"Al igual que Carlos Castañeda en nuestra época, Le Plongeon aprendió que los indios nativos de la suya seguían practicando la magia y la adivinación… Por debajo de la prosaica vida de los indios… en Yucatán, Le Plongeon concluyó que fluía «una rica corriente viviente de sabiduría y práctica ocultas, que tiene sus fuentes en un pasado extremadamente remoto, mucho más allá del alcance de la investigación histórica ordinaria»."

Peter Tompkins
 Mysteries of the Mexican Pyramids, Harper & Row, 1976, p. 165
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 252

"Dado que los números 1296 y 864 constituían la clave para desenmarañar los secretos astronómicos y geodésicos de la Gran Pirámide, es posible que con el tiempo resuelvan los misterios de las pirámides mesoamericanas. ¿Es acaso una coincidencia que un círculo de 1.296.000 unidades tenga un radio de 206.265 unidades, y que 206.264 unidades sea la longitud tanto del codo inglés como del egipcio, que el siclo hebreo pese 129,6 gramos, y la guinea inglesa 129,6 gramos, y la medida de lo Más Sagrado en el templo de Salomón sean 1.296 pulgadas? El número 1.296.000 no sólo constituía la base numérica de las mediciones astronómicas hasta donde tenemos constancia escrita, sino que también era el número favorito del simbolismo místico de Platón."

Peter Tompkins
 Mysteries of the Mexican Pyramids, Harper & Row, 1976, p. 256
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 41




"Con el reverso del Sello de los Estados Unidos de América… según M. P. Hall, se observa que no solamente fueron masones muchos de los fundadores del gobierno de los Estados Unidos sino que también recibieron ayuda de un grupo secreto y respetado de Europa, que los ayudó a establecer los Estados Unidos para «un propósito peculiar y particular conocido solamente por unos pocos iniciados». El Gran Sello, defiende Hall, era la firma del cuerpo exaltado y la pirámide inacabada del reverso «es una representación simbólica de la tarea a la que estaba dedicado el gobierno de los Estados Unidos desde el día de su nacimiento». Al parecer, el águila era interpretada como el fénix, o símbolo de la inmortalidad del alma humana. Se ha dado a los símbolos de la pirámide y del fénix gran difusión al colocarlos sobre el billete de un dólar…"

Peter Tompkins
Los secretos de la Gran Pirámide
Tomado del libro La cámara secreta deRobert Bauval, página 41


"Exaltado por los libros de Brasseur, Thompson afirmaba que, aunque no había ninguna prueba de la teoría de la Atlántida, una tradición tan extendida y una leyenda tan persistente debía tener alguna base histórica … Thompson señalaba las tradiciones de pueblos muy distantes entre sí, relativas a la misteriosa aparición en las costas del golfo de México del Pueblo de la Serpiente, o Chañes… Thompson indicaba que los jefes de los olmecas eran conocidos como Chañes, o, entre los mayas, como Canob, «Serpientes», «Hombres Sabios», o Ah Tzai, «Pueblo de la Serpiente de Cascabel»."

Peter Tompkins
Mysteries of the Mexican Pyramids, Harper & Row, 1976, p. 176.
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 367


"La doctrina de la evolución, el desarrollo progresivo de la naturaleza, una idea desconocida en la filosofía clásica, fue formulada por primera vez por Bruno, y no de forma vaga o parcial; además de al mundo orgánico, también aplicaba sus leyes al mundo inorgánico, de forma que concordaba con la línea evolutiva inquebrantable de la materia al ser humano que más tarde reconoció la ciencia moderna."

Peter Tompkins
Tomada del libro El universo prohibido de Lynn Picknett & Clive Prince, página 63


"… los mayas llegaron a la certeza matemática de la existencia de una conciencia cósmica, a la que denominaron «Hunab Ku», la única dispensadora de medida y de movimiento, a quien atribuían la estructuración matemática del universo. A esta divinidad la representaban mediante un círculo en el que estaba inscrito un cuadrado, tal como hizo Pitágoras. Los mayas creían que su divinidad suprema funcionaba mediante un principio de dualismo dinámico, o polaridad… por el cual, a través de la mediación de los cuatro elementos primordiales, el aire, el fuego, el agua y la tierra… fue engendrado todo el mundo material… Para los mayas, la tierra no era un cuerpo sin vida, no estaba muerta ni era inerte, sino que era una entidad viva vinculada de forma inmediata a la existencia del hombre."

Peter Tompkins
Mysteries of the Mexican Pyramids, Harper & Row, 1976, p. 285
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 87



"Para el pueblo egipcio, el clero faraónico mantenía el culto a Osiris, un culto de renovación y reencarnación. Para la élite del templo, enseñaba el principio —que nos recuerda a Cristo— de Horus el redentor, de la liberación del karma, de la reencarnación, del retorno al hombre cósmico, incorpóreo pero plenamente consciente. Sin embargo, desde la clausura del templo al final de la época faraónica y el inicio de la era cristiana, el hombre ha carecido de la guía esencial de la ciencia sagrada como medio de hacerse auténticamente humano… y después sobrehumano. Mientras el científico sigue aguijoneando la barrera de lo desconocido sin ser capaz de abrir una brecha en ella, el metafísico no deja de advertirle de que ése es su sino indefinidamente: se trata de una verdad que no se puede investigar; sólo se puede conocer de manera intuitiva, o por revelación. Se ha delimitado el campo de batalla. La pugna continúa."

Peter Tompkins
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 10



"Para Sejourné, Teotihuacán fue el lugar en donde la serpiente aprendió milagrosamente a volar, es decir, «en donde el individuo, a través de su crecimiento interno, alcanzó la categoría de ser celestial»."

Peter Tompkins
Mysteries of the Mexican Pyramids, Harper & Row, 1976, p. 387
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 128


"(Schwaller) De Lubicz era un experto en sabiduría hermética… [y] pronto encontró la misma sabiduría desarrollada en los ideogramas, estatuas y templos de Egipto. Interpretando los antiguos jeroglíficos egipcios como símbolos portadores de un mensaje hermético, De Lubicz descubrió en Egipto la fuente más antigua conocida de la Ciencia Sagrada que forma la base de lo que ha sido conocido como la Filosofía Sempiterna, fragmentos de la cual han permanecido vivos entre los gnósticos, sufíes, cabalistas, rosacruces y masones, pero que primero usaron una serie de maestros ilustrados y clarividentes."

Peter Tompkins
en un prólogo que escribió para el libro La Serpiente Celeste de John Anthony West
Tomado del libro La cámara secreta deRobert Bauval, página 69















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