Apostasía de la pérdida de la lujuria: di tu renuncia y vuela

Mírate
en el espejo de las horas
desnúdate
en el centro de una plaza
antójame
como un zorro a las uvas
suéname
toda vestida de arcángel
simbolízame
sin un pan bajo del brazo
sublimízame
en espacios militantes
y luego
desnúdate
y ámame.

Serás ese rió que renace en las piedras ya agotadas, manantial de temprana cordillera, una azucena del alba, el perejil de mis males, tormillo y harina tostada, lechuza de temporada, medialunas con tostadas, tango de la barra brava. Amor, mi amor, te estoy esperando, como el ñandú a la pava. Te haré cepillo de la espuma, limpiaré la historia como alguien que la engrasa, y en un castillo de naipes, habrá un plumero gigante: te veré detrás del agua, no gozarás mucho en tu cama, porque estarás conmigo siempre, soñando junto a la parva o para el caso, gigante, envueltito entre mis sábanas, restinga de las vaginas que callan.

Marta Zabaleta



Desenlace

Voy buscando
huracanada y ola
bebiendo del vacío
como en mi sombra y sola
castañuela de suspiros
coros de abuelos
transparente en mi anhelo
buscando ese presagio
en otros cielos.

Marta Zabaleta


Lo que yo más amo

Tendí las arenas en tu playa
para que por tus venas pasaran mis misterios.

Tendí en mi cama
las sábanas
para escuchar el ritmo de tu cuerpo.

Tendieron las velas los barcos solitarios
se estrellaron las olas en su cansancio

Y cuando nieva
el río se silencia y vuelve escarcha

Mientras tanto
adentro mío tu mirada vive, muy intensa,
amorosa y cada vez más pura, la beso y me despiertas.

Marta Zabaleta



Pesadilla
               
Me despertó en la noche
tremenda pesadilla
qué es lo que tengo, me dije,
¿ya no le quiero?

Susurraba una lechuza
se columpiaba una rama
habían dos pescados
y una manzana.

La noche era callada
los pescados no hablaban
la noche era estrellada
eran las seis moradas.

Me despertó un susurro
de un paladar muy rosa
la piedra en el camino
el llanto en su garganta.

La noche era temprana
y me soplaba el alba
me di vuelta en la cama
y le encontré callado

Le besé con el alma
me miró con sonrojo
me dormí enamorada
y desperté galana.

Había en el estero
un pato, un aljibe,
una ventana entera
para saltar afuera.

Había en esas pampas
consuelo de otros cielos
y en mi corazón de niña
vivía una esperanza.

Tenía brío, tenía caballos
saltaba con las trenzas
al viento despeinadas
con mi oculta delicia entre las manos.

Bailábamos las lluvias
poemas recitábamos
revisábamos lindos
vivíamos la esperanza.

Las tardes eran densas
el porvenir patraña
los libros eran
caminos en el agua.

Las noches eran largas
siempre hechas de esperas
de cuentos disfrazados
de cristal y de cera.

Los días eran cortos
poblados de acechanzas
despedazando hadas
desangrando rosarios.

La vida era verde y rosa
con fuertes tintes naranjas
el lino batía las hojas
y el girasol giraba, giraba

Mientras bajo del árbol
en mi caballo alado
recogía de cuatro pétalos
el final de mi infancia.

Susurraban los pastos
los trinos se dormían
y a lo lejos se oía
a un tren que se marchaba.

La noche era silencio
los días estrellados
cuando mi vida aun
era una pagina en blanco.

Marta Zabaleta


Ser o no ser igual

Para la Dra Myriam Garbulsky

Ser agua
para ahogarme en tu boca
igual
que una sombra en la brizna

No serlo
comiéndome tus nieves
observando las nubes
mordiendo tus engaños.

Sentir
que tu mano se posa
en tu otra mano
y que se miran
tus manos
y que se escuchan
y se sorprenden
y se separan
para mirarme
tus manos

mientras mis manos
sedientas y asombradas
se detienen
te bordean
te destilan
te siembran
se deslizan
te encuentran
te desatan
y te aman.

Marta Zabaleta















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