"Las voces se reían de mí y me decían que querían sangre. Así que tomé su corazón… y después mordí un trozo."

Francisco García Escalero


"Lo maté. Estuvimos bebiendo en el parque al lado del cementerio y tomando pastillas.
Me las pedía el cuerpo para poder hablar mejor. Luego le dije dónde íbamos a dormir y en el cementerio sentí las fuerzas, me daban impulsos, cogí una piedra y le dí en la cabeza, le quemé con periódicos, y luego me fui a dormir al coche y al día siguiente al hospital. Ahora me siento con la mente en blanco, como si estuviera muerto."

Francisco García Escalero
Diario El Mundo, 10 de junio de 1994

No hay comentarios: