Aún quedan locos

Ayer caminaba todavía, una posibilidad entre nosotros
hoy es tan tarde, quizás lo fue siempre.
Las aguas que nos unieron eran quimeras,
 flores de un día
como el deseo caprichoso, navega mientras el placer embriaga.

Después se olvida con la velocidad de otros dedos que acarician
los mismos lugares que buscábamos juntos
Necesito parar un tiempo que jamás se detiene
quiero seguir soñando y pensar que permaneces.

Despierto y la vulgaridad se hace paso
todo brilla menos
el reloj no me lleva a tu encuentro
la pesadilla me trae el periódico
desayuno la era del desamparo
Menos mal que aún quedan locos
que hablan de poesía y mueren por un verso.

Sagrario del Peral


Blancanieves

"Blancanieves escribe corazones en semáforos rojos.
Aletea, cual niña mariposa, entre dientes de león.
A veces, cuando Madrid llueve, llora mojitos
con sonrisas de paraguas.
Entonces,
entonces vuelan coches naranjas en osos pardos de infancia.
Ella, ella dice a voz en grito
¡que le dan miedo los decibelios,
las mentiras crueles y los pene hombres!...
Hombres Pene, ¿Pene Hombres?
¡Qué pena!
Ama a su garabato azul de pies descalzos.
En tardes de invierno maúlla soledades.
Sueña despierta
la irrealidad intangible
de bellas esquizofrenias en un solo ojo.
Allá donde van los espacios en blanco
parpadea silencios
y después muere un poco."

Sagrario del Peral


Maldita

¿Y ahora, qué hago con toda esta tristeza?
He ido sumando caricias
que se miraban y se reconocían.

He muerto tantas veces esperando
que haya alguien que sea para mí.

Pero no, señores, he nacido maldita,
para no ser amada, tan solo, y a lo mucho, querida.
Querida como un buen ser humano con el que se puede
contar
con alguien en quien confiar de forma apacible.

Un rostro amable que nunca es el soñado,
un rostro que nunca será amado.
Porque he de morir sola
y ese es mi destino... (MALDITA)

Sagrario del Peral



Porque lluevo

"En este estado melancólico, las estaciones del metro concentran tristeza
que se sube disimulada al andén entre los abrigos y los paraguas que nos traen todas las lluvias posibles.
Pero hoy no hay marcha atrás, la tristeza viaja conmigo
en el vagón me mira a la cara fijamente y me sonríe, sabe que soy una de las suyas,
nos reconocemos con nuestros abrigos raídos,
con las lágrimas que se escapan sin querer de los restos del maquillaje.
Nuestras sombras viajan juntas, se miran como si de un viejo familiar se tratase.
La esperanza traquetea correteando para alcanzar la ilusión
que días atrás asomaba a nuestras caras.
Hoy queda todo tan lejano,
miramos paseando la ciudad con la cabeza boca abajo, con el sinsabor
de que estamos arañadas hasta la médula.
Porque lluevo y no puedo parar de hacerlo,
estoy aquí y tan solo el dolor está vivo."

Sagrario del Peral


Yo sé de corazones verborreicos,
que sangran heridas desde sus pequeñas bocas, ocultas tras el velo del camuflaje.

Ante una sonrisa sincera, se desarman,
bajan ese gatillo que se protege en su madriguera
para que no les hagan más daño,
porque las pieles y los caparazones para protegernos
son realmente muy necesarios en un mundo a la gresca,
variopinto y deshumanizado.

El instinto, la intuición, se pierden
y la mecanización, la vileza, ganan terreno, casi sin darnos cuenta.
Las pasiones muchas veces acaban en el cementerio de la auto-destrucción o la destrucción ajena.

Odios, rencores, envidias. Caminos de mentes estrechas que malgastan la energía en podredumbre y desperdicio humano.

Si cambiamos lo pernicioso por un trueque de cariño y pequeñas cosas que nos hacen más grandes, nuestro mundo y nosotros saldremos ganando.

Sagrario del Peral



No hay comentarios: