Alá

Yo soy de Mahoma
el dios.
Oídle a Mohamed.
Yo soy Alá.

Darío Lancini


Amor azul

Ramera, de todo te di.
Mariposa colosal, sí,
yo de todo te di.
Poda la rosa, Venus.
El átomo como tal
es un evasor alado.
Pide, todo te doy: isla,
sol, ocaso, pirámide.
Todo te daré: mar, luz, aroma.

Darío Lancini



Aves

Oros coge Ícaro
Llama, ora.
Cien aves se van
e Ícaro ama.
Llora, ciego coro.
Se va.

Darío Lancini



Dios

Oíd.
Ahora dudará Roma.
INRI
Roma
INRI
¿Viene Dios?
A dudar.
¡Oh!
«Azul soy yo».
«Amo la parca saloma».
Raro murió Él.
Le oí.
¡Vive, rey!
Os amo. 
Toda duda habla.
Os acosa. 
Dudas:
¿Amar…, odiar?
Te das la fe falsa
Barrabás.
A Dios oí. 
Dimas adujo:
«Cínico,
tu fe refuto.
Era rey
y
era reo.
Tu fe refuto,
cínico
Judas.
A mi Dios oí».

Das a Barrabás
la fe
falsa
del traidor.
Amasa dudas:
¿Ocaso…, alba?
Ha dudado
Tomás.
¡Oye!
¡Revivió Él!
Le oí rumorar.

«Amo la sacra paloma».
«Yo soy luz».
Ahora
dudas
de vivir.
Ni
a morir
ni
a morar.
A dudar.
¡Oh!
¡Adíos! Oíd…

Darío Lancini



El mar y no tu telar

El mar y no el ejido, el mar y no su eco.
Su cumbia y no su fría razón ando
buscando. Su eco sensual malográndose oí.
Oí el mar y no su cítara. Oh, Dios, ¿si
con su sal forja cien aguas
el mar y no tu telar,
se asea la mariposa encubierta?

Darío Lancini


El marino tutelar

El marino elegido, el marino sueco.
Sucumbía y no sufría razonando.
Buscan dos huecos en su alma logran doce, oh.
Y hoy el marino sucitará odios, ¿si
con sus alforjas y enaguas
el marino tutelar
se hace a la mar y posa en cubierta?

Darío Lancini



Eva y Adán

Al oírnos sonrió la Nada, Yavé.

Darío Lancini


Génesis

LUZ: A Eva la raza.

CAOS: Rever a la Nada.

DIPSA: Yo sí soy yo.
GÉNESIS
Nada… ¡Luz!
—¿A ti, necio eterno, he temido?

DIOS: Ah, Satán, eres sabio, lo sé. Vaya Dipsa. ¡Adán, al alba haya sol!

ECO: Dudo…, dudo; celosa ya habla La Dipsa, la oí. Decid, ¿el divino Yavé a Adán animó?

DEMONIO: Yo soy luz. ¡Ah! O eres o no eres. ¿Has oído, Dios? ¿Ahora vas a dudar? ¡Oh! Al revés yo voy a misa.

LA NADA: Yavé, no reiré si te domina Satán. Eres simio.

DIPSA: Yo soy Dipsa. Se ver las edades al ocaso. ¿Y Adán… al Edén robó sal o no, Yavé? A Eva yo daba la serenata. Sobornada yace, parirá. ¿Peca, Yavé? Adán robó saliva con sal. ¿Eres o no resoluble? Yo soy la sed.

YAVÉ: Odio… Ah, Satán, eres odio. ¡Ah Dipsa!

LA VOZ: Oh, al oír la Nada… Oh, ¿cesará su sed? Adán al reconocer la luz a Eva le da el botín. Echó Adán al río las edades al nadar. ¡Oh!, es Eva, y yo soy dipsas Amén. Agraza la Nada. Si osas, Eva, pide, todo te doy: seria soledad, aromas en esa torre… Di, te daré goce raro. ¿Has oído? Dime tú, ¿tierno soy? Dipsa yo soy… Adán, sé ver la Nada.

ADÁN: Yo soy Adán.

YAVÉ: Yo soy Yavé Dios. Oíd.

EVA: Y yo soy Eva, Yavé. Aroma yo doy. ¿Nada seré?

ADÁN: Eva, yo di vid en racimo.

YAVÉ DIOS: Oíd, yo solo soy nada.

ADÁN: (Al oído) — Eva, yo dudo. ¿Celos y amor? Asaz razono, dudo… ¿No hubo Dios? ¡Ah, Dipsa, eres áspid!

EVA: Yo no dudo, no temo. ¡Sé mío! En racimo bebo ese deseo.

YAVÉ: Yo haré mi casa cimera hoy. Yo soy Yavé.

Adán aloja bajo la luz. Alegre vi mi verdad. No baldaba la Nada. Yavé a los seres solaza.

