Agonía de amor

Cada lágrima que humedece mis mejillas,
dá en el blanco que es mi corazón
y se clava en él, como una astilla,
desgarrando la fé de mi ilusión.

Cada instante que sucede y no te hallo,
son eternos momentos que te extraño.
La nostalgia rápida como el rayo,
atraviesa el alma y me hace daño.

Sufro al saber que se consume,
esa llama de amor en su interior
y mi espíritu solitario, ya presume,
que se agotan las horas de pasión.

Hugo F. M. Otero


Amigos

Aquella vez que tropezamos
éramos pichones huidos del nido
cachorros jugando en el camino
tan solo dos desconocidos.

Retoños de árboles distintos
pétalos de corolas diferentes
hijos del mundo y de esta tierra
anónimos hermanos del alma,

pero…

La mágica esencia del destino
que embebe cada trazo de la vida
enlazó tu espíritu y el mío
y dictando ecos de lealtad,

dijo…

Éste es el día, éste es tu amigo.

Hugo F M Otero


Horizonte de fuego

Brotará intenso algún día de mis venas
salpicando al fin en tu interior
plasmando eternamente sus secuelas
este flujo ardiente evaporando amor.

Tus labios gruesos y carnosos
serán imanes que atraerán mis besos.
Se encenderán tus pómulos rosados
transformando su color en fuego.

Y en el horizonte del atardecer soleado
morirá el ego de los dos,
para ser entonces un solo contorno
bajo el reflejo del poniente sol.

Hugo F. M. Otero











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