Introducción al método de la noche
La noche nace en los corazones
antes que en el cielo
el sigilo y la luna son sus espadas
diosa que cuelga negros racimos sobre la tierra
infinito árbol de los mundos
coronado por frutos de fuego
en su vientre los cuerpos
conciben y cantan
como ella seamos
laberinto y enigma
escritura de diamante
sobre ala de cuervo.
Emilio Martínez Cardona
Kafka
Tejedor de ensueños,
monstrorum artifex
al decir de Plinio.
No empaña la vigilia de Praga
(la Oficina, el Padre, la Solidez
Implacable de Cada Día)
al demiurgo circular
de tu pesadilla.
Como Penélope tejes
delirios mientras deshaces
ese otro telar:
la empecinada
persistencia
de la realidad.
Emilio Martínez Cardona
Parábola del viajero
He recorrido
los estrechos del Bósforo,
las cumbres perdidas
de Agartha,
las arenas solitarias
del Gobi.
He descendido
a mil infiernos:
abismo líquido
de las Marianas,
vórtice del Maelstrom,
entrañas del Erebus.
Ciudad del Sol,
Arcadia, Mirabilia,
la ínsula Brataria
o la isla de Nemo:
ninguna geografía,
real o imaginaria
me es ajena.
Sin embargo,
lo juro,
no me
encuentro.
Emilio Martínez Cardona
Una moneda por Celan
Si vas al Sena
visita por mí el puente Mirabeau
y arroja una moneda
para el barquero.
Una moneda por Paul Celan
que cavaba fosas en el aire,
en su lengua cenizas
del Holocausto.
(En Bukovina
había humo de violines ashkenazis
y en la Selva Negra
silencios de Heidegger).
Pídele que en la otra orilla
lo deje Caronte en su patria
de móviles dunas
de palabras errantes.
Emilio Martínez Cardona
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