Coloquio entre un soldado y una beata

   Sol. Ya hago voto a Dios. Bta. Pues a Dios vota
hijo mío no tiemble cuando jura.
Sol. Yo voto, y juro por la Virgen pura,
y es obra de virtud santa, y devota.

   y juro a Dios. Bta. La sangre me alborota
viendo que persevera en su locura,
no jure hijo más. Sol. ¿Por qué me apura
madre, que la paciencia seme agota?

   Y así un millón de veces voto, y juro
de defender la honra de María,  
pues mientras juro más, soy más premiado.

   Bta. Si eso es así verdad, jurar procuro,
también de defender la opinión pía,
mas ay que grande escrúpulo me ha dado.

   ¿Si habrá en jurar pecado  
un alma que de ser perfecta trata?
Autor. Esto dudó en San Pedro una Beata.

Fray Bernardo de Cárdenas


Don Quijote a la defensa de la Inmaculada


   Ensilla, Sancho amigo, a Rocinante,
dame la lanza y yelmo de Mambrino,
acomoda la alforja en el pollino,
y el bálsamo precioso por delante.

   Pues Dios me hizo caballero andante, 5
hoy desfacer un tuerto determino
que face a una doncella un malandrino,
jayán desaforado y cruel gigante.

   Dice que fue su esclava esta doncella,
y miente. Pues sé yo que cuando él dice 10
ella deshizo a coces su cabeza.

   A mí me toca, Sancho, el defendella,
pues soy su caballero, y voto hice
de defender su original pureza.»

   Subió con ligereza 15
y, tomando su yelmo, escudo y lanza,

le siguió su escudero Sancho Panza.

Fray Bernardo de Cárdenas








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