“La idea de que los ríos son dioses y las fuentes ninfas divinas está profundamente arraigada no sólo en la poesía sino en las creencias y rituales; la adoración de estas deidades está limitada solo por el hecho de que se identifican inseparablemente con una localidad concreta.”
Walter Burkert
"Los mitos griegos no sólo son inquietantes para nosotros: lo fueron ya para los propios griegos, y no solamente tal mito particular o tal otro que narraba la emasculación o el despedazamiento de un dios o la locura y las atrocidades de un héroe, sino el mito en cuanto tal, como explicación que da sentido a las condiciones de vida humanas mediante la narración de las hazañas y los sufrimientos de personajes sobrehumanos o demasiado humanos. Desde Homero en adelante, todo poeta griego había de afrontar la ardua tarea de rehacer cada vez para un público nuevo los relatos heredados, a veces enigmáticos—por una sola mujer, una ciudad entera fue asediada durante diez años y finalmente arrasada; un rey asesinó a su padre y desposó a su madre—, pero sin reproducirlos con tan poca imaginación que parecieran archisabidos e insulsos, y sin tampoco alterarlos tan radicalmente que contradijeran la tradición y resultaran poco plausibles. Todo historiador que no quisiera limitarse a su propia época tenía que ocuparse de las embarazosas contradicciones e inverosimilitudes de los mitos, que para los tiempos más antiguos eran la única fuente que conocía; tenía que reunirlos, seleccionarlos, transformarlos, combinarlos… Por asombroso que parezca, casi nadie osó prescindir de ellos sin más, y aun cuando Éforo excluye de su Historia universal los primitivos tiempos míticos, señalando la imposibilidad de obtener un conocimiento preciso de ellos, acepta, sin embargo, como punto de partida seguro, las migraciones de los hijos de Heracles. Y todo filósofo, por más convencido que estuviera de la inferioridad del pensamiento mítico, tenía que enfrentarse a los mitos heredados, fuera refutándolos minuciosamente (entre otras razones, con el fin de hacer sitio para los mitos que él mismo inventara para el caso), fuera demostrando científicamente que sus propias verdades habían encontrado ya en las leyendas más antiguas una expresión velada, pero recuperable en su totalidad mediante la exégesis alegórica."
Walter Burkert
El origen salvaje
"Ni la historia ni la antropología conocen sociedades de las que la religión haya estado totalmente ausente». La observación de que prácticamente todas las tribus, los estados y las ciudades tienen alguna forma de religión se ha hecho muchas veces, desde Heródoto. Los filósofos antiguos veían ese «consenso de las naciones» como prueba de la existencia de los dioses. La cuestión no es si los etnógrafos todavía pueden encontrar alguna excepción a ese consenso: lo que hay que explicar es la universalidad de dicho consenso. Desde luego, hay diferencias muy notables en creencias y prácticas; en realidad, la religión puede ser un obstáculo muy serio para la comunicación entre grupos diferentes, ya que se producen pseudoespecies que se excluyen y pueden tratar de exterminarse mutuamente; pero incluso esa tendencia divisiva es una característica común. Tan notable como la ubicuidad de la religión es su persistencia a través de los milenios. Evidentemente ha sobrevivido a cambios sociales y económicos de lo más drásticos: la revolución neolítica, la revolución urbana y hasta la revolución industrial. Si es que la religión fue inventada alguna vez, ha conseguido infiltrarse prácticamente en todas las variedades de la cultura humana; sin embargo no hay ninguna prueba de que en el curso de la historia la religión haya sido nunca reinventada, sino que siempre ha estado ahí, transmitida de generación en generación desde tiempos inmemoriales. En cuanto a los fundadores de nuevas religiones, como Zaratustra, Jesús o Mahoma, su logro creativo consistió en transformar, invertir o reordenar patrones y elementos que ya existían y que continúan teniendo un innegable parecido familiar con las formas más antiguas."
Walter Burkert
La creación de lo sagrado
"Un grupo rodeado de depredadores: hombres cazados por lobos,
o simios en presencia de leopardos […]. Generalmente no debía haber más que un
modo de salvación: un miembro del grupo tiene que convertirse en presa de los
hambrientos carnívoros, luego, el resto estará a salvo durante un tiempo. Un
forastero, un inválido o un animal joven se convertiría en la víctima más probable.Hasta el día de hoy, los primates como los chimpancés a
menudo son víctimas de los depredadores. En un estudio reciente sobre la
población chimpancé de una selva, la depredación por leopardos era la causa
principal de muerte, y los leones eran también importantes asesinos. Los grupos
de babuinos de las sabanas a menudo son atacados y algunos pierden una cuarta
parte de sus miembros cada año, debido a la depredación.
Cuando atraviesan la sabana, la recorren en un orden defensivo con los machos jóvenes en la periferia. Un babuino enfermo que quede atrás intenta con tanto esfuerzo seguir el ritmo que se agota, y pronto se convierte en víctima de un depredador. A veces, los machos jóvenes literalmente se sacrifican para defender al grupo; como consecuencia, entre los primates salvajes, una elevada proporción de machos jóvenes no llega a la madurez."
Cuando atraviesan la sabana, la recorren en un orden defensivo con los machos jóvenes en la periferia. Un babuino enfermo que quede atrás intenta con tanto esfuerzo seguir el ritmo que se agota, y pronto se convierte en víctima de un depredador. A veces, los machos jóvenes literalmente se sacrifican para defender al grupo; como consecuencia, entre los primates salvajes, una elevada proporción de machos jóvenes no llega a la madurez."
Walter Burkert
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