Muchos se resisten a creer que los valores éticos y morales
que caracterizan a nuestra sociedad moderna (aunque no se cumplan) sean el
producto del funcionamiento de la extensa red de células nerviosas y la forma
como estas se conectan. Esta es solo una verdad a medias. No significa que el
circuito o conexión sea el origen de nuestra creencia o de nuestro
comportamiento particular, significa que lo que creemos bueno o malo es un
programa informático que está codificado en un circuito neuronal. Ante un juicio
ético, los componentes anatómicos de estos circuitos actúan de manera
coordinada y efectiva y ayudan a emitir una respuesta ante la situación que
estamos enfrentando. Esto suena bien diferente.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 34
Realismo mágico
A partir del realismo crítico emerge una imagen del cerebro
y de nosotros mismos muy distinta a la que hemos venido profesando
religiosamente hasta el momento. Es una postura filosófica crítica y
fascinante, tapizada de un misterio que intriga todavía más y que nos
proporciona un motivo diferente para estar aquí, muy distinta de los enfoques
materialistas tradicionales antes mencionados: longitudes de onda, vibraciones
del aire y moléculas químicas presentes en el entorno son convertidas en el
fantástico mundo de las sensaciones y percepciones que experimentamos. Algunos
de mis lectores podrán pensar que el autor de esta obra pertenece al grupo de
científicos que el filósofo argentino Mario Bunge llama antirrealistas.
Definitivamente ¡NO! No estoy negando que exista una realidad allí afuera.
Afirmo que lo que hay afuera es de una naturaleza diferente a lo que percibo
adentro, en mi conciencia. Son dos cosas bien distintas. Si el realismo crítico
tiene razón y algo existe afuera que es diferente al universo percibido, la
pregunta emerge por si sola ¿qué hay afuera? ¿Cuál es la verdadera naturaleza
de la realidad? Y finalmente ¿cómo el cerebro, la mente y la conciencia
transforman lo incognoscible en lo cognoscible, el nóumeno de Kant en el
fenómeno, lo que existe afuera en el extraordinario y maravilloso universo que
aparece adentro?
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 51
¿Cómo la mente y la conciencia fabrican este universo
concreto a partir de entidades abstractas, matemáticas, de bits de información?
La respuesta es clara y contundente: es nuestro sistema nervioso (incluyendo a
la mente y la conciencia) el que transforma esta realidad abstracta en el
universo concreto que percibimos. Nuestro sistema nervioso vincula dos dominios
de la realidad donde la misma información se encuentra representada en
lenguajes distintos: el lenguaje matemático y computacional localizado en el
dominio de lo muy pequeño en uno de los extremos de la cuerda y el lenguaje
concreto de imágenes, conceptos y sensaciones, la realidad concreta que aparece
en la escala de tamaño por encima del núcleo atómico, en el otro extremo de la
cuerda.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 58
Como una sugerencia práctica te diré que las aplicaciones
presentes en los celulares no pueden reemplazar las aplicaciones naturales que
posee la corteza de tu cerebro. Entre más utilices el celular más se
inactivarán las áreas correspondientes de tu cerebro. En el caso por ejemplo
del GPS de tu móvil puedes utilizarlo en casos especiales como cuando viajas y
necesitas utilizar un vehículo en un país extranjero. Pero no deberá
convertirse en una costumbre en tu país de origen ya que con el tiempo estas
importantes áreas del cerebro terminarán perdiendo su funcionalidad.
