Raquel

Volveremos una tarde de septiembre
a tomar tu café y hablar de nada,
nos buscaremos en los ojos
aquellas cosas que se quedaron sin decir.

Retornarás más bella,
libre tu boca de la miseria
de la fábrica y el cañaveral,
libre tu frente de los surcos
de la mala tierra.
Volverás cantando
y el barrio se vestirá de plena,
de romance y flores nuevas.
Caminarás orgullosa
y alguien volverá a enamorarse
de tus rizos de negra.

Vuelve ahora,
vuelve pronto,
tomemos un café,
háblame…
alíviame el peso de las cosas
que no puedo decirte.

Iván Figueroa Luciano



soy lo que no tengo 

el sueño de mi hijo en la madrugada
la voz de mi hija en la canción del rocío
los espacios sagrados en el techo
que la mariposa no toca
la música eterna de mis hermanos 

la distancia que recorre la mirada cansada
de mi padre en los atardeceres 

la rabia ancestral de mi amigo
el aliento profundo del pordiosero
lo que tú soñaste y olvidaste para siempre
el amor que perdura entre los dedos 

soy la flor púrpura al pie de la tumba de mi madre

Iván Figueroa Luciano







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