El ser amado
La imagen del ser amado,
siempre la llevas a tu lado,
en tu mente está presente
aunque estés entre la gente.
Cuando agobian los problemas,
pensar en él te da fuerza,
eres capaz de mover montañas
y unir el cielo con la tierra.
Cuando lo ves te estremeces
y te sientes en las nubes,
lo contemplas y lo adoras
y te sientes una diosa.
Si te toma entre sus brazos,
sientes un gran amparo,
un incondicional apoyo
para hacer frente
a los obstáculos.
Pensando en él
se van las penas
y se alivian las tristezas.
Cuando te telefonea,
el corazón salta de gozo
y te devuelve la alegría,
con sus sinceras palabras
de ternura y de dulzura.
Tener a tu ser amado
es el mayor bien
que hay en la tierra.
Feliz es,
el que esa bendición encuentra,
no se consume en la espera
y no sueña con quimeras.
Rosa Baladrón Rodríguez
Te quiero lo suficiente
Te quiero lo suficiente,
para retirarme
y dejar de enamorarte,
Para no besarte,
para tocarte, sin abrazarte.
Te quiero lo suficiente,
para callarme,
para mirarte de lejos,
sin acercarme,
para hablarte sin susurrarte,
para darte la mano,
sin acariciarte.
Te quiero lo suficiente,
para hablar contigo,
sin mi amor declararte,
para estar junto a ti,
sin alegrarme,
sin expresarme.
Te quiero lo suficiente,
para cuando dudas ser firme,
para divertirte sin seducirte
y acallar mi corazón,
sin quejarme.
Te quiero lo suficiente,
para cuando me hieres
en vez de enfadarme,
comprenderte, perdonarte,
para ayudarte
sin dejar huella,
sin aproximarme.
Te quiero lo suficiente,
para en vez de responderte,
distanciarme,
para en vez de llorar,
sonreír al verte con ella feliz,
para esconder
el dolor de mi triste corazón.
No me importa desengañarte,
te quiero lo suficiente,
para retirarme.
Rosa Baladrón Rodríguez
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