LOS SISTEMAS DE
NAVEGACIÓN DE LOS DISPOSITIVOS MÓVILES, SI SON UTILIZADOS INDISCRIMINADAMENTE,
DESACTIVAN EL SISTEMA DE POSICIONAMIENTO GLOBAL PARA LA ORIENTACIÓN QUE TU
CEREBRO POSEE.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 76
Si conoces los procedimientos para caer dormido lúcidamente,
despertar la conciencia de vigilia dentro de tus sueños y manipular el entorno
onírico, estoy seguro que tus noches se convertirían en un enorme y productivo
laboratorio de investigaciones. A través de técnicas que hemos podido descubrir
y desarrollar recientemente podemos tener acceso a esta maravillosa realidad
virtual que se despliega en nuestra conciencia todas las noches. En el día
vives una realidad y en la noche vives otra. Solo necesitas cerrar los ojos y
disponerte a dormir plácidamente; los múltiples universos oníricos se
desplegarán en tu conciencia solo unos minutos después de que te hayas
acostado. Tienes un espacio personal que es infinito y que puedes adornar haciendo
uso de la intención y de la creatividad. Si aprendes, por ejemplo, a mantener
la lucidez una vez despiertas en estos territorios absolutamente inimaginables
podrás llegar a tener experiencias que nunca antes hubieras soñado que fueran
posibles
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 78
La voluntad nunca debería fluir violando las reglas del
juego presentes en la constitución del universo.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 99
Yo pienso que la moral es una aplicación informática
localizada en las profundidades de la corteza prefrontal que se activa en el
momento del nacimiento y que se encuentra de alguna manera asociada al conjunto
de leyes de la naturaleza que gobierna la creación.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 113
Los seres humanos hemos perdido este ojo divino, nos hemos
quedado ciegos. Esto ha hecho que el polo opuesto de los valores, su aspecto
negativo haya cobrado fuerza. Lo opuesto de la verdad es la mentira, de la
justicia la injusticia, de la igualdad la desigualdad, de la honestidad la
deshonestidad, de la salud la enfermedad, de la vida la muerte, de lo sagrado
lo profano y de la esclavitud la libertad. Y estos valores negativos son los
que actualmente imperan en nuestra sociedad. Un mundo de valores negativos
permea la totalidad de nuestra civilización. Para levantarnos de nuevo y
recobrar la gloria perdida de tiempos pretéritos necesitamos volver a rescatar
los valores positivos: la libertad, la honestidad, la solidaridad, la igualdad,
la justicia, la salud, la verdad, lo sagrado y por sobretodo la vida. Estos son
los llamados valores universales. Sin estos valores no seríamos capaces de
vivir como seres humanos civilizados. Debemos integrarlos como aspectos esenciales
de nuestras vidas como la alimentación, la vivienda y el vestido. Todo esto
contribuirá a una vida más digna, sana y más humana. Y todos estos valores van
de la mano de las reglas del juego de la naturaleza.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 115
Los trabajos llevados a cabo con la neuroplasticidad o la
habilidad del cerebro para cambiarse a sí mismo nos muestra que no existen dos
conectomas iguales. Incluso, tu conectoma de hoy es diferente a tu conectoma de
mañana. Cada uno de nosotros posee una huella genética que nos hace únicos. La
impronta digital (índice de la mano) es otra manera de identificarnos. El
conectoma que posees en este momento también te hace exclusivo. Existen
variaciones individuales en todas las escalas y niveles. El conectoma posee una
gran adaptabilidad y se moldea continuamente a sí mismo, gracias a los genes,
el entorno y las experiencias vividas.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 134
La simulación de un cerebro humano en el interior de una
supercomputadora nos lleva a preguntarnos si estos nuevos proyectos lograrán
alcanzar sus objetivos. Si la metáfora del computador es correcta y somos
capaces de fabricar un cerebro electrónico o de simular esta compleja
estructura en el interior de un ordenador, entonces es solo cuestión de tiempo
alcanzar las metas propuestas. Cuando la potencia de cálculo del ordenador
llegue a su punto máximo y la velocidad de procesamiento de la información alcance
los llamados exaflops o el equivalente a trillones de operaciones por segundo,
aproximadamente en el año 2023, entonces el misterio de la máquina más compleja
del universo quedará definitivamente resuelto. Es solo cuestión de modificar
las variables necesarias y la integridad de los circuitos para alcanzar un
conocimiento muy completo de lo que sería un cerebro saludable y un cerebro
enfermo. La curación del autismo, la depresión, la enfermedad de Alzheimer y la
esquizofrenia estarían al alcance de nuestra mano. En otras palabras, cada uno
sería su propio cableado, como afirma Sebastian Seung: “Yo soy mi conectoma”,
mientras que el premio Nobel de medicina Eric Kandel afirmaría: “Yo soy mis
sinapsis”. Yo por mi parte diría: “Yo soy mi información, yo soy mis programas,
yo soy la conciencia individualizada a través de mi sistema nervioso”. Esta
última frase está mucho más cerca de la verdad que las expresadas por Seung y
Kandel. Primero las sinapsis, luego el conectoma, después la información,
finalmente la conciencia.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 161
¿Y por qué decidimos utilizar la analogía de la computadora?
Bueno, mira tú mismo. Pareciera ser la analogía perfecta. Tanto el cerebro como
la computadora podemos reducirlos a sus componentes más simples: un soporte
físico, los datos y los programas informáticos que procesan la información. En
la computadora el soporte físico está representado por su estructura física y
el cerebro posee su propio hardware: el sistema nervioso. La información son
los datos que hemos introducido en la computadora a través del teclado desde el
momento en que la hemos adquirido y la hemos puesto a funcionar. La información
que contiene nuestro cerebro son nuestros propios pensamientos que tienen su origen
en los datos que han llegado a nuestro sistema nervioso desde el mismo momento
del nacimiento a través de los órganos de los sentidos. Los programas
informáticos los introducimos al comprar la computadora y nos servirán para
manipular la información que vamos a manejar de acuerdo a nuestras necesidades:
Word, Excel, Power Point. Los programas informáticos en el cerebro y en nuestra
mente están constituidos por el cálculo, el lenguaje, la memoria y el
razonamiento, entre otros.
