Advirtiendo una grave enfermedad
Entre tanta locura,
entre tanta guerra,
entre tantas ganas de ti
y esta boca tan ácida
se me adelantan los ojos y el deseo
como un arma inútil.
Te amenazo de amor.
Esther Muntañola
Coherentes
Hablamos la misma distancia
Tu corazón
busca un espacio mínimo
de dos metros
de separación del mío
Eso me agrada.
Duele ahora tener tan cerca un cuerpo.
Esther Muntañola
Intercambio
Ciertamente,
te quedaste con mi libro de anatomía.
A cambio,
tu cuerpo fue mío.
Olvidé en él todo lo que había aprendido.
Desde entonces
abres páginas que se incendian en el aire.
Esther Muntañola
Paisaje con figuras
El frío va más allá de nuestra mirada.
No habla de sí. Llega. Delimita la tierra.
El frío es un cuadro de Goya
en el que nunca habrá refugio,
sobre el que siempre soplará el viento
y ni siquiera las piedras podrán cobijarse.
Es una mirada cerca de la muerte.
Es como no tener tu cuerpo,
es hacerse pedazos.
Es este abandono en el corazón,
que cae la tarde sola, sin resquicios,
y no hay palabras, ni ingenio, ni siquiera tormenta.
El frío es no amar. Acudir a tus ojos y no hallarlos.
Apenas tiene color. No sabe a nada.
Se pega a los miembros, al alma, a la corteza de Dios.
El hombre que sabe del frío intenta quitarse sus cristales.
La mujer, descalza, desnuda sobre el suelo húmedo
cuando el frío está ya dentro. No se ven.
Esther Muntañola
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