en 1966.
Traducción del afrikáans: Agustín B. Sequeros, 2015




El niño asesinado por los soldados en Nyanga

El niño no ha muerto
el niño levanta el puño contra su madre
que grita ¡África! grita el olor
a libertad y a brezo
en los emplazamientos del corazón acordonado

El niño levanta el puño contra su padre
en la marcha de las generaciones
que gritan ¡África! gritan el olor
a justicia y a sangre
en las calles de su orgullo armado

El niño no ha muerto
ni en Langa ni en Nyanga
ni en Orlando ni en Sharpeville
ni en la comisaría de Philippi
donde yace con una bala en la cabeza

El niño es la sombra oscura de los soldados
en guardia con fusiles blindados y porras
el niño está presente en todas las asambleas y legislaturas
el niño escruta desde las ventanas de las casas y dentro del corazón de las madres
el niño que sólo quería jugar al sol en Nyanga está en todas partes
el niño hecho hombre recorre toda África
el niño hecho gigante recorre todo el mundo
Sin un pase

Ingrid Jonker



Mariquita

como recuerdo de mi madre

Ocre resplandor

y rompe una luz
fuera del mar.

en el patio trasero
en algún lugar entre la ropa lavada
y un árbol lleno de granadas
su sonrisa y la mañana
repentina y pequeña
como una mariquita
que cae sobre mi mano

Ingrid Jonker
Traducción: Carlos Ciro



"Qué será de mí
las piedras angulares de mi corazón no sustentan ya nada
el paisaje se me ha endurecido
enconado amargado pero abierto."

Ingrid Jonker


Te repaso

Te repaso
sin principio ni fin
repaso tu cuerpo
El día tiene una estrecha sombra
y la noche cruces amarillas
el paisaje no cuenta
y la humanidad es una fila de velas
mientras yo te repaso
con mis pechos
que imitan la cavidad de tus manos

Ingrid Jonker






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