Estas serían las semejanzas más importantes. Pero existen
otras menos notorias. Ambos utilizan un lenguaje. El lenguaje de la computadora
es un lenguaje de ceros y unos. Imágenes, videos, audios y textos se encuentran
representados en combinaciones de dos números elementales: ceros y unos. Bueno,
nuestro cerebro también utiliza un lenguaje menos conocido: es un lenguaje
eléctrico representado por los potenciales de acción que corren a lo largo y
ancho del sistema nervioso. El código lingüístico de la computadora es un
código binario y el de un cerebro es el código neuronal. Finalmente, tanto la
computadora como el cerebro no son solo procesadores de la información; ellos
también actúan como poderosos aparatos de transmisión: la computadora puede
transmitir a cualquier otro computador; está conectado a la red global de
información y de comunicación con el resto del mundo gracias a internet.
Nuestros cerebros también transmiten y reciben información del resto del
universo. En el universo de lo infinitamente pequeño todas las mentes del
universo se encuentran irremediablemente conectadas.
En el siguiente cuadro he tratado de resumir las semejanzas
más importantes que hemos encontrado cuando comparamos una computadora con un
cerebro:
SEMEJANZAS
|
|
COMPUTADORAS
|
CEREBRO
|
Utiliza un hardware que es la estructura física de la
computadora
|
Utiliza un sistema nervioso que actúa como un soporte
físico para la mente
|
Utiliza programas informáticos como Word, Excel y Power
Point
|
Utiliza programas informáticos como el cálculo, el
lenguaje, la memoria y el razonamiento
|
Contiene información que son los datos que le hemos
introducido a través del teclado
|
Contiene pensamientos que se han originado en la
información que hemos introducido a través de los sentidos desde el
nacimiento
|
Lenguaje: ceros y unos (código binario)
|
Lenguaje: potenciales de acción (código
neuronal)
|
Procesador y transmisor de la información
|
Procesador y transmisor de la información
|
Todo esto hace que los computadores parezcan máquinas
inteligentes, capaces de razonar gracias a los programas de lógica formal
incluidos en su software. Incluso ya existen algunos robots capaces de tener
conversaciones simples con sus dueños. Muchos creen que es solo cuestión de
tiempo para que las máquinas lleguen a ser capaces de pensar y ser conscientes
de sí mismas.
(…)
Es la conciencia la que marca la diferencia. Gracias a la
conciencia experimentamos sensaciones, sentimientos y emociones. No solo eso,
la conciencia otorga significado semántico a la información. De acuerdo a
algunas visiones idealistas de la mecánica cuántica, la conciencia es la gran
creadora de la realidad física. Físicos como el premio Nobel, Eugene Wigner,
defienden este modelo y creen que cuando una partícula fundamental representada
matemáticamente en una función de onda es sometida a un acto de observación
consciente, la función de onda colapsa y la entidad abstracta y matemática pasa
a convertirse en una entidad puntual y concreta en el mundo material.
DIFERENCIAS
|
|
COMPUTADORAS
|
CEREBRO
|
Ausencia de sensaciones
|
Sensaciones presentes
|
Ausencia de sentimientos
|
Sentimientos presentes
|
Ausencia de emociones
|
Emociones presentes
|
Ausencia de semántica
|
Presencia de semántica
|
Ausencia de un ”darse cuenta de” en sentido personalizado
(sensación del ”yo soy”)
|
Presencia de un ”darse cuenta de” en sentido personalizado
(sensación del ”yo soy”)
|
Ausencia de un ”darse cuenta de” sin ninguna referencia
personal
|
Presencia de un ”darse cuenta de” sin ninguna referencia
personal
|
No crea la realidad
|
No crea la realidad
|
El acto de observación crea la realidad
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 164-172
Jung desarrolló un complejo sistema psicoterapéutico. El
inconsciente personal de Freud era solo un nivel muy superficial de la psiquis
humana. Este inconsciente personal descansaba en un estrato más profundo que no
se originaba en la experiencia personal; este estrato era de carácter
suprapersonal, innato y universal. Sus contenidos y comportamientos eran los
mismos en todas partes y las personas. Jung lo llamó el inconsciente colectivo,
un nivel profundo del psiquismo existente en los seres humanos: “Como la
existencia es limitada, los contenidos del inconsciente personal son limitados.
