Absoluta evocación

Cansada la ansiedad late
con una vida obligada.
El pensamiento me abate
al sentirme castigada.

Encarcelada en recuerdos,
destrozada la ilusión,
pareceres poco cuerdos,
aumentan la presión.

Convertida en sal y agua
la lágrima es canción,
la tristeza se desagua.

Y perdida la mirada,
absoluta evocación,
me recuerdo fui tu amada.

Freya Hödar Nistal


Agria cepa

Cual vino cultivado en agria cepa
pasó como el olvido en mi garganta
tu amor desesperado en vil conato
templado de mentiras y apatía.

El diálogo infiel y embaucador
fue el brindis más sublime y patrañero,
promesas de ataduras figuradas,
de argollas a la mar con falsos votos.

Sangró la herida frágil su cosecha,
paciente fue labrando su riada
en pródigos mercados del olvido.

Hoy dulce la palabra viste embustes
de suaves ilusiones sin matices
pintando el abanico del amor.

Freya Hödar Nistal


Bañarme en ese mar amarillo

Campo bañado de amarillas espigas
Ondeante en silenciosas ráfagas de viento
Que conversan en tintineos que siento
Y llegan a mi alma en murmullos de hormigas.

Espigas que estiran su cuello
Y asoman en su curioso mirar
Un pestañear coqueto que hace vibrar
Los ojos que las miran en ese extenso campo bello.

Bañarme en ese mar amarillo
Ondular mi cuerpo con el viento
Mecerme desnuda del alma y sentimiento
Sueño despierta como en el vuelo de un pajarillo

Abrir mis alas para posarme
En los cuellos de cada espiga
Bailar en ese mecer si fatiga
Hasta ser una de ellas sin hartarme.

¡Silencio!... quiero escuchar ese canto
que deja el viento enrarecido
en ese campo de espigas, mar aparecido
que baña el sentido, sin mojarlo tanto.

Freya Hödar Nistal


Canalla ignominia

Como espinas de cardo en luz, la Negra
brota lánguida, adusta y acuciosa,
con su risa farsante desintegra
para asirme en la lápida musgosa.

Mi sufrida experiencia hará nimia
sus condenas, espera yo me enferme.
La hará rezar mi canalla ignominia
cuando la vida deje de quererme.

Freya Hödar Nistal


Cristo ciego

Me abandona la luz, menguante luna
arrastrada hacia el borde de las olas,
margina mi desvelo y lloro a solas,
en una noche sin estrella alguna,

Llegó a mi cavilar un Cristo ciego,
estático perfil en la madera,
inerte la actitud, sacra y austera,
yerta la imagen, castigó mi ego.

Sin sed en la locura del amor
y en la ilusión de vivir otra vida.
Yo sigo siendo humana y en mi centro,

enclaustrada en un mítico calor,
gajos sobrantes, incierta la herida,
sostiene el alma su dique por dentro.

Freya Hödar Nistal


Donde moran tus ojos

Allende los espejos donde moran tus ojos
veo el crepúsculo de aislados pensamientos
inmersos en dudosas huellas de tu perfil.
Silencioso y neutral, tras cubrir para siempre
tus párpados de seda, de ti sigo absorbida
inquiriendo etérea el brillo en tus pupilas.

Freya Hödar Nistal



Dos cielos

Si camino pensando en tus suspiros,
evoco la distancia de un reflejo
aguardo entre la esencia de papiros,
escritos con tu letra en un espejo.

Del vivo sueño por sentir tu voz,
el verbo multiplica el pensamiento,
y aventura el deseo tan precoz
de tenerte y saber que no me miento.

Indiferente el juego suma y resta
la diabólica opción de la conciencia
de llegar a una cumbre por supuesta,
grabando a ganadora mi presencia.

Es posesiva el hambre de los celos,
al amar a distancia entre dos cielos.

Freya Hödar Nistal




Huellas de mi sendero

Donde sucumbe inútil la sombra de algún verso,
donde el olvido burla inquebrantable, yerto,
la infinita memoria, espacio de la estampa,
una púa acuciosa esculpe tu perfil
con todos los aciagos y soplos de evasión,
para escribir en rimas, huellas de mi sendero.

Freya Hödar Nistal


Imposible de zurcir

La luna blanca despierta
desperezando su frío,
desnuda pronto se alerta
para su baño en el río.

Las ramas empobrecidas,
entumidas sin ropaje,
sostienen adormecidas
aves de oscuro plumaje.

Imposible de zurcir
con un hilo tan delgado,
un recuerdo sin sufrir
ese triste llanto ahogado.

Luz de redondo melón
abrazando el universo,
vuelco en ti mi corazón
me cobijo y te converso.

Freya Hödar Nistal


Remenbranzas

No sirve la intención sino el valor
de mirar a los ojos y con calma
ir hacia la verdad con el calor
de discutir con la mano en el alma.

Palabras ciertas suenan a campanas
donde el tañir despierta la memoria
nunca envenenan son siempre sanas
y a la conciencia la dejan en gloria.

Con hierro matan algunas reservas
y casi todas nos hacen sufrir
esas dañinas son, si las conservas.

Y los recuerdos graban sus colores
desde su nacimiento hasta morir
son remenbranzas tuyas hechas flores.

Freya Hödar Nistal













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