¡Parid, Eva, y yérgase esa grey!

Abel gime… Mi gleba nada dará si allá Caín orinó con ironía.

¿Calláis? ¡Arad, Adán!10000201000000A00000011F406E51E3

“¡Abel!”, gime mi gelba. ¡Yérgase esa grey!

Yavé dirá: “¡Paz a los seres! ¡Sol a Eva y Adán!” Alabad la bondad.

Reví mi vergel azul. Aloja bajo la nada Eva, y yo soy Yo. Haré mi casa cimera hoy.

EVA: Yo ese deseo bebo, mi carne oí. Me someto. No dudo, no. Yavé.

DIPSA: Seré áspid. ¿Has oído, Búho? No dudó, no. ¡Zarzas, aroma y sol!

ECO: Dudo…

YAVÉ: Odio la Nada. ¡Adán, yo solo soy Dios! Oíd.

EVA: Yo mi carne divido.

YAVÉ: Nada eres.

ADÁN: Yo doy amor a Eva.

YAVÉ: Yo soy Yavé Dios. Oíd.

EVA: Y yo soy Eva, ¿y nada yo soy? ¿Nada…?

ADÁN: Al revés NADA yo soy.

ÁSPID: Yo sonreí. Tu temido dios ahora recogerá de ti derrotas en esa morada de los aires. Yo de todo te di… Pavesa sois, Adán. Al azar gané más, Áspid yo soy.

YAVÉ: Se horadan las edades al oír la Nada. ¡Oh, Cenit, oblea del Ave azul!, al reconocer la Nada de sus aras echó Adán al río la hoz oval.

ÁSPID: Ha oído, serenatas ha oído Eva, y de sal yo soy.

EL BULO: “¡Ser o no ser…!” El asno cavila.

Sobornada Eva yace, parirá, peca, y Adán robó.

SATÁN: Eres alabado, Yavé. ¿A Eva yo no la soborné? De la nada yo saco las edades al revés. Áspid… yo soy áspid. Oí mis serenatas. ¡Ánimo!

De ti se rieron Eva y Adán. A la sima yo voy. Sé ver la hora. ¿Dudas, avaro? ¿Has oído?

DIOS: Ah, ¿seré o no seré? ¡Oh, azul yo soy! Oí. No me domina nada. A Eva yo ni vid le di, cedió al áspid. ¡Al alba haya sol!

ECO: Dudo…, dudo; celosa ya habla la Nada.

ÁSPID: (A Yavé) —Solo ibas. Serenatas has oído. Dime, ¿te honré, te oí? ¡Cenit azul, Adán sí se negó y yo sí soy Áspid! Adán al reverso a cazar al Ave azul sí se negó.

DIOS: Ah, Satán, eres y somos seres solos.

Darío Lancini



La mar

¡Ah! El anís es azul al ocaso.
Claro, la canícula hará mal.
Alejábase bello sol.
¡Sumerge la usada roda!
A remar. 
¡A La Habana, bucanero Morgan!
Oleaje de la mar…
¡Al remo! ¡Corre!
Playas…
Ay, al perro comer la rama le
deja el onagro, morena cubana.
¡Bah! A la ramera adorada su
alegre muslo sol le besa.
¡Bajel a la mar! ¡Ah!
Alucina calor al cosaco.
La luz asesina le hará mal.

Darío Lancini


La noche

Se van… Se derrama la mar,
Brioso Dionisios, ¿Ulises era ídolo?
Pasan eras al ocaso y el río las une.
Vamos a oír, beodo toca Baco.
Toma la cítara, poeta, Liba.
Habla la diosa: —Eneas, a sumar años,
a remar.
Aleja el oleaje la luz —ahora me deja.
El olivo mayor te dan, Elena, ¿ves?
Se van sus naves…, ¡oro y seda!
De secuas ramos daré.
Tierra…, mar…, ¡oh Azul!, al aire
háblale.
¡Salta la ola famosa! Rameras, oíd: yo soy yo.
Habla la ramera: —¡A remar! Ares une
varios odios. Usa sus ojos, usa sus
edades, aloja bajo las Eras. Oídle:

¡A remar! Al oírnos emerge la ola
famosa.
Ramera diosa, tu piel leí. ¡Putas, oíd!
A remar.
¡Asoma falo alegre! Me sonrió la ramera.
El dios Ares aloja bajo las Edades. Usa
sus ojos, usa sus oídos.
Oirá.
¡Venus era ramera!
A remar. Al alba hoy yo soy dios.
A remar. ¡Asoma falo al atlas!

Darío Lancini


Oda

Román: en amoroso lecho,
honorable dama, hoy os ama
Román enamorado.
Teresa: Seré toda, Román,
en amor, ama soy. ¡Oh, amad!
El Barón: ¡Oh! ¡Oh, celoso Román enamorado!

Darío Lancini










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