Esta producción inconsciente quedaría paralizada, cuando al levantarse la
represión pudiera impedirse el descenso de la conciencia al inconsciente. Esto
no hace mella en el inconsciente, el cual sigue continuamente produciendo
sueños y fantasías, que, según la teoría freudiana original, dependen de
represiones todavía más profundas. Si en tales casos se prosiguiese la
observación, se encontraría materiales que se asemejan formalmente a los
contenidos personales anteriores pero que parecen contener indicios que van más
allá de lo personal”. De acuerdo a Jung, el mito, la leyenda y los contenidos
secretos de las diferentes tradiciones del mundo constituyen las expresiones
más importantes de esta región del inconsciente que se extiende más allá de los
límites de lo exclusivamente personal. A estos contenidos Jung les dio el
nombre de arquetipos del inconsciente colectivo.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 196
Girando alrededor del trauma del nacimiento, la
vulnerabilidad y la impermanencia de la vida humana es confrontada y un
encuentro con la muerte biológica parece inevitable. Accidentes, guerras,
cementerios, campos de concentración y cadáveres en descomposición son, de
acuerdo a Grof, algunas de las fantasías y temores propios de estos dominios
perinatales. Las vivencias biológicas que acompañan este tipo de fantasías son
intensas y aterradoras: dolores, jadeos, espasmos, convulsiones, náuseas y
vómitos, palidez, cianosis y pulso acelerado. El sujeto puede terminar
adoptando posiciones fetales muy similares a las que se presentan durante el
nacimiento biológico. Las vivencias perinatales se presentan en cuatro grupos
principales de patrones que remedan las diferentes etapas del nacimiento
biológico. Cada una de estas matrices perinatales se relacionan con síndromes
psicopatalógicos específicos; esto quiere decir que muchos síntomas aislados o
enfermedades que las personas pueden llegar a experimentar en algunos momentos
de sus vidas tienen su origen en vivencias traumáticas localizadas en estos
dominios perinatales de la psiquis. Algunas psicosis esquizofrénicas,
depresiones endógenas, complejos de inferioridad, desviaciones sexuales,
neurosis, alcoholismo y problemas de drogadicción tienen sus raíces en estas
zonas convulsivas y agitadas del inconsciente humano.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 204
Los dominios transpersonales
¿Cómo podríamos resolver esta profunda crisis ontológica y
existencial frente a la incapacidad humana para evitar lo que parecería ser una
aniquilación biológica definitiva? La respuesta, afirma Grof, es la
trascendencia. Los contenidos hallados en este dominio “destruyen los supuestos
más fundamentales de la ciencia materialista y la visión mecanicista del
mundo”. La información derivada de estas regiones trasciende los sentidos
ordinarios y los alcances de la conciencia individual. Mientras que los dominios
biográficos se nutrían de la memoria exclusivamente personal y los dominios
perinatales se hallaban en un límite entre lo individual y lo colectivo, estos
dominios transpersonales se caracterizan por lo que parece ser una expansión de
la conciencia ordinaria más allá de los límites habituales del espacio y el
tiempo clásicos. Aquí, el espectro de experiencias es muy amplio. La
exploración experimentada por la mente individual se convierte en un proceso de
aventuras sin límites ni fronteras, a todo lo largo y ancho del universo
conocido y desconocido:
“En circunstancias normales, lo único que experimentamos
intensamente es nuestra situación actual y nuestros alrededores más próximos;
recordamos sucesos del pasado y anticipamos el futuro o fantaseamos sobre el
mismo. En este tipo de experiencias transpersonales una o varias de las
limitaciones anteriores parecen superarse”
Experiencias extracorporales, unificación de la conciencia
personal con otros tipos de conciencias individuales y grupales en otros reinos,
orgánicos e inorgánicos de la naturaleza, desplazamientos en el tiempo, visitas
