“Circunstancia primordial en el éxito de la malarioterapia de la parálisis general, es la aplicación temprana y precoz del procedimiento. Importa mucho, pues, que no sólo el neurólogo, el sifilógrafo, sino también el médico general y aún el grueso público, conozcan los síntomas cardinales y que este último tenga el temor siquiera de que una infección sifilítica pueda significar una parálisis general progresiva...
... la técnica del autor se reduce a inyectar por vía subcutánea o intravenosa unos cuantos centímetros cúbicos de sangre infectada con Plasmodium vivax, que es el más fácil de conseguir y el menos peligroso. No es preciso inyectar grandes cantidades de sangre palúdica ni tampoco obtenerla durante el acceso febril. La pirexia aparece después de una incubación de una o dos semanas, observándose en los paralíticoa una curva atípica de terciana, pues a veces es cotidiana. En los sifilíticos tardíos, no paralíticos, en cambio, la pirexia es típicamente de forma tercia. Durante la fiebre y en sus intervalos es necesaria la tonificación del corazón y del enfermo en general. (Digital, estrofanto, cardiazol, alcanfor, cafeína). La malaria experimental cesa fácilmente a la ingestión de 4 o 5 gramos de quinina por vía oral, con raras y excepcionales recidivas. Esta dosis de quinina debe repartirse en 5 o 7 días. Los buenos efectos de la malariolización empiezan a observarse cuando se termina la cura de quinina. Asistimos entonces a un florecimiento orgánico general, físico y moral.”
Julius Wagner-Jauregg
"Mientras un esquizofrénico tiene períodos de agitación, queda esperanza de que evolucione hacia una mejoría."
Julius Wagner Von Jauregg
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