Ingrato huésped
"Las fieras tempestades que arrostraste,
tu nao hacia estas costas empujaron
contra un escollo; al fin la destrozaron,
y, maltrecho a mis playas arribaste.
Yo cordialmente te acogí, extranjero;
tus heridas sangrantes he curado;
y por mí de oro y púrpura adornado,
nuevo bajel reemplaza a tu velero.
En tu pecho, llagado por espinas,
fue mi ternura bálsamo suave;
y hoy, que amante te ansiaba mi deseo...
¡a tu patria lejana te encaminas,
llevándote en la proa de tu nave
mi pobre corazón como trofeo!"
Rosa Canto
No hay comentarios:
Publicar un comentario