a los dominios mitológicos y arquetípicos de la existencia, percepciones de las
estructuras sutiles del universo, incluyendo las contrapartes sutiles del
cuerpo y el cerebro humano (nadis, chakras, kundalini, cuerpo y cerebro
invisible), clarividencia, telepatía, encuentros con habitantes de otros
universos, deidades e intuición intuitiva de símbolos universales, son algunas
de las extraordinarias experiencias a las que podemos tener acceso
conscientemente. Finalmente, “el súmmum de estas experiencias parece ser la del
vacío supracósmico o metacósmico, la nada, el vacío primordial y misterioso,
consciente de sí mismo y que contiene la existencia en forma germinal”
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 204
La hipótesis de Strassman es que la DMT es un compuesto que
se produce de manera natural en la glándula pineal, un órgano con una “larga
historia metafísica”. René Descartes pensaba que esta glándula era el punto de
encuentro entre el alma y el cuerpo; las antiguas tradiciones místicas del yoga
y el tantra la identifican con el “tercer ojo” o Ajña chakra, el punto de
escape del espíritu en el momento de la muerte. El Tratado de Fisiología Médica
de Gayton y Hall, muy conocido por los estudiantes de medicina, afirma que
entre las muchas funciones atribuidas a este órgano minúsculo localizado en el
centro del cerebro era la de ser el asiento del alma humana. Curiosamente el
Tratado también afirma que “por estudios de anatomía comparada se sabe que la
glándula pineal es un resto vestigial de lo que era un tercer ojo localizado en
la parte alta de la espalda de algunos animales inferiores135. A medida que los
animales fueron evolucionando, este tercer ojo de reptiles y anfibios se fue
ocultando en las áreas profundas del cerebro. Curiosa coincidencia. La glándula
pineal produce melatonina, una hormona que parece tener una importante función
reguladora de la reproducción y la sexualidad y algo muy importante, la
estructura química de la melatonina es muy similar a la de la molécula del
espíritu o DMT: es una triptamina.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 207
Las escrituras filosóficas y religiosas más antiguas que se
conocen, incluyendo los tratados clásicos del yoga, giran alrededor de la
solución del misterio de la conciencia. Los Yoga Sutras constituyen un trabajo
literario que encarna las enseñanzas más representativas del yoga clásico. En
el capítulo primero se lee: el yoga consiste en la suspensión de los
movimientos de la sustancia pensante (mente), de esta manera, el veedor (el
sujeto) descansa en su propio estado inmodificado (conciencia). Una vez los sentidos,
la mente, el intelecto y el Yo son trascendidos queda una realidad única e
inamovible: la conciencia. Este infinito océano de existencia, felicidad y
bienaventuranza absoluta es el principio de todo lo que existe. El universo
tuvo su origen en la conciencia y desaparecerá también en la conciencia. La
conciencia es el origen de todos los mundos y de todos los seres que los
pueblan.
(…)
La tercera parte de estos Yoga Sutras está consagrada a los
tres pasos restantes: la concentración, la meditación y finalmente la
contemplación o estado de unión. Estos tres procesos cuando han sido
desarrollados y fortalecidos a través de una larga práctica comienzan a fluir
de una manera ininterrumpida, un proceso que Patanjali llama Samyama y que es
el secreto para el desarrollo y la manifestación de las habilidades
paranormales llamadas Siddhis (perfecciones).
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 212-214
En agosto de 1978, Maharishi Mahesh Yogi ofreció al mundo el
que quizá sea su más hermoso regalo: el programa SIDDHIS/MT. De acuerdo a
Maharishi, este estado de conciencia trascendental donde se avivan todas las
posibilidades, es muy similar al estado de vacío cuántico que estudia la física
moderna, el campo de la ley natural, el hogar de todas las leyes de la
naturaleza. Creciendo en su habilidad para pensar y actuar desde este campo
unificado el practicante puede hacer uso del ilimitado poder de la naturaleza.
