Nada

Es hora de callar.
Es hora del silencio.
Es hora de amarrar
la lengua al diente
enciado de modorra
como yeguas sabatinas
de mi infancia.

Siempre habrá un sábado
para quedarse sin palabras
y bostezar el hambre de la nada.

Siempre habrá un mediodía
de grises moscas inocentes
rondando silenciosamente
el párpado cerrado de la hora.

Siempre habrá un silencio total
de empedrado pueblo en siesta
tendido tercamente en el alma
como el cadáver último
de todas las palabras.

Nudo. Silencio. Pueblo.
Mosca. Saliva congelada.
Bostezo. Patíbulo del verbo.
Es la hora de la nada.

Julio César López


Puente

Pensar en ti
desde la oscura piedra
de mi soledad
es recordar
que sobre los helechos
de la mañana
sigue cuajando el rocío
la ternura de los cristales.
Porque pienso en ti
y tu amor me tiende un puente
hacia la transparencia
de todas las cosas.

Julio César López



Sólo asfalto

Ya no hay piedras
ni polvo
en los caminos.
Sólo asfalto
derritiendo
horizontes
en la canícula
infinita
de la vida.

Julio César López









No hay comentarios: