A ti. Gloriosa luz de mi deseo
A ti, a ti, siempre a ti
hasta que me muera.
A ti perversa diablesa del mis mil posesiones,
enfermizo deseo de mis mil devociones,
blasfema belleza encarnada en mujer,
de rojos labios que con dulzura cruel
elevan mis infiernos y los dejan caer.
A ti, borrosa prisión de mis mil sentimientos,
hechicera nocturna, ladrona de alientos.
A mis alcoholes, a mis amores, a mi errores
y a todo lo que por ti,
mi alma ha destronado y convertido en tragedia.
A ti, que se sepa,
que corra el aire y nos hiera
y no lleve para siempre,
dejando con sangre
arañados estos papeles…
y que la perversión de mi amor
grite de rabia y dolor
por los lodos, de los siglos de lo eterno.
Javier Yagüe Criado
Al final
Mi amor,
que sonríe de forma grotesca
que se queja, aunque nunca protesta,
que amor tan mezquino,
manchado de sangre,
regado de vino.
De mi amor estoy cansado.
Triste y lloroso lamento.
El poeta desesperado.
Javier Yagüe Criado
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