El programa SIDDHIS/MT está estructurado de la siguiente manera: la
ejercitación regular de posturas y ejercicios respiratorios antes de la
práctica de la meditación dos veces en el día. Esto constituye la preparación
como la encontramos descrita en la segunda parte de los Yoga Sutras. Luego el
sujeto continúa con la técnica para ejercitar los diferentes paquetes de
siddhis (habilidades o perfecciones) que aprende durante el programa. Siguiendo
una metodología especial que incluye la concentración, la meditación, la
contemplación y el samyama (la ejecución simultánea de los tres procedimientos
mencionados), estos sutras son llevados hasta el corazón mismo del campo
unificado donde tienen la capacidad de avivar la cualidad particular de la
conciencia que están intentando activar. Esto significa pensar y actuar desde
el campo unificado de todas las posibilidades. Esto quiere decir hacer uso del
poder ilimitado de la naturaleza y de esta manera favorecer el crecimiento
personal y colectivo de la evolución en todos los dominios de la creación.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 219
El programa SIDDHIS/MT y la ciencia del Ayurveda Maharishi
constituyen dos programas complementarios, que practicados de una manera
regular, nos conducirá por el camino de una salud perfecta en lo físico, lo
mental y espiritual y al pleno desarrollo del potencial humano que se encuentra
codificado en las profundidades de nuestra corteza cerebral.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 220
En nuestro lenguaje psicológico el Espíritu Santo
corresponde al inconsciente. Estas habilidades y este conocimiento que se
encuentran localizados fuera del limitado alcance de la conciencia personal,
pertenecen al inconsciente humano. Wilder Penfield demostró que si estimulamos
estas áreas con energía eléctrica, especialmente aquellas que se encuentran
localizadas en el lóbulo temporal del cerebro, podríamos hacer que sus
contenidos y habilidades alcancen los dominios de la mente consciente146. En
las tradiciones orientales, este potencial que duerme en las profundidades de
la corteza cerebral se le conoce con el nombre de Kundalini. De manera que
podemos afirmar que el espíritu santo, el inconsciente y kundalini son
sinónimos; ellos representan el potencial latente de la mente que descansa en
las profundidades de la corteza cerebral.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 221
El prana es la energía psíquica, el equivalente a los
potenciales de acción que recorren los nervios físicos. Ambos sistemas
codifican información. Los nadis forman una red energética sutil muy semejante
al cableado burdo del sistema nervioso; transportan prana. Los chakras son los
acumuladores y distribuidores de esta energía pránica.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 222
Kundalini descansa en la base de la columna vertebral. Una
vez avivada por los ejercicios físicos y la concentración en estos diferentes
centros energéticos, especialmente en el chakra de la base, la energía (que
realmente tiene su asiento en el cerebro) asciende pasando por los diferentes
chakras hasta alcanzar el séptimo centro en la parte superior de la cabeza. De
acuerdo a los diferentes tratados clásicos de yoga, el avivamiento de los
centros ocasionado por el ascenso de la kundalini lleva al despertar de
diferentes aspectos, cualidades y poderes propios de la mente: el amor
incondicional hacia todos los seres vivos y toda la creación, el desarrollo del
intelecto y la intuición, la telepatía y la clarividencia y finalmente la
exteriorización de la conciencia fuera del cuerpo físico, entre otros. La meta
última de la vida es alcanzada cuando esta energía potencial alcanza el séptimo
chakra en el cerebro y la conciencia individual se transforma en la conciencia
suprema. Esta es brevemente la teoría del kundalini yoga.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 223
Kriya yoga
El kriya yoga constituye el más poderoso sistema que los antiguos sabios de
la India idearon para el desenvolvimiento de los poderes de la mente y la
evolución de la conciencia en el hombre.
Su historia reciente que parece sacada de un cuento de Las mil y una noches
se remonta a finales del siglo XIX. Si hemos de creer el relato de Kebalananda,
el amado tutor de sánskrito de Yogananda y de su maestro Yukteswar Giri,
quienes a su vez lo escucharon en repetidas oportunidades de los labios de su
propio maestro, Lahiri Mahasaya, algo muy extraño sucedió una tarde de otoño de
1861. Fue en las montañas de Dunagiri Hill, cerca de la
provincia de Raniketh en las laderas de los Himalayas. En aquellos tiempos, la
India se encontraba bajo el yugo del imperio británico y allí se estaba
construyendo una base militar. Para ello, se requería de personal
especializado. Un empleado del Gobierno había sido trasladado por órdenes superiores
desde Benarés para trabajar como contador en la base recién establecida. Lahiri
Mahasaya, con apenas 33 años de edad, es un amante de la naturaleza y en sus
tiempos libres le encanta vagar por aquellas laderas montañosas llenas de
gracia y majestad. Pronto escucha el rumor de que grandes santos bendicen el
lugar con su presencia. Una tarde nuestro joven contador se pierde en la
espesura del bosque. De repente, escucha una voz que le llama por su nombre.
Temiendo lo peor, Lahiri Mahasaya se apresura a encontrar el camino de regreso
a la civilización. Pronto llega a un claro donde un joven de apenas unos 25
años le da la bienvenida:
“¡Lahiri, fui yo quien te llamó!”
El misterioso joven le invita a pasar a la cueva donde parece residir.
Luego de entrar y observar varias mantas de lana y cuencos para el agua
colocados ordenadamente en su interior, el extraño personaje le pregunta:
“¿Lahiri, no recuerdas este asiento?”.
Confundido, Lahiri Mahasaya le responde negativamente y le solicita dejarle
ir, ya que pronto caerá la noche y hay mucho trabajo pendiente en la oficina.
La conversación se había desarrollado en hindi hasta el momento, pero el
misterioso hombre responde ahora en inglés:
Asombrado de que el extraño no solo le hablara en inglés, sino que fuera
capaz de “parafrasear las palabras de Cristo”, Lahiri queda perplejo y en
absoluto silencio.
“Veo que mi telegrama surtió efecto. Fui yo quien
silenciosamente le sugerí a tu superior que te trasladara a Raniketh. Cuando
uno siente su unidad con los hombres, todas las mentes se convierten en
estaciones transmisoras, a través de las cuales es posible trabajar a voluntad”.
Nuevamente, el misterioso asceta le vuelve a preguntar:
“Lahiri, ¿estás seguro de que esta caverna no te es de
ningún modo familiar?”.
Ante el silencio y la perplejidad de Lahiri Mahasaya, el santo se le acercó
y le propinó un breve golpe en la frente. Al instante, una impetuosa corriente
de recuerdos, imágenes, emociones y sentimientos se avivó súbitamente en su
conciencia.
“Ahora recuerdo, dice Lahiri con su voz ahogada por
los sollozos de alegría. Tú eres mi maestro Babaji, que desde siempre me ha
pertenecido. Muchas escenas del pasado se presentan en mi mente; aquí mismo, en
esta caverna, pasé muchos años de mi pasada encarnación. Mientras me abrumaban
las inefables memorias, abracé con los ojos llenos de lágrimas los pies de mi
maestro”.
Inmediatamente Babaji le responde mostrando ese profundo e infinito amor
que abraza a los seres humanos y que se expresa de muchas maneras diferentes,
entre dos hermanos, dos amigos, madre e hijo o maestro y discípulo:
“Durante más de 40 años he esperado tu regreso. Te
desvaneciste en las tumultuosas olas de la vida más allá de la muerte. La
varita mágica de tu karma te tocó y desapareciste. Pero, aun cuando tú me
perdiste de vista, yo jamás dejé de verte a ti. Te perseguí a través del
luminoso mar astral donde navegan los ángeles. A través de tormentas,
tinieblas, mareas y luz, te seguí lo mismo que un ave cuida de su hijuelo.
Mientras viviste tu período humano de existencia intrauterina, lo mismo que
cuando saliste a la luz en la forma de un niño, mis ojos no se separaban de ti.
Cuando tu diminuta forma adoptó la postura de loto, cubierta por las arenas de
Ghurní, durante tu infancia, yo me encontraba invisiblemente presente.
Pacientemente, mes tras mes, año tras año, he velado por ti, esperando el advenimiento
de este día maravilloso. Ahora estás nuevamente conmigo. He aquí tu cueva, la
que tanto amaste antaño. La he mantenido siempre lista y limpia para ti. Aquí
está tu manta para la postura sobre la cual acostumbrabas sentarte diariamente
para henchir tu corazón con Dios. Allí tienes tu cuenco, el mismo del que
solías tomar el néctar por mi preparado. Mira cómo he mantenido el bronce bien
pulido, a fin de que pudieses algún día beber en él otra vez. ¿Comprendes
ahora, mi bien amado hijo?.
Luego de este extraordinario encuentro, el yogui inició a Lahiri Mahasaya
en el antiguo y perdido arte del kriya yoga.
El misterioso maestro le dijo a Lahiri Mahasaya:
“El kriya yoga que estoy ofreciendo al mundo por
conducto tuyo en este siglo XIX, es una resurrección de la misma ciencia que
Krishna dio a Arjuna hace miles de años y que fue conocida posteriormente por
Patanjali, Cristo, San Juan, San Pablo y otros discípulos.
Verdadero o no, lo cierto es que Lahiri Mahasaya, luego de este misterioso
encuentro, llegó a convertirse en una de las figuras más extraordinarias de la
India de finales del siglo XIX. En silencio preparó numerosos discípulos que
llevarían su mensaje a occidente. Quizá el más recordado de todos fue Yukteswar
Ji, quien tuvo la misión desde muy niño de preparar a Makunda Lal Gosh, más
conocido como Paramahansa Yogananda, el autor de la extraordinaria
Autobiografía de un Yogui, uno de los clásicos espirituales más leídos de todos
los tiempos.
La técnica es sencilla:
“El kriya yogui dirige mentalmente su energía vital,
haciéndola ascender y descender alrededor de los seis centros espinales (el
medular, cervical, dorsal, lumbar, sacral y coccígeo), los cuales corresponden
a los doce signos del zodíaco, el hombre cósmico simbólico. Con medio minuto
que la energía revolucione alrededor del sensitivo cordón de la espina dorsal
del hombre, se efectúan grandes y sutiles cambios en su evolución; ese medio
minuto de kriya equivale a un año de desarrollo espiritual natural”
La energía vital es el prana que acompañado de la respiración y de la mente
se hace subir y bajar en una órbita elíptica alrededor de la columna vertebral,
donde se encuentran los chakras ya mencionados en el apartado sobre kundalini
yoga, desde su base en el periné hasta el tronco encefálico y un poco más
arriba en el centro de la cabeza.
