La fuente del amor
No es necesario ver dos cuerpos juntos
ni tampoco observarles abrazados,
no hace falta que la piel contacte
con la piel de la amada o del amado
ni que un angelical niño les marque
con el agudo arrobo de sus dardos.
Para notar donde el amor emerge
basta ver como engarzan sus miradas
y transitan paisajes reservados;
observar esos rostros que florecen
cuando el querer les cerca, y a su lado
basta escuchar la silenciosa fuente
de la que beben los enamorados.
Primitivo Oliva Fernández
No hay comentarios:
Publicar un comentario