De acuerdo a Paramahansa Yogananda este procedimiento es capaz de producir
profundas transformaciones en la estructura y las conexiones de nuestro cerebro
en el corto lapso de una sola vida, una transformación que normalmente
demoraría más de un millón de años terrestres de evolución natural:
“Mil kriyas practicados en un lapso de ocho horas y
media le ofrecen al yogui en un día el equivalente a mil años de evolución
natural, es decir, 365.000 años de evolución en un año. En tres años, un kriya
yogui puede completar, por medio de un autoesfuerzo inteligente, los mismos
resultados que la naturaleza alcanza al cabo de un millón de años”
El kriya yoga es una sencilla técnica utilizada para despertar el kundalini
y activar los centros de energía localizados en la columna vertebral y el
cerebro.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 225-229
Seth Shiv Dayal Singh, posteriormente conocido como Swami
Ji, nacía el 25 de agosto de 1818. Admirador y seguidor del famoso santo de
Agra, Tulsi Hasib, Seth Shiv Dayal le dedicó más de 17 años de práctica intensa
(18 horas al día) a un antiguo arte conocido como el yoga de la corriente del
sonido. Siendo todavía un adolescente permanecía encerrado en una de las
habitaciones interiores del hogar de sus padres saliendo únicamente para hacer
sus necesidades biológicas o recibir alimento. Desde ese pequeño habitáculo,
Seth Shiv Dayal logró remontarse a las más altas cimas espirituales de las que
se tengan noticia. Todas las regiones de los mundos físicos, semimateriales y espirituales
le fueron reveladas en sus ascensos místicos. La geografía cósmica descrita por
estos maestros es quizá la más completa de cuantas hayan intentado describir
las vastas e innumerables regiones de la creación. La –Experiencia Próxima a la
Muerte– que muchos han experimentado constituye solo el inicio de un viaje que
estos maestros lograron abarcar en su totalidad. Los descubrimientos de estos
maestros nos refuerzan la idea de que la vida no acaba con la muerte. De
acuerdo a esta cosmogonía, la creación se encuentra dividida en tres grandes
regiones que ellos llaman Sat Desh, Brahmand y Pinda. Sat Desh es la más
elevada de todas las regiones espirituales. “Es un reino de espíritu
absolutamente puro, sin mezcla de ninguna clase de materia”. Brahmand es
conocida como la región espíritu-material ya que existe una mezcla de espíritu
y materia sutil muy refinada. “Sus habitantes son felices más allá de nuestra
concepción, pero no son inmortales como piensa mucha gente. Viven durante
períodos de tiempo extremadamente largos y al final experimentan un cambio,
algo parecido a la muerte, solo a la hora de la gran disolución (Big Crunch en
nuestro lenguaje científico) cuando la totalidad de Brahmand vuelve a su estado
anterior a la creación tras un ciclo de tiempo muy largo. Es la región donde se
encuentran los cielos de las distintas tradiciones religiosas. Es enorme en su
extensión, más allá del alcance de nuestro pensamiento, pero muy pequeño en
comparación con la gran división”. Pinda es la tercera gran división. Esta
hecho de la materia burda conocida por nuestra física contemporánea. En esta
región materio-espiritual, a diferencia de la región espíritu-material antes
mencionada, la materia predomina sobre el espíritu. “Incluye todos los soles y
planetas, siendo nuestra tierra solo uno de ellos. Todos los incontables
universos conocidos por nuestros astrónomos, no son más que una parte muy
pequeña de la totalidad de la región de Pinda. Toda esta región viene a ser
únicamente una mota de polvo flotando en el cielo de la región de Brahmand”.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 230
En el Taittiriya Upanishad, una de las escrituras
filosóficas y religiosas más tempranas, su autor nos habla de la doctrina de
los Sheaths o Koshas, los vehículos utilizados por la conciencia para funcionar
en los diferentes estratos de la creación. El más burdo y concreto era el
cuerpo y el cerebro físico o anna-maya-kosha. Luego tenemos un cuerpo y un
cerebro hecho de energía, el pranamaya-kosha; una cubierta que posee cierta
correspondencia con nuestro concepto de mente, el mano-maya-kosha. Luego seguía
el vijñana-maya-kosha o cubierta del discernimiento y finalmente el
ananda-maya-kosha o cubierta de bienaventuranza.
Carlos Luis Delgado García
El nuevo cerebro humano, página 241
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